El presidente de EEUU, Barack Obama, se reunirá con los mandatarios de los 8 países miembros del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) en San José de Costa Rica mañana, sábado, 4 de mayo. No hay una agenda clara por parte de los países de la región. Sin embargo, Obama tiene muy claro sus objetivos. […]
El presidente de EEUU, Barack Obama, se reunirá con los mandatarios de los 8 países miembros del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) en San José de Costa Rica mañana, sábado, 4 de mayo. No hay una agenda clara por parte de los países de la región. Sin embargo, Obama tiene muy claro sus objetivos. En primer lugar, quiere asegurar que la región se mantenga firmemente en el «patio trasero» de la política militar de EEUU. En segundo lugar, quiere dejar su huella política en las iniciativas del Pentágono. En tercer lugar, Obama pretende crear una gran alianza entre países con políticas neoliberales contrarias a ALBA, MERCOSUR y otras iniciativas en la región.
La reunión ofrecía la oportunidad para abordar los temas de «migración ilegal, inseguridad, contención del crimen organizado y lucha contra el narcotráfico». Todos estos temas fueron vetados.
La única que habla sobre las drogas es Laura Chinchilla, presidente de Costa Rica, quien insinuó que Centroamérica debería plantearle a EEUU que la actual guerra contra las drogas ha fracasado y pone en peligro la seguridad de toda la región. La única mujer presidente en la región puntualizó que «si seguimos haciendo exactamente lo mismo nunca podremos cantar victoria».
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, anunció a última hora que viajaría. Su indecisión se debe a dos razones. Por un lado, Costa Rica mantiene una disputa fronteriza con el país vecino que reclama su soberanía sobre una isla en el río San Juan. Por el otro, el encuentro con Obama tampoco es de su agrado. EEUU le declaró la guerra a Nicaragua en la década de 1980 y Obama no ha querido reconocer el enorme daño material y moral que ese país le causó a la Patria de Sandino.
Obama viajará a Costa Rica con el fin de recordarles a los mandatarios que desde 2007 el gobierno de EEUU invirtió, según su presupuesto, 500 millones de dólares para la llamada Iniciativa de Seguridad Regional. Esta suma no incluye 160 millones de dólares que el Pentágono destina a sus fuerzas armadas para el despliegue de efectivos en la zona. Tampoco se sabe qué cantidad de dinero ha sido canalizada por otras vías desconocidas a Honduras, Guatemala o Panamá.
Además, su viaje responde al hecho que EEUU aumentará su presupuesto militar para Centro América. En el Senado de ese país el secretario de Estado, John Kerry, anunció que el incremento será significativo. En esa oportunidad le reiteró a los senadores que América latina sigue siendo el «patio trasero» de EEUU. En cada uno de los países de la región EEUU tiene una presencia militar significativa.
En el caso de Panamá, en estos momentos, el Comando Sur de EEUU desarrolla operaciones en dos provincias en el marco de una operación que llama «Horizontes Abiertos». Según el Comando Sur estas operaciones se inauguraron cuando el general Manuel A. Noriega era el jefe de las Fuerzas de Defensa de Panamá (FDP). En 1989 EEUU invadió a Panamá y secuestró a Noriega acusándolo de traficante de drogas ilícitas. Fue condenado a 20 años de prisión en EEUU.
En la actualidad, la operación «Horizontes Abiertos» pretende realizar ejercicios militares en diferentes puntos de Panamá. Tendrá su sede en la antigua base ‘Sherman’ en la salida caribeña del Canal de Panamá. Según el Comando Sur, rebautizaron la base militar con el nombre de ‘Cristóbal Colón’.
En una operación militar complementaria, el comando Red Horse (‘Caballo Rojo’) -de la Fuerza Aérea de EEUU- está construyendo un campamento para alojar a 500 efectivos militares en el área de Metetí, en la provincia del Darién, vecina con Colombia. En este sector se realizarán maniobras militares de EEUU a partir de junio de 2013. El Servicio Nacional de Fronteras (SENAFRONT), un aparato militar creado en Panamá, mantiene un control férreo sobre las comunidades rurales del Darién bajo el pretexto que está vigilando los movimientos de las FARC.
Obama, en vez de visitar a Centro América para ver de cerca cómo avanzan los operativos del Comando Sur en la región, debería prestarle atención a los problemas de integración. Por lo menos, ponerse al tanto del Tratado de Libre Comercio (TLC) que tiene EEUU con la región. En la actualidad, el comercio con Centro América asciende a 40 mil millones de dólares. En 2005 representaba 27 mil millones de dólares. Lo impactante es que mientras que las exportaciones de Centro América a EEUU se mantuvieron estables, las de EEUU hacia la región casi se duplicaron. En cinco años el saldo comercial negativo para Centroamérica casi se quintuplicó. El TLC ha sido un fracaso para la región. Para Obama un gran éxito.
Más aún, las inversiones directas de EEUU en la región tampoco han crecido como creyeron los promotores del TLC, a pesar de los privilegios y exenciones. En el último lustro pasaron de 3 mil millones de dólares a 4 mil millones. Es una lástima que Obama no incluya en la agenda de la cumbre estos temas de vital importancia para la región. En cambio, aparece como guerrero montado sobre su ‘caballo rojo’ en los bosques húmedos del Darién.
Marco A. Gandásegui, hijo, profesor de Sociología de la Universidad de Panamá e investigador asociado del Centro de Estudios Latinoamericanos Justo Arosemena (CELA) http://marcoagandasegui11.blog
Fuente: http://alainet.org/active/6371