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Entrevista a Ángel M. Agosto, escritor, periodista y activista sindical puertorriqueño

«Nuestra isla es una nación a la que solo le falta constituirse en estado independiente para administrar políticamente sus propios asuntos»

Fuentes: Rebelión

Ángel M. Agosto (Puerto Rico, 1946) lleva tiempo escribiendo, demostrando que la palabra puede ser instrumento de acción y reivindicación política y laboral. Forjado en la vieja escuela del Movimiento Pro-Independencia (1959-1971) y el Partido Socialista Puertorriqueño (PSP, 1971-1977), ha sobrevivido al tiempo muerto sin perder la compostura de sus convicciones ideológicas con el pasar de los años. Agosto se ha destacado como cooperativista, cuentista, ensayista, editor y periodista.  Don Ángel me ha honrado con la cortesía de responder una vez más a mis preguntas. Todas sus respuestas son para ser compartidas con todos vosotros.

1.1. Wilkins Román Samot (WRS, en adelante) – ¿Es hora de exigir el fin del colonialismo y comenzar una conversación sobre reparaciones económicas en Puerto Rico y Estados Unidos? ¿Por qué?

1.2 Ángel M. Agosto (AMA, en adelante) – Desde el primer momento en que Colón y sus camaradas de tripulación arribaron a nuestras tierras en 1493 (asumiendo que la fecha es correcta) para ocuparlas y cometer genocidio contra los originarios de aquí, ya era hora de comenzar la lucha contra la ocupación extranjera. Muchos de esos taínos y caribes no tardaron en entenderlo como necesario y dejaron testimonio de ello en las proezas de Urayoán, quién ahogó en el río al español Diego Salcedo y así comprobó que aquel colonialista no era inmortal. Subsecuentemente se produjo el levantamiento de los indígenas convocados por Agüeybaná, el Bravo.

Los levantamientos de los esclavos negros, siguiendo el ejemplo de los independentistas revolucionarios de Haití a fines del siglo 18, y desde el establecimiento de esa primera república de América en La Española a principios del siglo diecinueve, son crudo testimonio de ese afán patriótico anticolonial.

Durante el Grito de Lares en 1868 y en la fundación misma del Partido Unión de Puerto Rico en 1904 por Luis Muñoz Rivera, José de Diego y Rosendo Matienzo Cintrón, entre otros, fuerza política poli clasista y poli ideológica, el planteamiento anticolonialista estuvo siempre presente, aunque no siempre bien entendido. Aquella formación política tuvo sus avatares, y sus posturas anti obreras dieron al traste con ella, sellándose su suerte al abandonar su plataforma independentista.

Como consecuencia, se fundó al 1922 el Partido Nacionalista que, con Albizu a partir de 1930, se convirtió en movimiento revolucionario, la principal fuerza anticolonialista del país.

La fundación del Partido Comunista (PC) en 1934 como secuela de tras décadas de luchas proletarias, y del Partido Popular Democrático (PPD) en 1938, con un programa social de avanzada y una base social fundamentalmente socialista e independentista , así como una fuerte influencia ideológica del PC, tuvo un propósito inicial anticolonialista, el cual el PPD terminó abandonando en 1944, aunque siguió una retórica que le permitió engañar al país con la “farsa del Estado Libre Asociado” (la frase es de uno de ellos mismos: Vicente Géigel Polanco) durante el primer lustro de la década del cincuenta.

Frente a esto, un grupo de patriotas, en su mayoría miembros desafectos del PPD, fundaron en 1946 el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), con un programa inequívocamente por la República de Puerto Rico, es decir, un programa anticolonialista. El Movimiento Pro-Independencia (MPI) fundado en 1959, su periódico Claridad, el Partido Socialista Puertorriqueño (PSP, 1971), el MSP (luego MST), la Liga Socialista, el PSR y muchas otras organizaciones, son fuerzas políticas continuadoras del PIP en su lucha anticolonial.

Sí, hace más de cinco siglos que los puertorriqueños y nuestros ancestros comprendimos que “es hora de poner fin al colonialismo” en Puerto Rico.

2.1 WRS – ¿Qué relación si alguna, ves entre la migración de los puertorriqueños a los Estados Unidos y las innumerables oportunidades desarrolladas por el Congreso de los Estados Unidos para que las corporaciones estadounidenses exploten a Puerto Rico?

2.2 AMA – El colonialismo moderno es un producto del imperialismo moderno. El fenómeno del imperialismo de nuestros días es uno fundamentalmente económico con graves consecuencias sociales y políticas para los pueblos víctimas de su vasallaje. Se ha señalado que el imperialismo nació en 1898 (resulta ser el año de la invasión de los Estados Unidos a Puerto Rico y Cuba). En esa fecha de fines del siglo 19, tras un proceso de más de un siglo de desarrollo del capitalismo en Inglaterra y los Estados Unidos, el capital industrial y el capital comercial, tras una continua y colosal acumulación y centralización del capitales y formación de los monopolios y oligopolios, se fundieron con el capital financiero y formaron el imperialismo. Los mercados nacionales metropolitanos ya no eran suficientes para allegarse las materias primas necesarias en sus procesos productivos, como tampoco lo eran los mercados nacionales para la distribución de las mercancías resultantes.

Había que abrirse paso en el mundo, en particular en países con economías en escala menor y más atrasadas, y hacerlas dependientes suyas. Con el respaldo de sus fuerzas armadas, y mediante el soborno y control ideológico de las oligarquías gobernantes en esos países, asumieron control de las materias primas y mercados y, allí donde hubo oposición, bombardearon y masacraron a dichos pueblos. En nuestros días, fines del siglo veinte y principios del veintiuno, está ocurriendo en Irak, Afganistán, Libia y otros, para apoderarse del petróleo, lo que terminaron haciendo corporaciones de los Estados Unidos respaldadas por las fuerzas armadas de ese país.

Una de las consecuencias sociales de estas acciones imperiales y colonialistas lo han sido las emigraciones masivas y criminales de sectores sustanciales de los pueblos afectados. Puerto Rico no ha sido la excepción, y las emigraciones o exilio forzado por razones económicas datan de la misma época en que se produjo la invasión del país en 1898. Durante la década del diez del siglo veinte se produjeron grandes emigraciones hacia los Estados Unidos, en particular para realizar trabajos agrícolas a Hawái. Esta salida forzada y criminal de puertorriqueños se incrementó durante las décadas del cuarenta y cincuenta y era parte de los programas económicos impulsados por el PPD. Mientras esto ocurría, se incrementaba el control de nuestra economía por parte de las corporaciones de los Estados Unidos, en un saqueo económico que se llegó a calcular en unos treinta mil millones de dólares anuales.

Los colonialistas de los Estados Unidos, para cumplir con los requerimientos actuales de la comunidad internacional, tendría que resarcirnos por cerca de un trillón (la “t” no es error) de dólares, y dejar cubierta la supuesta deuda de setenta mil millones de dólares contraída en Puerto Rico por ellos mismos y que nos quieren hacer pagar.

3.1 WRS – ¿Cuál debería ser el rol de la academia y la sociedad civil puertorriqueña dentro de los Estados Unidos y Puerto Rico en la descolonización de Puerto Rico, si alguno? ¿Qué deberían hacer?

3.2 AMA – Entiendo que la llamada sociedad civil, integrada por sindicatos, asociaciones comunales, movimientos religiosos y múltiples entidades no partidistas, así como las demás organizaciones políticas progresistas tanto de los Estados Unidos como de la Isla tienen un rol cardinal en el proceso de descolonización.

En el caso de la academia en particular, profesores universitarios, profesionales, periodista, pienso que la educación de masas sobre el fenómeno del colonialismo y sus consecuencias sociales, es decir, el impacto directo sobre la gente es esencial. Un tema en particular es educar al pueblo en torno a las supuestas “ayudas federales” y otros paliativos del coloniaje, en el sentido de hacerles comprender, con números, con estadistas reales, que esas “ayudas” no son tales, sino que constituyen la devolución de una fracción mínima, casi insignificante, de lo que nos han robado en más de un siglo de coloniaje.

4.1 WRS – ¿Cómo la Comisionada Residente de Puerto Rico en el Congreso de los Estados Unidos y los congresistas de origen puertorriqueño podrían ayudar a resolver los problemas económico-sociales creados por la explotación de los Estados Unidos en Puerto Rico?

4.2 AMA – La Comisionada Residente es el hazmerreir del Congreso. También lo fueron otros puertorriqueños en esa posición, pero esta en particular, así como el gobernador Pierluisi, se la pasan pidiendo dinero cada vez que hay un desastre natural aquí. El cargo de Comisionado Residente en Washington, por sí mismo, es una posición inútil. No tienen derecho al voto, y solo pueden participar con voz en aquellas comisiones de la Cámara de Representantes que la mayoría del cuerpo acepte. Es muy poco lo que pueden hacer. Otros congresistas de origen puertorriqueño, miembros bona fide de Cámara o Senado, sí han aportado mucho a la Isla, aún cuando ésta no es parte de los distritos que los eligieron.

En un momento histórico en que en Puerto Rico se genera una fuerza revolucionaria capaz de poner en jaque los intereses del imperialismo de los Estados Unidos aquí, sin dudas esos congresistas electos podrían jugar un papel clave en las negociaciones entre las fuerzas revolucionarias puertorriqueñas y el poder imperial.

5.1 WRS – ¿Por qué los movimientos de estadidad no han sido capaces de confrontar al imperialismo estadounidense en Puerto Rico y los Estados Unidos? ¿Qué deberían hacer?

5.2 AMA – Los “estadistas” de hoy en Puerto Rico hace décadas, diría que, desde los tiempos de Carlos Romero Barceló, abandonaron su “ideal” estadoísta (anexar a Puerto Rico como estado de los Estados Unidos), ya convencidos de que ese país no admitiría a Puerto Rico como estado porque nuestra isla es una nación a la que solo le falta un ingrediente, constituirse en estado independiente para administrar políticamente sus propios asuntos. Y esto es debido a que los Estados Unidos no es un estado multinacional. Se trata de una realidad jurídica constitucional que ese país lo resolvió con su guerra civil de 1860-65, en que fue derrotada la idea de estados confederados.

Lo que los llamados estadistas hacen hoy es solo política partidista, y cada reclamo al Congreso de aquel país lo hacen mientras piden más dinero para la Isla. Hoy muchos congresistas le han puesto el mote al gobernador Pierluisi y a la Comisionada Jennifer González de “pordioseros”, por acercarse al Congreso sólo a pedir fondos.

¿Por qué no han confrontado al imperio? Sencillo, ellos se sienten parte de los Estados Unidos.

6.1 WRS – ¿Qué ha hecho, si algo, la presidencia de los Estados Unidos, y los dos partidos políticos dominantes dentro de los Estados Unidos, el demócrata y el republicano, para mitigar el desastre que ellos y los estadounidenses ayudaron a crear dentro de Puerto Rico?

6.2 AMA – A mi juicio, nada y peor: quieren hacer responsables a las víctimas, y obligarnos a pagar las deudas contraídas por ellos mismos en su gestión colonizadora sobre Puerto Rico. Por eso el Congreso de los Estados Unidos aprobó la Ley PROMESA y constituyó una Junta federal compuesta por funcionarios nombrados por el presidente de ese país con el propósito de cobrarnos esa “deuda”. Esa Junta extranjera tiene poderes que van por encima del gobierno supuestamente electo por los puertorriqueños, y aún poderes por encima de los tribunales de nuestro país.

7.1 WRS – ¿Cuál sería la forma de que los puertorriqueños rompan con este ciclo de abuso del colonialismo estadounidense dentro de Puerto Rico? ¿Debería Puerto Rico y los puertorriqueños ser reparados económicamente por Estados Unidos?

7.2 AMA – Nos referimos antes a que la lucha anticolonial en Puerto Rico tiene varios siglos. Un esfuerzo articulado por la independencia nacional se dio en 1868 en lo que se llamó el Grito de Lares, Cerca de mil puertorriqueños se levantaron en armas contra el colonialismo español en septiembre de ese año. No se logró el objetivo central de la independencia y la constitución de la república, pero se alcanzó la abolición de un régimen de servidumbre prevaleciente hasta entonces, la abolición de la esclavitud y una cierta apertura democrática que permitió la formación de partidos políticos y formas incipientes de gremios de trabajadores. Fueron formas de lucha de masas, a veces de acción armada, a veces de luchas parlamentarias y, eventualmente, huelgas y actividades de propaganda por parte de artesanos, obreros y trabajadores de diversos oficios.

La concienciación del pueblo a través de formas diversas de propaganda y educación política es esencial para que los oprimidos puedan identificar por ellos mismos las causas reales de su hambre y pobreza, desigual distribución de los bienes, acceso inadecuado a los servicios de salud, vivienda y educación pública y, sobre todo, puedan dirigir su indignación contra las verdaderas causas de esos males. De esa conciencia alcanzada se salta a la organización, es decir, la formación de instrumentos de lucha para que el pueblo mismo pueda alcanzar la verdadera descolonización del país. Se trata, pues, de una lucha de masas contra la estructura misma del sistema capitalista colonial de dominación en Puerto Rico.

A lo largo de nuestra historia el pueblo pudo desarrollar instrumentos de lucha, como los ya mencionados Partido Unión de Puerto Rico (1904), Partido Nacionalista (1972), PPD (1938), PIP (1946), MPI (1959), PSP (1971). Los hombres y mujeres que realmente construyen el país, los obreros y trabajadores, también desarrollaron instrumentos propios que dieron grandes batallas por el mejoramiento de las condiciones de vida de los trabajadores. Tal es el caso de la Federación Libre de Trabajadores (1899), el Partido Socialista (1915), la Confederación General de Trabajadores (CGT, 1940), el Partido Comunista a partir de 1934, que sacudieron el país en distintos momentos de la primera mitad del siglo veinte logrando forzar al régimen colonial a establecer una legislación social que protegía de diversas formas los derechos de los trabajadores.

Pero la necesidad de la construcción de una vanguardia revolucionaria se hizo patente a fines de la década del sesenta, frente a un auge insólito pero desarticulado, de las luchas de los trabajadores. Se desató en octubre de 1968 una huelga de poco más de mil obreros en la General Eléctric del sector Palmer, de Río Grande, y esos obreros acudieron al MPI a pedir apoyo. Las movilizaciones masivas de trabajadores de diversas partes del país, de algunos sindicatos de entonces y de los estudiantes de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, imprimieron gran fuerza a aquel movimiento huelguístico, al punto que se obtuvo un triunfo sindical, tras nueve meses de huelga. Ello fue estímulo para el incremento de las luchas obreras en la colonia industrial que era entonces Puerto Rico, el fortalecimiento de los sindicatos progresistas y la formación incipiente de un destacamento político de la clase obrera que se llamó Partido Socialista Puertorriqueño (PSP), fundado en noviembre de 1971. Fueron armas nuevas para la lucha social en gran escala en el país, y Puerto Rico se encaminó en serio hacia su descolonización definitiva.

Entonces y ahora esa sería la forma en que Puerto Rico se encamine hacia un proceso serio de descolonización.

Los esfuerzos unitarios que han manifestado recientemente los compañeros dirigentes del PIP y de Victoria Ciudadana sería un paso certero hacia la descolonización, y ambas fuerzas, si permiten el acceso al proceso a otros sectores activos de la sociedad civil, en particular el movimiento obrero, podría ser un paso de avance hacia la descolonización. No hay que olvidar que ambas organizaciones políticas obtuvieron más del 28 por ciento de la votación en las elecciones de 2020, y que el accionar conjunto de esas y otras fuerzas políticas anticolonialistas podría tener un efecto multiplicador en la votación futura. El partido que actualmente está en la administración de la colonia, el PNP, obtuvo en las pasadas elecciones apenas cinco puntos porcentuales por encima de la votación conjunta del PIP y Victoria Ciudadana.

Con un movimiento político inequívocamente anticolonialista en el gobierno de Puerto Rico a partir de 2024, como lo sería esa fuerza electoral PIP-VC-Sociedad Civil, te diré que Puerto Rico se encaminaría en definitiva hacia su descolonización. Y ese paso, mirado desde la perspectiva de los trabajadores y desde la perspectiva de la lucha de clases que es el verdadero motor que está detrás de todo esto, es un paso muy importante en el largo camino por la construcción de una sociedad nueva e igualitaria en Puerto Rico.

8.1 WRS – El economista francés Thomas Piketty considera que Francia debería reparar en más de 28 mil millones de dólares americanos a Haití. ¿En cuánto debería Estados Unidos reparar económicamente a Puerto Rico y a los puertorriqueños?

8.2 AMA – Los daños ocasionados a Puerto Rico por los Estados Unidos al aplicar aquí su política colonialista ascienden a cientos de miles de millones de dólares (Un trillón, mencioné antes).

El caso de Haití mencionado por Thomas Piketty, tiene unas particulares que no están presentes en nuestro caso. Al Haití arribar a su independencia en 1803 (la primera República de América Latina, mucho antes del inicio de la epopeya bolivariana) la nueva república fue forzada por el país colonizador, Francia, a pagar una deuda de 150 millones de francos-oro en 1825 (representaría hoy unos 21 mil millones de dólares), lo que se constituyó en la bancarrota futura de la nueva república. Fundado en esto, el reconocido economista marxista francés, Piketty, reclama para Haití el derecho al resarcimiento por parte de Francia.

En Puerto Rico, el daño material, económico, causado por la política colonial de los Estados Unidos a lo largo del siglo veinte es mucho mayor y haremos las reclamaciones pertinentes en su momento. La atención de hoy es encarrilar en serio el proceso de descolonización. 

9.1 WRS – Muchos puertorriqueños viven en la diáspora, bien en Estados Unidos como fuera de los Estados Unidos. Otros puertorriqueños han sido y son partícipes del saqueo estadounidense dentro de Puerto Rico. Todos, los primeros y los segundos son estadounidenses. ¿Por qué deben ser o no ser recompensados? ¿Son todos los puertorriqueños sujetos coloniales a los que se les ha robado su futuro en su propia tierra? ¿Se les debe devolver su futuro estén donde estén, sean quienes sean?

9.2 AMA – Las respuestas a estas preguntas subyacen en las preguntas mismas. La frase “se les ha robado su futuro”, “saqueo estadounidense” indican cómo esa gran masa de puertorriqueños de más de cuatro millones (una población mayor que los residentes en la isla) fueron desterrados de su tierra por razones económicas (por lo tanto, políticas) y por ello debemos llamarles exiliados políticos. El daño a estos compatriotas no puede calcularse en términos económicos. Y sí, “se les debe devolver su futuro estén donde estén, sean quienes sean”. Es por ello por lo que siempre creímos necesaria su organización política en sintonía con las luchas sociales en la Isla, sin menoscabo de los asuntos particulares de sus ciudades y regiones allá: son parte de nuestra lucha revolucionaria.

10.1 WRS – Dos congresistas de origen puertorriqueño, Alexandría Ocasio-Cortez y Nydia Velázquez, presentaron un proyecto de ley para la descolonización de Puerto Rico. Por su parte, Jenniffer González representa a Puerto Rico dentro de los Estados Unidos. Tiene reconocido dentro de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos el poder de presentar legislación. Ha estado moviendo un proyecto de anexión de Puerto Rico a los Estados Unidos junto con el congresista puertorriqueño Darren Soto, proyecto que al igual que el de las congresistas antedichas ha sido sustituido por uno alternativo y de consenso entre todos. ¿Qué le falta a ese proyecto de ley? ¿Qué defectos le ves a ese proyecto de ley? ¿Por qué Ocasio-Cortez y Velázquez merecen algo mejor? ¿Por qué González y Soto merecen algo mejor?

10.2 AMA – El proceso en la Cámara de los Estados Unidos al que te refieres terminó en diciembre de 2022 con su aprobación por mayoría, casi al pico del cierre de las sesiones legislativas de este año. Sólo un ocho por ciento de los republicanos de ese cuerpo le endosó. El proyecto no llegará al Senado, a pesar de las presiones de premura del propio presidente Biden. A lo largo de todo el año 2022 el Senado estuvo renuente a atender gestión alguna relacionada con el estatus de Puerto Rico. Mucho menos en el caso de medidas legislativas como esta, en que los dados están cargados a favor de la estadidad. Históricamente las derechas en Estados Unidos, por razones raciales y políticas, han estado renuentes a apoya la estadidad para Puerto Rico.

En enero se enfrentarán a un Congreso nuevo, con un dominio mayor de los republicanos, es decir, la extrema derecha anti-estadista. Menos posibilidades le veo a estas gestiones, que para el PNP no pasan de ser partidista, más que un propósito real de lograr la estadidad para la Isla.

Lo que he querido puntualizar, y en ello pongo el énfasis, es que la descolonización de Puerto Rico no se va a dar en el Congreso de los Estados Unidos. Se obtendrá en las luchas sociales de nuestro pueblo en las calles y barrios, sea en Hato Puerco de Canóvanas, sea en el Barrio de Nueva York, En las calles de San Juan, Ponce, Mayagüez y Chicago. La lucha de unos seis millones de puertorriqueños habrá de forzar al imperio a reconocer nuestra independencia nacional, que es la verdadera descolonización de Puerto Rico. Desde esa posición de fuerza obligaremos al Congreso a negociar con las fuerzas revolucionarias.

Por ello, la educación y concienciación del pueblo es esencial. Es lo que hacen diariamente nuestros combativos maestros de escuelas primarias y secundarias, los profesores progresistas en las universidades, las organizaciones diversas de la sociedad civil. Y, como producto de ese esfuerzo educativo, la organización a diversos niveles de los trabajadores en Puerto Rico.

Un gran salto en ese proceso de concienciación lo pueden ser las acciones conjuntas de carácter electoral por parte de las organizaciones progresistas en su esfuerzo unitario, si cada ser abandona sus afanes de protagonismos inútiles y se empeña en serio a echar adelante este gran paso.

Wilkins Román Samot, Doctor de la Universidad de Salamanca, donde realizó estudios avanzados en Antropología Social y Derecho Constitucional.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.