La oposición portuguesa demandó hoy tiempo para nivelar las cuentas del presupuesto nacional, antes de negociar con expertos de la Comisión Europea (CE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE). EL máximo dirigente del opositor Partido Socialista (PS), Antonio José Seguro, consideró que era necesario un tiempo prudencial para lograr estabilizar […]
La oposición portuguesa demandó hoy tiempo para nivelar las cuentas del presupuesto nacional, antes de negociar con expertos de la Comisión Europea (CE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE). EL máximo dirigente del opositor Partido Socialista (PS), Antonio José Seguro, consideró que era necesario un tiempo prudencial para lograr estabilizar las cuentas de esta nación europea que se prepara para los comicios municipales del próximo día 29.
Seguro estimó que el Gobierno y la troika (CE, FMI y BCE) no consiguieron alcanzar ni una sola meta presupuestaria, pese a materializar exigencias de los acreedores, a cambio de la entrega de un rescate en 2011 de 76 mil millones de euros.
¿Qué más les hace falta para entender que tienen que cambiar de estrategia?, se preguntó el líder socialista, cuando las estadísticas confirman el incremento del desempleo por encima del 18 por ciento y una contracción económica en los dos últimos años.
El extitular del Exterior y ahora viceprimer ministro Paulo Portas declaró que pediría a la troika flexibilizar el compromiso de reducir el déficit del Producto Interno Bruto por debajo del cuatro por ciento, en este año.
La posición de Portas, máximo dirigente del Partido Popular, carece del visto bueno del jefe de Gobierno del conservador Pedro Passos Coelho, favorable a continuar con la aplicación de medidas de austeridad, ampliamente rechazadas por la población y la oposición.
Desde Bruselas, el presidente del Eurogrupo, Jeraen Dijisselbloem, consideró que la propuesta de Pasos no era una buena señal.
La visita de la troika a esta nación para efectuar la octava y novena evaluaciones del cumplimiento de sus exigencias en materia fiscal se produce en un complicado clima electoral, en el que la coalición conservadora podría registrar serios retrocesos.
El gobierno de Coelho recién aprobó una ley para reducir el 10 por ciento de las pensiones de funcionarios públicos, superiores a los 600 euros mensuales y el recorte del 60 por ciento de los salarios de empleados considerados como excedentes.
Regulaciones del gabinete luso para congelar los gastos públicos fueron calificadas de ilegales en al menos dos ocasiones por el Tribunal Constitucional de esta nación europea que enfrentará una consulta en las urnas por primera vez en dos años y tres meses.
lac/to
Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&idioma=1&id=1862751&Itemid=1