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Portugal: Que se lixe a Troika

«Passos Coelho tuvo que callarse cuando cantamos Grândola Vila Morena»

Fuentes: Diagonal

Helena Dias, jurista de 66 años, Luisa Ortigoso, actriz de 55 y João Camargo, ingeniero de 30, son portavoces del colectivo Que se Lixe a Troika (Que se joda la troika), movimiento civil portugués que está sacando a miles de personas a la calle contra la política de austeridad impuesta por la troika: el Fondo […]

Helena Dias, jurista de 66 años, Luisa Ortigoso, actriz de 55 y João Camargo, ingeniero de 30, son portavoces del colectivo Que se Lixe a Troika (Que se joda la troika), movimiento civil portugués que está sacando a miles de personas a la calle contra la política de austeridad impuesta por la troika: el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo. Los activistas han visitado Madrid para reunirse con representantes de las mareas ciudadanas. Afirman que es necesario crear un movimiento europeo contra la política de la troika.

¿Cómo surge el movimiento Que se Lixe a Troika?

João Camargo: Empezamos a reunirnos 30 personas a finales del verano pasado para redactar el comunicado de la manifestación del 15 de septiembre contra la Tasa Social Única, que aumentaba las retenciones de la Seguridad Social, en las nóminas de los trabajadores, del 11 al 18%. La protesta coincidió con la quinta evaluación de la troika a Portugal y fue la más numerosa después de la marcha del primero de mayo en 1974, tras la Revolución de los Claveles. Al final de la jornada del 15 de septiembre se rodeó el congreso. Entre ese grupo estamos personas de distinta procedencia y militancia, algunas relacionadas con la cultura, la medicina, sindicalistas, estudiantes, profesores… y así empezó este movimiento. Todos estamos en contra de la política del Gobierno portugués [del conservador Pedro Passos Coelho], pero sabemos que el problema es la troika que da las órdenes al Gobierno.

Tras la marcha de septiembre, el primer ministro tuvo que dar marcha atrás en la subida de las retenciones. Segui­mos con las protestas y, en enero, ya éramos 120 personas las que organizamos Que se Lixe a Troika. Aunque militamos en otras organizaciones, estamos en este colectivo a nivel particular, somos independientes y tenemos una estructura operativa.

Luisa Ortigoso: Yo me incorporé a Que se Lixe a Troika en la protesta del 13 octubre, que se llamó Cultura es Resistencia. Ese día llevamos a cabo una protesta durante ocho horas seguidas con representaciones teatrales, conciertos y actuaciones de danza en las calles y otros lugares públicos donde se implicaron conocidos artistas portugueses.

¿Qué acogida ha tenido este colectivo entre los portugueses?

L.O.: La gente está muy cansada, indignada, harta. En la última manifestación, el 2 de marzo, que se llevó a cabo en varias ciudades del país, Que se Lixe a Troika sacó a la calle a un millón y medio de personas. En esta protesta el clamor fue: «¡Gobi­er­no dimisión!»
Los portugueses se identifican porque existe un gran desencanto con los partidos políticos. Se reconocen en un discurso que no tiene que ver con el sistema actual. Nuestro objetivo es echar al Gobierno.

Habéis cantado Grândola, Vila Morena [himno de la Revolución de los Claveles] en el Parlamento. ¿Qué pasó ese día?

L.O.: Tenemos que ser imaginativos. Esa acción del 15 de febrero la plane­a­mos con mucho secretismo. Unas 30 personas entramos como invitados al Parla­mento. Los policías sabían que íbamos a hacer algo (asiente con la cabeza). Y en el momento que Passos Coelho iniciaba su intervención nos pusimos en pie y cantamos Grândola, Vila Morena. No gritamos, sólo cantamos. El primer ministro tuvo que callarse y cantamos la canción hasta el final, mientras, de forma pacífica, nos invitaron a marcharnos. Pero por los pasillos seguíamos cantando. Entona­mos la Grândola seis veces. Los policías que nos acompañaban iban llorando, los funcionarios lloraban, nosotros también nos emocionamos… Los portugueses se identificaron con la protesta porque vieron que fue pacífica y de una gran dignidad.

¿La Revolución de los Claveles está muy presente en la sociedad?

Helena Dias: Sí (dice con lágrimas en los ojos) y ahora mucho más.

L.O.: La Grândola es un símbolo que ya se canta en todas las manifestaciones. Tenemos un nuevo verbo: ‘grandolar’. Decimos: «Va­mos a grandolar al primer ministro, a este político, etc. Hace dos meses incorporamos también la palabra ‘entroikado’.

¿Las protestas se han intensificado con los nuevos recortes?

L.O.: Sí. El Gobierno quiere aplicar ahora un recorte de 4.000 millones de euros en fondos públicos y medidas como despedir a 20.000 profesores. Pero gracias a la presión popular no se atreve, tiene miedo. Hemos leído públicamente una moción de censura popular, como la que se puede plantear en el Parlamento, para echar al Go­bierno, en la que el pueblo portugués pide la dimisión de Passos Coelho. El texto y la recogida de firmas la vamos a colgar en internet en varios idiomas para que firme todo el mundo. La moción  empieza diciendo: «Obviamente, están ustedes despedidos».

J.C.: Ese «obviamente» tiene una referencia histórica importante para Portugal. Fue Humberto Delgado, en 1958, candidato a la presidencia frente a un almirante apoyado por el dictador Salazar, el que, al ser preguntado sobre qué haría con Salazar si ganaba, dijo: «Obviamente, está dimitido». Pero perdió las elecciones

L.O.: En otra protesta convocamos una concentración en la puerta de la residencia de Passos Coelho en la que decenas de personas con pañuelos blancos le dijeron adiós.

¿La represión policial es como la del Estado español o Grecia?

L.O.: No. En las manifestación apenas hay policía. A diferencia de España, los militares apoyan las protestas aunque no está claro si la policía está o no de acuerdo con Que se Lixe a Troika. La policía no es como aquí. Vuestros policías son como perros.

¿Qué planteáis a los portavoces de las mareas del Estado español?

L.O.: Queremos organizarnos. Ésta es una lucha internacional, el enemigo es común. Todos los ciudadanos estamos trabajando para los banqueros, etc.

¿ Cómo han afectado las medidas de austeridad al pueblo portugués?

J.C.: Ahora todo está fuera de control. Las previsiones del paro se han disparado, se ha destruido el empleo y la economía está en caída libre. El 15 de marzo el ministro de Finanzas presentó sus previsiones: más recesión, más paro, más deuda, más déficit… No tienen ninguna credibilidad.

La cifra oficial de paro es del 17% pero la real se sitúa entre el 22 y el 25%. Además, un grupo importante de trabajadores no se contabiliza en las estadísticas. Entre jóvenes y mayores, cerca de 100.000 personas se han tenido que exiliar [Portugal cuenta con diez millones y medio de habitantes]. Mientras, se ha privatizado el agua, la electricidad, la sanidad, la educación… igual que en España. El plan es universal, desde hace 40 años. Ahora el resultado es el mismo, no son malas previsiones, la deuda y el déficit son sólo la excusa para crear una situación que les permita entrar con su plan en los países. En Portugal cuando la troika entró, la deuda era del 101% del PIB, ahora es del 123%, después de todos los recortes. Lo que interesa es el programa de privatizaciones, cambiar el modelo de trabajo, un cambio de sistema.

 Fuente: https://www.diagonalperiodico.net/global-movimientos/passos-coelho-tuvo-callarse-cuando-cantamos-grandola-vila-morena.html