El próximo 5 de junio se efectuará la segunda vuelta para elegir al nuevo Presidente del Perú, entre los más votados en los comicios del día 10 de abril pasado, donde el pueblo peruano ungió con su voto mayoritario al candidato Ollanta Humala y en segundo lugar a la heredera del reo rematado Fujimori, que […]
El próximo 5 de junio se efectuará la segunda vuelta para elegir al nuevo Presidente del Perú, entre los más votados en los comicios del día 10 de abril pasado, donde el pueblo peruano ungió con su voto mayoritario al candidato Ollanta Humala y en segundo lugar a la heredera del reo rematado Fujimori, que según sus financiadores y cómplices, durante su mandato trajo la «paz», esa paz de cementerios, con un sinnúmero de asesinatos, violaciones de los derechos humanos a granel, terrorismo de estado, asesorado por los servicios de inteligencia norteamericano.
El gobierno fascista de Fujimori que en nombre de acabar con el «terrorismo» de sendero luminoso, desarrolló una guerra sucia con un guión similar a lo que siempre ocurrió y aún continúa sucediendo en Colombia, de «ojo por ojo y diente por diente» y que viva la empresa privada y el saqueo nacional, para el eterno beneficio de los grupos de poder.
El pueblo peruano en su mayoría conoce esa historia reciente de los Vladimiro Montesinos que en contubernio con la CIA montaron toda una cadena de espionaje, para controlar la vida y milagros de los grupos políticos, dirigentes sociales e instituciones y personajes del Perú, convirtiéndose este triste protagonista como el poder detrás del trono, claro siempre con la venia y el apoyo de su jefe Fujimori, hoy ambos purgan su condena y cifran sus esperanzas en la candidata de la «familia»,una remota posibilidad de salir libres para volver a delinquir.
Está en manos de los peruanos y en especial de los pobres y explotados que esto no vuelva suceder, hay una diferencia importante entre Ollanta que promete cambios liberadores, y el Fujimorismo del continuismo neoliberal obsecuente. Sería una indignidad nacional que el pueblo se equivoque y olvide lo que significa ese apellido, dolor y luto para miles de familias, entreguismo de riquezas naturales a intereses foráneos, privatizaciones de empresas del estado, pérdida de soberanía respecto a las políticas intervencionistas de los EE.UU.
Ollanta Humala, es un ciudadano de tierra adentro, un cholo peruano de nombre y apellido, comprometido según sus principios y declaraciones, con los pobres y los intereses nacionales del Perú. Sin que esto signifique pretender hacer del Perú una isla en América Latina, sino más bien que el Perú sea parte importante del sueño de nuestros libertadores de construir una Patria grande, libre e independiente, para beneficio de los más necesitados de esta América, y no solamente para los grupos de poder que hasta hoy disfrutan, del saqueo nacional entregando el trabajo y las riquezas nacionales a la voracidad extranjera.
Hay dos opciones, con Ollanta Patria soberana, o un Estado entreguista con terrorismo de estado, al estilo Fujimori-Montesinos.
Los pueblos de América latina, «estamos contigo Perú», no hagas caso a las mentiras y amedrentamiento de la jauría de los medios de comunicación de la burguesía. Es tu libre decisión la que define el futuro.
José Justiniano Lijerón. Ex Dirigente de la Central Obrera Boliviana (COB)
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