Recomiendo:
0

Política italiana, ¿huérfana sin Berlusconi?

Fuentes: Prensa Latina

La política italiana del último lustro parece haber aceptado la idea de sentirse huérfana sin la figura del magnate mediático Silvio Berlusconi, quien en su afán de evitar ser procesado o sentenciado es capaz de mover los sentimientos de la estabilidad nacional. Más allá de poseer el control de casi el 90 por ciento de […]

La política italiana del último lustro parece haber aceptado la idea de sentirse huérfana sin la figura del magnate mediático Silvio Berlusconi, quien en su afán de evitar ser procesado o sentenciado es capaz de mover los sentimientos de la estabilidad nacional.

Más allá de poseer el control de casi el 90 por ciento de los medios de difusión de Italia, Berlusconi logra presentarse como elemento decisivo, capaz de poner en juego la continuidad de un Gobierno para evitar el peso de la justicia, como ocurre ahora con el caso Mediaset.

El tres veces primer ministro italiano en diferentes periodos en las últimas dos décadas y fundador del Partido del Pueblo de la Libertad (PDL) recibió la noticia, finalmente, de la confirmación por el tribunal de Casación de su sentencia a cuatro años de cárcel por fraude fiscal y malversación en el proceso de Mediaset.

Una decisión al respecto fue tomada en octubre del pasado año, pero Berlusconí se acogió a una ley aprobada en 2006 que prevé una amnistía para estos casos, por lo cual la condena quedó a reducida a un año en prisión.

Pero los abogados del multimillonario italiano lograron, primero aplazar la vista oral para conocer el veredicto más allá de finales de los comicios anticipados de febrero pasado, a los cuales hubo que ir, a causa de otra movida de Il Cavaliere con el gobierno tecnócrata de Mario Monti a finales de 2012.

Tal y como ocurrió en diciembre pasado, Berlusconi, quien después de ser sustituido por Monti al frente del gabinete en noviembre de 2011 por su incompetencia para lidiar con la crisis económica nacional, dijo salir de la política, realiza declaraciones que perjudican la coalición de Gobierno.

El gabinete de Monti cayó en enero pasado, al perder el apoyo del PDL en la coalición formada con la Unión de los Demócratas y de Centro.

Diarios como La Repubblica comentaron entonces que el magnate mediático sintió que la nueva dirección del PDL había fallado en su misión de retener la popularidad del electorado, luego que el Partido Democrático (PD, centroizquierda) organizó primarias dentro de su entidad con positiva repercusión en la nación.

Berlusconi consideró entonces que era necesario su regreso a la política y poco después Monti recogía sus pertenencias de la oficina ejecutiva, tras unos comicios anticipados que dejaron al irreverente Movimiento 5 Estrellas (M5S) como una importante tercera fuerza política.

El M5S, con más del 25 por ciento de apoyo en los comicios, resultó el partido en solitario más votado y logró bloquear la formación de un Gobierno en solitario del PD que finalmente debió pactar, por primera vez en la historia italiana, con la centroderecha.

Pero la superalianza, que también incluyó a la Opción Cívica de Monti, supuso una volátil unión de fuerzas en su momento opuestas y obligadas a cohabitar para poner a un vacío de poder de dos meses y sacar al país de la crisis económica.

Sin embargo, esas preocupaciones parecen estar lejos de las prioridades de Berlusconi, quien en otro momento de su estancia al frente del ejecutivo ideó leyes hechas a su medida para reforzar su inmunidad al aprovechar cómodas mayorías parlamentarias.

Il Cavaliere, pese a estar en espera de tres procesos judiciales, dirigió la campaña electoral del PDL en los comicios de febrero y logró al menos un puesto de senador, después que en su propia alianza la nacionalista Forza Italia le negó el derecho a postularse como Primer Ministro.

Nuevas amenazas

Una vez más, el multimillonario vuelve a poner contra la pared al Gobierno en un país donde dos meses es mucho tiempo para la vida política.

El PD del actual primer ministro Enrico Letta afirma que él está del lado de la justicia cuando se analiza la posibilidad de revocarle a Berlusconi la condición de senador.

Tal disposición responde a una ley que Monti fue capaz de introducir en su mandato de apenas un año para evitar la permanencia de personas condenadas en cargos políticos.

Pero Berlusconi vuelve a amenazar con mover la alfombra debajo del equipo ministerial, aún cuando públicamente niegue tal posibilidad.

«Sería absurdo que una fuerza democrática como el PD espere que una fuerza aliada siga trabajando con ella en el Gobierno, si la priva de su fundador y dirigente», afirmó el magnate mediático.

Acto seguido, afirmó que la continuidad del gabinete para nada estaba en juego, una declaración que dio poco consuelo a la centroizquierda, comentan medios de prensa.

El exprimer ministro se unió con su firma a una campaña para exigir la realización de referendos sobre una reforma judicial, después de acusar en varias ocasiones a los magistrados de orquestar un complot político en su contra.

Recordemos que en otro proceso judicial, el llamado caso Ruby, el fundador del PDL fue acusado de incitar a la prostitución a una adolescente marroquí y de abuso de poder, por lo cual resultó condenado a siete años de cárcel y prohibición de por vida a ocupar cargos políticos.

En la sentencia de Mediaset, aún objeto de apelaciones por los abogados de Berlusconi, también figura una limitación para ejercer en la política, pero de solo cinco años.

Las discusiones sobre la revocación de la condición de senador para Berlusconi mostrarán si la cúpula política italiana dejó finalmente de girar en torno a la figura del exprimer ministro para pasar a la madurez o si Il Cavaliere se mantiene al frente de todo.

En esta nación, la decisión de un tribunal apenas se puede materializar si no llega a ser refrendada por la Corte Suprema. De ahí que pese a verse involucrado desde principios de la década de 1990 en casos judiciales, Berlusconi nunca fue a la cárcel.

Para caer entre rejas, se necesita un veredicto final del Tribunal Supremo, Pero la reforma judicial solicitada de ninguna forma busca ser más directos en las condenas, sino más benévolos con los acusados, como el caballero Berlusconi.

*Jefe de la redacción Europa de Prensa Latina.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&idioma=1&id=1842561&Itemid=1