El líder del movimiento político español Podemos, Pablo Iglesias, comenzó ayer una visita a Grecia de la mano del principal partido opositor, el izquierdista Syriza, y reclamó «una Europa para los ciudadanos». Reunidos en la oficina del grupo parlamentario de Syriza, la delegación de Podemos mantuvo un encuentro con su presidente, Alexis Tsipras, y al […]
El líder del movimiento político español Podemos, Pablo Iglesias, comenzó ayer una visita a Grecia de la mano del principal partido opositor, el izquierdista Syriza, y reclamó «una Europa para los ciudadanos».
Reunidos en la oficina del grupo parlamentario de Syriza, la delegación de Podemos mantuvo un encuentro con su presidente, Alexis Tsipras, y al término expresaron su determinación de trabajar juntos desde las instituciones europeas para construir un nuevo poder al servicio de los ciudadanos.
Tsipras se refirió a Podemos como «el partido que aprovechó el disgusto y también la esperanza de los españoles indignados, para dar la sorpresa en España y conseguir ocho por ciento de los votos» en las pasadas elecciones al Parlamento Europeo, lo que les valió cinco escaños.
El líder griego consideró que tanto en su país como en España los problemas son los mismos y «exigimos que se ponga fin a la política de austeridad, reivindicando una vida con dignidad», por ello, dijo, «debemos coordinar nuestra acción, para que amanezca en Europa un día con optimismo por el futuro y perspectivas para los pueblos».
Señaló que introducirán en el Parlamento Europeo «gente joven y nuevas ideas sobre la relación entre los ciudadanos y la política», pues para Syriza hacer política «es representar las luchas y la angustia de nuestros pueblos, especialmente de la juventud, que en ambos países tienen un desempleo del 60 por ciento».
Por su parte Iglesias calificó al partido griego como «la esperanza para los pueblos europeos» y rechazó la idea de ser colonia de Alemania o de la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) para recuperar «la soberanía, la libertad, los derechos sociales y la dignidad para nuestros países».
Como puntos comunes, el líder de Podemos señaló «la auditoría de la deuda, una reforma fiscal para que los ricos paguen impuestos, y acabar con los paraísos fiscales» y rechazó que Syriza hubiera moderado su discurso, pues construir una mayoría política y asumir responsabilidades de Estado en una situación de excepción «es asumir el más radical de los desafíos».
Iglesias criticó la reciente sentencia de la Corte Suprema de Estados Unidos contra el estado argentino, y en favor de los fondos especuladores, y dijo que «ningún poder exterior puede estar por encima del Parlamento y de la soberanía popular de un país, y quien eso hace es un enemigo de la democracia».
El eurodiputado español también se refirió a la designación del nuevo Jefe del Estado, Felipe VI, como «una mala noticia para los demócratas» por cuanto se le ha hecho entrar con urgencia y «por la puerta de atrás», lo que supone una falta de respeto a los ciudadanos que pedían «más democracia, frente a una Casa real identificada con la impunidad y la corrupción».
Además lamentó «la imagen de policías que deberían de estar para proteger a la gente y para detener a los banqueros, deteniendo a quienes estaban defendiendo los derechos civiles y ejerciendo su libertad de expresión», en referencia a los republicanos golpeados y detenidos durante el día de ayer en Madrid.
«Una pésima imagen de las autoridades españolas, más propia de una dictadura que de una democracia», afirmó.
Por último, mostró su disposición a trabajar conjuntamente «con todas las fuerzas políticas que están en el campo de la democracia, para cambiar nuestro país desde abajo, construyendo herramientas de protagonismo popular y ciudadano».