«Integrémonos y unámonos todos. En ello está la victoria «, con esta frase concluyo la Declaración de la Cumbre del Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), que recientemente se desarrolló en Caracas, Venezuela. Y realmente no puede ser de otra forma, pues en esa esencia […]
«Integrémonos y unámonos todos. En ello está la victoria «, con esta frase concluyo la Declaración de la Cumbre del Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), que recientemente se desarrolló en Caracas, Venezuela.
Y realmente no puede ser de otra forma, pues en esa esencia coincidieron la totalidad de los presidentes, ministros y jefes de delegaciones que asistieron a la cita, donde también rindieron tributo al líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez y al Comandante en Jefe Fidel Castro.
Tanto un líder como el otro, inspirados en los ideales de Bolívar y Martí, mostraron que el mejor de los caminos para, con el sublime respeto a la diversidad, UNIRSE por los sueños comunes de libertad, dignidad, justicia y paz para la Patria Grande.
En medio de la arremetida neoliberal que inunda estas tierras es preciso radicalizar los organismos que, como el ALBA, son integradores y que defienden la independencia, la autodeterminación y la identidad de nuestros pueblos.
Claro está que en esta arremetida la oligarquía latinoamericana no está sola, a ella la acompaña una prensa tan falta de ética y corrompida como los propios postulados que defiende, así mismo poder judiciales y legislativos que nada tienen que ver con la defensa de los más desposeídos y que en esta Patria Grande continúan siendo mayoría.
La lección para los pueblos que viven al Sur del Río Bravo y hasta la Patagonia, debe ser mirarse en el espejo que hoy reflejan naciones como Argentina, Paraguay y Brasil tras la vuelta atrás con gobiernos de corte Neoliberal y que apuestan por los recortes sociales en detrimento de la prosperidad para esos países.
En la reciente cita del ALBA, en Caracas quedó claro que el ataque principal es contra la Revolución Bolivariana, agudizada con la arbitraria orden ejecutiva del Presidente de los Estados Unidos que declara a Venezuela una amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional de ese país.
Resulta que la patria de Bolívar y Chávez constituye un hueso duro de roer, porque precisamente es Venezuela, la cuna de la libertad de Nuestra América, impulsora de la integración regional y bastión del antiimperialismo, por tanto la declaración de la Cumbre del ALBA deja claro que defenderla no es un problema solo de los venezolanos, es causa que convoca a TODOS los que luchamos por la verdadera independencia en América Latina y El Caribe.
El ALBA-TCP con su propósito de hacer del área bastión de la solidaridad, la complementariedad, la justicia y la cooperación ha de afianzarse ahora más que nunca, en momentos que se atraviesa por una etapa crucial de su historia y, de ello dependerá el empeño de los gobiernos y de manera especial de los pueblos y la impostergable radicalización de la UNIDAD e INTEGRACION.
Tal así que la radicalización de la integración deberá inyectar a bloques como el MERCOSUR, la UNASUR, CARICOM, y otros que recobraron su protagonismo en la última década, deben continuar contribuyendo a la integración regional, así y solo así perdurará vivo el legado que llega desde Bolívar y Martí y que, como nunca antes los gigantes Fidel y Chávez echaron a andar por los pobres de esta tierra.
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