El Día Internacional del Migrante celebrado ayer hizo un llamado a tolerar y respetar ese fenómeno, pero precisamente el mundo descubre imágenes de cómo en Europa los inmigrantes son (mal) tratados, con métodos calificados de horrendos e inaceptables. A inicios de semana un telediario de la cadena pública italiana RAI2 difundió el vídeo filmado en […]
El Día Internacional del Migrante celebrado ayer hizo un llamado a tolerar y respetar ese fenómeno, pero precisamente el mundo descubre imágenes de cómo en Europa los inmigrantes son (mal) tratados, con métodos calificados de horrendos e inaceptables.
A inicios de semana un telediario de la cadena pública italiana RAI2 difundió el vídeo filmado en un centro de acogida en la isla siciliana de Lampedusa, en el cual se observan decenas de indocumentados que hacen fila, completamente desnudos y a la intemperie, en espera de ser desinfectados de sarna.
Según el noticiario, la película fue grabada el 13 de diciembre por un emigrante, y en la fila habría personas de origen eritreo, sirio, ghanés, nigeriano, kurdo, e incluso algunos sobrevivientes del naufragio ocurrido en octubre último frente a la isla italiana, donde murieron más de 400 viajeros.
Las imágenes no reflejan los procedimientos que imaginó la ONU en una declaración de 2000.
«Los Estados miembros adoptan por unanimidad una Declaración en la que reconocen la contribución importante de la migración al desarrollo, y llaman a una cooperación más amplia para afrontar los retos de la migración irregular y facilitar un flujo de personas seguro, ordenado y regular», señala.
La Declaración también enfatiza en la necesidad de respetar los derechos humanos de los migrantes y de promover las normas internacionales de trabajo.
Sin embargo, todo parece indicar que no siempre ese compromiso «de todos los países miembros de la ONU» se ha vuelto realidad, y lo atestiguan además las 25 mil personas fallecidas en el mar Mediterráneo en las últimas dos décadas mientras intentaban llegar a costas europeas.
El año pasado murieron mil 300 y en 2011 fueron dos mil, cifras que incluyen hombres, mujeres y niños que se aventuran al mar en busca de mejores oportunidades de trabajo y de vida, o porque huyen de países en conflicto, como es en la actualidad el caso de Siria.
Para quienes logran sobrevivir, la mayor tragedia podría comenzar con su llegada a tierra europea; por ejemplo, las leyes italianas -uno de los países a donde más arriban los indocumentados por tener costas mediterráneas- prevén la expulsión inmediata y la posibilidad de procesarlos e imponerles multas de hasta cinco mil euros.
Asimismo, los centros de primera acogida presentan situaciones complejas: precisamente la instalación de Lampedusa acoge a un estimado de mil emigrantes, pese a tener capacidad apenas para 250.
Tras la divulgación del vídeo, la Comisión Europea no demoró en emitir una declaración en aras de exigir a Roma investigar con detalle los hechos.
La comisaria de Interior, Cecilia Malmstrom, advirtió que podrían tomar sanciones e iniciar un procedimiento de infracción contra Italia, con el propósito de garantizar que los centros de acogida cumplan los estándares reglamentados por la Unión Europea (UE).
«La asistencia y el apoyo de la CE a las autoridades italianas en la gestión de los flujos migratorios solo continuará si el país garantiza que los migrantes reciban condiciones humanas y dignas», agregó.
Ahora los cañones se enfilan hacia Italia, país que en la Cumbre de jefes de Estado y Gobierno de la UE, celebrada en octubre luego de la tragedia de Lampedusa, pidió al bloque regional tomar responsabilidad común con respecto al tema migratorio.
En el cónclave, Italia y otras naciones con costas mediterráneas abogaron por asumir compromisos y tomar acciones de conjunto, en aras de enfrentar un fenómeno que atañe a todos los miembros del grupo de los 28, consideraron.
No obstante, la cita de alto nivel finalizó con pronunciamientos sobre la necesidad de evitar catástrofes humanas relacionadas con la inmigración, pero sin anuncios de medidas concretas al respecto.
En conferencia de prensa al concluir las sesiones, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, anunció la coincidencia en el bloque acerca de la necesidad de adoptar una acción decidida para impedir la pérdida de más vidas humanas.
Sobre los acuerdos prácticos, indicó que serían abordados en próximas reuniones del bloque regional.
Mientras tanto, sigue el tráfico de personas en el Mediterráneo, continúan los naufragios y los muertos, y todavía los que llegan están lejos de ser bienvenidos, como muestra un video, Día Internacional del Migrante.