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Panamá y su reinserción estrategica en la economía mundial

Fuentes: Rebelión

Panamá esta insertada en el sistema económico financiarizado desde su conversión en la década de 1970 en una plataforma de servicios internacionales que incluye el Centro Bancario, la Zona Libre de Colon, centro de operaciones económicas extraterritoriales (Off Shore), el canal ampliado, el Centro Panamá Pacifico, La Zona Libre de petróleo, el Hub Aeroportuario de […]

Panamá esta insertada en el sistema económico financiarizado desde su conversión en la década de 1970 en una plataforma de servicios internacionales que incluye el Centro Bancario, la Zona Libre de Colon, centro de operaciones económicas extraterritoriales (Off Shore), el canal ampliado, el Centro Panamá Pacifico, La Zona Libre de petróleo, el Hub Aeroportuario de Tocumen, el desarrollo futuro como centro logístico y actividades afines.

Pero todo este sistema es clasificado por los países integrantes de la OCDE, como paraíso fiscal que a través del Grupo de Acción Financiera, elaboro desde la década de 1990 un listado de paraísos fiscales nocivos y no nocivos a raíz de una decisión tomada en 1988 por el Grupo de los 7 grandes potencias económicas del capitalismo de reducir o en su defecto controlar el papel de los mismos en la economía internacional. Esta postura del grupo de los 7 fue reiterada en abril del 2009 por el Grupo de los 20, que consideraron necesario reducir el papel de los paraísos fiscales en la economía mundial.

Por tanto no es de ninguna manera casual la irrupción del escándalo de los Panamá Papers pues nuestro país figura en la lista de los paraísos fiscales nocivos desde la década de 1990 y las presiones de la OCDE a través de Francia y Bélgica han sido permanentes. Si bien el gobierno de Panamá alega no ser un paraíso fiscal alegando que ejecuta un sistema tributario territorial, esto no es aceptado por la GAFI y sus exigencias siguen siendo ininterrumpidas.

Para el economista y catedrático de la Facultad de Economía de la Universidad de Panamá, José Eulogio Torres, que publico a fines de 1988 un ensayo titulado Fuerzas Armadas y Cuestión Nacional, en un pasaje del mismo considero que el verdadero objetivo de las sanciones económicas decretadas por el Gobierno de Ronald Reagan en marzo de 1988 era la destrucción de la Plataforma de Servicios Internacionales de Panamá. Dicha meta no se logró en el ese momento.

Siendo Panamá una economía integrada al sistema financiarizado, las políticas de DT de privilegiar la inversión productiva en desmedro de la especulativa, están afectando negativamente la economía panameña. En diciembre de 2017, el Congreso de EU redujo radicalmente los impuestos a las grandes empresas del 35 al 21 por ciento de la renta gravable y también redujo los impuestos a los ingresos obtenidos por las multinacionales estadounidenses fuera de EU a entre 5 al 15% y con la opción de negociar dicha taza. Esta última disposición afecta a todos los centros económicos extraterritorriales y las multinacionales estadounidenses están repatriando fondos hacia sus casas matrices en EU. Aparte de la repatriación de ganancias la reducción de impuestos busca que las empresas nacionales no emigren hacia el extranjero y convertir a EU en un foco de la inversión directa extranjera a nivel mundial. Esto se ha traducido en una recuperación notable de la economía estadounidense.

Las grandes corporaciones estadounidenses estudian repatriar a Estados Unidos hasta 400.000 millones de dólares (equivalentes a unos 335.000 millones de euros) de beneficios que lograron durante los últimos años en el extranjero, según informa la cadena estadounidense CNBC. La reforma fiscal de Trump les ofrece recuperar el dinero embolsado en el exterior a un coste menor. (Apple y otras firmas sopesan repatriar 335.000 millones de euros a EE UU. Periódico El País. 6 de enero de 2018. España)

Este hecho es lo que ha provocado que en los últimos meses más de 3000 millones de dólares del centro bancario de Panamá hayan emigrado hacia otras jurisdicciones.

El Papel de China

Las presiones de la OCDE, las políticas de DT y otros factores tanto internos como externos incidieron lo suficiente para que Juan Carlos Varela tomara la decisión de establecer relaciones diplomáticas y comerciales con la República Popular China y suscribir 19 acuerdos que insertan a Panamá en el proyecto de la Ruta de la Seda y que involucra a Panamá en el litigio geo político entre EU y China. Ambas potencias son el primero y segundo usuario del canal.

Vale anotar que una vez cumplido los acuerdos del tratado de 1977 que revirtió el Canal a Panamá el 31 de diciembre de 1999, el alcance estratégico de la posición geográfica de Panamá crece exponencialmente y entra en contradicción con las proclividades pro estadounidenses de las cúpulas económicas panameñas, porque el canal no solo es vital para EU sino para la economía mundial. Entonces la oligarquía panameña se ve obligada a asumir decisiones autónomas en función de sus intereses a pesar de su marcada proclividad pro estadounidense. Y esta contradicción no la puede superar.

Esta realidad coloca a las cupulas dirigentes y a todas las clases sociales del país en un serio dilema. China está interesada en función de sus intereses en alcanzar sus metas en Panamá y los EU se opondrá a las mismas. Si Panamá decide finalmente alinearse con los Estados Unidos en esta pugna geopolítica, China buscara abrir una nueva ruta interoceánica por Centroamérica o por México ya sea construyendo un nuevo canal interoceánico o un canal seco. El presidente electo de México, José Manuel López Obrador ya hizo una oferta a China en ese sentido.

Panamá en función de sus intereses nacionales a mediano y largo plazo debe promulgar un Estatuto de Neutralidad del Canal y de la República de Panamá y derogar por inconstitucionales e ilegales todos los acuerdos Salas Becker y Zubieta Becker que desarrollan las enmiendas De Concinni y la Reserva Nunn al Tratado de Neutralidad de 1977 y que anulan el artículo 5 de dicho Tratado que prohíbe el estacionamiento de base militares extranjeras y hace de Panamá una república tutelada sin ningún tipo de independencia.

Panamá después de la reversión del canal tiene que cumplir tres tareas fundamentales:

  1. Desarrollo económico equilibrado y ecológicamente sostenible

  2. Incorporación de toda la población a la modernidad que implica la construcción de una democracia real en donde los hombres y mujeres de este país disfruten de derechos reales y no formales.

  3. Promulgación de un Estatuto de Neutralidad del Canal y del país.

De estas tres tareas la más importante es la tercera porque retoma en términos reales la lucha por la soberanía e independencia nacional que se interrumpió después de la invasión de 1989.

Si este país no logra alcanzar una efectiva neutralidad la sociedad panameña no será viable. Y en el caso específico de la oligarquía y burguesía de no lograrlo su sistema económico será destruido porque EU no esta dispuesto a permitir el desarrollo económico de Panamá porque escaparía a su control.

Vale recordar una anécdota que relato en una ocasión el finado político del Partido Revolucionario Democrático, Mario Rogñoni, ya desaparecido en un programa radial: «Alguien le propuso a Teodoro Roosevelt anexar Panamá. Y Roosevelt le contesto que no y le señalo: a nosotros nos interesa solo la zona canalera».

Lo que tratamos de decir en términos reales y sencillos, es que el logro de la neutralidad no es una alternativa sino la única vía en que los panameños podremos sobrevivir como sociedad, como sistema económico y como país independientemente de la naturaleza de clase del estado panameño pues en esta pugna geopolítica con China, los EU estarían dispuestos a reocupar el país militarmente para controlar la posición geográfica sin importarle los intereses incluso de sus incondicionales más fieles.

Miguel Ángel Ramos es economista

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.