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Perú

Paro de transportes: Unidad y estrategia para derrotar al crimen organizado

Fuentes: Rebelión

Locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes

Einstein

Un sector del transporte, dirigido por Manuel Odiana, está convocando a un paro el 21 de agosto y amenaza con irse a una “huelga indefinida” (¿cómo lo hizo Corrales?) si es que no se convoca a un Consejo de Estado para ver un Plan de inseguridad ciudadana (que se viene exigiendo hace más de medio año). Odiana dice representar a los custers y buses. El paro, que fue convocado también por Martín Valeriano, tiene el respaldo de Miguel Palomino, quien se hizo popular por increpar a la casta política del Congreso.

Sin embargo, a comparación de los primeros paros contra el crimen (que tuvieron su nacimiento el 26 S), los paros ahora lucen sin brillo. Los últimos paros, como los convocados para el 24-25 o el 27-28 de julio, han terminado fortaleciendo al régimen de la narcodictadura que no se inmuta en derogar las leyes del crimen y aprueba leyes como la del gatillo fácil y la amnistía a los militares del terrorismo de Estado.

Esto pasaría por diversas razones como el de la división por intereses particulares del propio Comité de Gremios de Transporte (que se desenvolvía como un referente de articulación de masas). Por otro, estaría el pragmatismo político de dirigentes que como Valeriano no saben explicar porque le han dado tanto tiempo de tregua a la dictadura gobernante que se caracteriza también por ser parte del crimen organizado.

Aunque Valeriano acaba de afirmar que, “…son 400 empresas las que van a parar el 21 de agosto…”, (Infobae, 19/08), algunas bases del transporte paralizarían mientras que otras no están seguras de paralizar ya que estarían condicionados por la patronal formal y porque además se habrían adecuado al pago de cupos. Es que también hay antecedentes en que un día antes del paro, se termina desconvocando el mismo por “negociaciones oscuras que se harían en las alturas a espaldas de las bases que son las que ponen los muertos”.

Por tanto, la efectiva paralización del 21/08 dependerá del ánimo de protesta y articulación de las bases transportistas. Hay que recordar que el éxito del paro del 10-11-23 de octubre del 2024 se debió a la radicalización de los choferes y cobradores exigiendo la derogación de las leyes del Crimen, mientras que el paro del 10/04/25 se debió a la participación de un sector de la patronal dirigida por Martín Ojeda, Giovanni Diez, etc. planteando inservibles Mesas de Negociación con la dictadura.

Los gremios sociales como los mercados, bodegas, etc., que apoyaron en un principio masivamente, ahora han dado un paso al costado y prefieren también pagar los cupos o invertir más en su seguridad privada porque ven intereses particulares en los líderes convocantes, porque no ven resultados concretos o porque los paros convocados como el del 28 de junio (por Corrales de la Carga Pesada), fueron pura finta (y que habría jugado en pared con el gobierno para tratar de desmoralizar al movimiento social).

Así las cosas, por más que mañana el paro se haga sentir (van más de 50 empresas que habrían confirmado su participación), de no haber una real Unidad (de todos los sectores del transporte y de afectados), y Estrategia (llamando a las bases a la autoorganización popular y exigiendo la renuncia del Ministro del Interior, la inhabilitación de Santivañez en el Estado, así como la renuncia de Dina y derogatoria de las leyes del crimen), pues, el Paro, sería un saludo a la bandera o utilizado como un método de presión para negociar en las alturas intereses subalternos.

Como decía Einstein, “Locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes”. Por tanto, la estrategia política con la que se convoca el Paro es clave. No se puede seguir creando expectativas en la PNP mientras no haya una limpieza radical de una institución que se caracteriza por su descomposición moral ya que es cómplice del crimen organizado. Si no es cambia de estrategia, seguiremos en esta situación de ley de la selva, donde los pobres de los conos de Lima ponen los muertos mientras la dictadura y los ricos pactan con el crimen o viven con estándares de seguridad VIP.

César Zelada. Director de La Abeja obrera. Escritor y colaborador en varios medios de prensa popular.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.