Como ser humano, siento una enorme decepción de ciertas especies que pertenecen a nuestra raza, me encantaría enormemente que estuvieran extintas, que fueran parte del olvido colectivo pero por el contrario siguen reproduciéndose a la velocidad de los gusanos de yogurt. Como mujer mi vergüenza es mayor porque denigran completamente el género. No han aprendido […]
Como ser humano, siento una enorme decepción de ciertas especies que pertenecen a nuestra raza, me encantaría enormemente que estuvieran extintas, que fueran parte del olvido colectivo pero por el contrario siguen reproduciéndose a la velocidad de los gusanos de yogurt. Como mujer mi vergüenza es mayor porque denigran completamente el género. No han aprendido la lección y ni la aprenderán, desconocen de dignidad, de conciencia y de justicia. La deshonra les carcome los sesos y el poder y el dinero les hacen bailar los ojos a ritmo de péndulo dirigido por la sed de la avaricia. Cuánto les hace falta para tener la decencia de llamarse seres humanos, actuando y viviendo como lo hacen jamás lo lograrán. Son entonces el deshecho, la inmundicia y la infamia de nuestra raza y de nuestro género.
Cómo es posible que desde la comodidad de una poltrona barnizada con tiranía militar y oligarca, especímenes del genero femenino de la Liga Pro Patria, tengan el descaro de anunciar que como fieles puñeteras que intentarán clavar un puñal por la espalda a la ex Fiscal General Claudia Paz y Paz. Cuando lo que deberían de hacer es abandonar las filas de la milicia y del círculo de emperifollados para por primera vez atreverse a honrar la vida. Para honrar la vida se necesitan arrestos, en la poltrona cualquier perico es verde, más cuando tienen de su lado al corrupto manto de impunidad.
Con un presidente que tiene las manos manchadas de sangre, una vicepresidenta que deshonra al género femenino, una recién sentada Fiscal General que agacha la cabeza y lanza a la basura su dignidad y con los serviles vendidos que marchan al paso de redoblante y camisas blancas, pretenden silenciarnos, doblegarnos y darnos agua al mejor estilo de los viejos tiempos. Toda una infraestructura del terror. Y quien se atreva a opinar le quiebran el culo y aparece tieso en cualquier barranco. Así es como este Gobierno de piltrafas humanas ha llevado las riendas del país.
Con todos los hilos de la impunidad a su cargo pretenden entonces darle vida a la marioneta, que falsa y sumisa obedece a los hijos traicioneros que desangran a su patria. La Liga Pro Patria, es eso: una vergüenza, la escoria que nació en este país: nuestro pedacito de tierra tan marginado y vapuleado que sigue resistiendo a pesar de tanta felonía. Tendrán el poder, el dinero mal habido, la impunidad de su parte, tendrán las metralletas, las bananeras, las azucareras, la hoja de tabaco y la poltrona con hedor a su propia miseria humana, pero no tienen la voz ni los arrestos de la ex Fiscal Claudia Paz y Paz, carecen de su dignidad, de su decencia para atreverse a ver de frente y caminar con pie firme. No, tendrán lo menos pero les hace falta lo más y eso a ella le sobra y ustedes ni con todo su dinero podrán comprarlo, porque la dignidad de una mujer que ha sabido honrar a su pueblo, la memoria histórica y a sus ancestros, no se vende.
No nos vengan a contar historias de ultra tumba, no pretendan tomarnos por infames, porque ustedes podrán tener sus seguidores; los vendidos y arrastrados, los lame botas y los que a cambio de una limosna les pondrían a su madre, a su hermana y a su hija en bandeja de plata. Ellos podrán ser parte de sus filas y de la conspiración, pero a nosotros ni siquiera intenten untarnos con su inmundicia. Hagan de sus campos pagados un rollito y fúmenselo por la orejas. Hagan de su querella contra Claudia Paz y Paz, el polvo blanco ( y encálense entre ustedes) y llénense las narices con él, conviértanlo en líquido e inyéctenselo como botox en las encías. Cómprense un su arsenal de antiinflamatorios y suminístrenselos por la vía en que mejor les queda porque el cerebro lo tienen tumefacto quien quita y con eso les regresen a la normalidad los dos dedos de frente y por ahí les va quedando claro que podrán engañar a los que gusten de participar en su juego pero que a los nunca vendidos jamás los podrán comprar.
Qué forma tan baja de ultrajar la oportunidad que tuvieron de acceder a la educación superior, qué manera tan vil de ser mujeres, qué mediocridad de seres humanos, y qué vergüenza de «letradas.» Me refiero por supuesto a las señoras Karen Ness y Hilda Aguilar, que encabezan las filas del residuo de ultra derecha que es la Liga Pro Patria. Me pregunto cómo estas dos mujeres (y aliados) podrán verse frente al espejo todas las mañanas, ¿no se aterrorizarán con el nivel de deshonra en el reflejo? Vaya que tienen bien puesto el descaro, a ver cuánto les dura porque este presidente no es para siempre así quiera convertirse en el nuevo dictador guatemalteco y arrullar la modorra en la poltrona al mejor estilo de Jorge Ubico y Ríos Montt.
Protegidas se sienten porque la impunidad hoy les corresponde y las avala y las aclama, a ustedes y a todo aquel que bajo su protección está de mezquino aprovechándose del la oportunidad para oprimir, robar, violentar y deshonrar la vida y a su patria. De marginar a su pueblo y humillarlo y hacerle el existir miserable. De obligar a que la semilla fértil emigre, de rechazar toda muestra de honestidad. De hacer inexistentes las oportunidades de desarrollo. De quedarse con los millones destinados a las mayorías y hacer con estos sus riquezas familiares e individuales.
Ojalá existiera un limbo en algún lugar del planeta, donde pagaran sus condenas los traidores, para mandarlos a todos ustedes a esa mazmorra y que ahí se pudran con el hedor de sus propios orines y excremento y que se limpiaran las culpas con los títulos universitarios con los que hoy pretenden manchar la dignidad de una mujer y de un pueblo.
Hoy es la Liga Pro Vida, son su ultra derecha por delante, con su escoria como escudo y con su deslealtad como voz, con mujeres infames como rostro, pero que se dejen venir los que quieran, aquí no tenemos metralletas, ni granadas, ni batallones de soldados ni emperifollados camisas blancas, aquí lo que hay es dignidad, conciencia, memoria histórica y sobre todo honra. Aquí lo que hay es una Fiscal que no se vendió, que no se dejó amagar, que no se intimidó y que al contrario fue capaz durante su tiempo en el Ministerio Público, de evidenciar con pruebas que sí hubo genocidio en Guatemala y uno de los tantos culpables es Ríos Montt, el que ustedes maniobraran los hilos de la marioneta para favorecer la impunidad es otro paisaje. Párense de pestañas si quieren pero la justicia en Guatemala ya habló.
Sepan ustedes que podrán tener el poder y el dinero, que es lo menos porque la lucidez, la honestidad, la conciencia y el amor a la tierra, a la justicia, a la memoria histórica y, a nuestros ancestros la tiene el pueblo y cuando éste se levante todo aquel que se atrevió a difamar, a robar y a transgredir la patria guatemalteca, no le alcanzarán las patas para salir corriendo cobardemente. Entonces veremos de qué lado masca la iguana. Aprovechados del letargo llorarán cuando éste despabile, porque no hay fuerza más digna que la de un pueblo indómito que se atreve a pelear por lo que es suyo.
Por el momento sepan que la ex Fiscal General Claudia Paz y Paz no está sola. Aquí estamos todas las voces todas, porque merecer la vida no es callar ni consentir, tantas injusticias repetidas, es una virtud, es dignidad, y es la actitud de identidad más definida.Porque aquí seguimos cantando al sol como la cigarra. Porque, ¿quién dijo que todo está perdido? Yo vengo a ofrecer mi corazón. Porque, todavía cantamos, todavía pedimos, todavía esperamos, todavía soñamos, a pesar de los golpes, que asestó en nuestras vidas, el ingenio del odio, desterrando al olvido, a nuestros seres queridos.
Porque todavía, el patrón va entrando a misa disfrazado de cordero. (Se da golpes en el pecho porque es muy duro ese cuero). Porque en su desgracia hay miles de niños que como único futuro tienen memorizarse el: rumbo a la cosecha, cosechero yo seré, y entre copos blancos mi esperanza cantaré, con manos curtidas dejaré en el algodón, mi corazón.
Porque, los señores de la mina, se han comprado una romana, para pesar el dinero que todititas las semanas le roban al pobre obrero. Porque todavía existen las casitas del barrio alto. Y porque qué triste se oye la lluvia en los techos de cartón, qué triste vive mi gente en los techos de cartón. Porque viene bajando el obrero casi arrastrando sus pasos por el peso del sufrir.
Porque a pesar de la deshonra de unos: ¡me gustan los estudiantes, jardín de las alegrías! Son aves que no se asustan de animal ni policía y no le asustan las balas ni el ladrar de la jauría. Porque, si se calla el cantor, se calla la vida porque la vida misma es todo un canto, si se calla en cantor, muere de espanto, la esperanza, la luz y la alegría. Porque seguimos, sobreviviendo.
Porque: la cultura es la verdad, que el pueblo debe saber, porque aprender a leer, es aprender a vivir. Qué no se quede sin aprender.
Porque aquí la sangre es roja, rojo fuego, rojo vida, rojo Fiscal querida.
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