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Cumbre de Panamá

Otro Girón de victorias para Cuba y la Patria Grande

Fuentes: Rebelión

Los mercenarios al servicio de Estados Unidos reeditan en la Cumbre de Panamá el Girón «blando» del siglo XXI contra Cuba, y en esta ocasión también contra Venezuela y otros países latinoamericanos, pero nuevamente saldrán derrotados como les ocurrió precisamente en abril, pero de 1961, cuando intentaron invadir militarmente a la mayor de las Antillas […]

Los mercenarios al servicio de Estados Unidos reeditan en la Cumbre de Panamá el Girón «blando» del siglo XXI contra Cuba, y en esta ocasión también contra Venezuela y otros países latinoamericanos, pero nuevamente saldrán derrotados como les ocurrió precisamente en abril, pero de 1961, cuando intentaron invadir militarmente a la mayor de las Antillas por orden de Washington.

Otra vez reclutados y pagados por el Pentágono, asesinos, esbirros y títeres procedentes en su mayoría del enclave terrorista de Miami, se han dado cita en la ciudad capital panameña, conformando una especie de «Brigada 2507», para intentar sabotear los foros de la Sociedad Civil que se escenifican en el país centroamericano, eventos que forman parte de la Cumbre de las Américas.

«Casualmente» el cabecilla de ese grupo es nada menos y nada más que «el gato» Félix Rodríguez, uno de los principales organizadores de la Brigada mercenaria 2506 que protagonizó hace 54 años la fracasada agresión a Cuba por Playa Girón, donde Estados Unidos sufrió su primera gran derrota militar en América Latina.

Rodríguez, asesino del Guerrillero Heroico Ernesto Che Guevara y «célebre» agente castrense de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), es uno de los representantes de la «Sociedad Civil» que Washington envió a Panamá, claro está, para atacar a Cuba, Venezuela y otras naciones progresistas de la Patria Grande.

«Coincidentemente» también ese criminal de origen cubano recibió sus primeros entrenamientos en explosivos, sabotajes y operaciones encubiertas en la otrora base norteamericana del Canal de Panamá, en la segunda mitad de la centuria pasada.

«El gato» verdugo fue adiestrado para matar de manera similar al terrorista Luis Posada Carriles, bautizado como el Osama Bin Laden latinoamericano, quien en un cónclave de jefes de Estado Iberoamericanos pretendió atentar contra la vida del entonces presidente de Cuba, Fidel Castro, igualmente en Panamá en el año 2000.

Entonces Posada Carriles tuvo que salir huyendo como lo ha tenido que hacer Rodríguez en reiteradas ocasiones, siempre con la complicidad de la CIA y los servicios especiales del Pentágono, que como parte de los pagos por sus servicios les permiten caminar  libremente por las calles de Miami y otras ciudades norteamericanas y de nuestra región.

Reza un refrán popular que el hombre tropieza varias veces con la misma piedra, pero en el caso de estos asesinos parece ser que es mucho más, porque Centroamérica ha sido una suerte de frustraciones para los enemigos de la mayor de las Antillas, y abril un mes de victorias para la Revolución cubana, nacida el 1 de enero de 1959.

En abril de 1961 los milicianos armados del pueblo de la isla caribeña repelieron la invasión de Playa Girón, y rindieron a los mercenarios de Estados Unidos.

Por estos días también de abril, pero de 2015, otros milicianos de la verdadera Sociedad Civil cubana están prestos en Panamá para propinar con sus únicas armas, las ideas, nuevos reveses a los títeres del imperio de Washington.

La historia se repite y seremos testigos del Girón del siglo XXI porque de seguro asistiremos a otra contundente victoria de la independencia, la soberanía y la unidad de la Patria Grande.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.