Traducido del inglés para Rebelión por Christine Lewis Carroll
El Partido Socialista de los Trabajadores ha emitido una declaración sobre la huelga en la construcción. Transcribimos a continuación el texto completo.
Miles de trabajadores de unas 20 obras de construcción y refinerías en Gran Bretaña han iniciado una huelga no oficial. El origen de la huelga es la argumentación que los trabajadores extranjeros están ocupando los puestos de trabajo de trabajadores británicos.
La crisis económica está amenazando los empleos y el nivel de vida de todos los trabajadores. La semana pasada, grandes multinacionales anunciaron la pérdida de 76.000 empleos en Estados Unidos, Gran Bretaña y Europa. El mundo está pasando por su crisis más profunda desde los años 30, causando desempleo masivo, recortes salariales y pobreza.
Este gobierno, que ha fallado a la gente trabajadora tan estrepitosamente, regala billones de libras a los banqueros con el fin de apuntalar el sistema de beneficios, pero a los trabajadores se les manda a la cola del paro. Como dijo un trabajador metalúrgico de la empresa Corus la semana pasada, «Si llevas bombín, te dan millones; si llevas casco, te mandan a casa».
Tenemos que luchar, con huelgas y protestas, y los sindicatos han sido escandalosamente lentos en organizar cualquier tipo de resistencia a la masacre laboral.
Pero estas huelgas se basan en consignas equivocadas, apuntando a la gente equivocada.
Está bien luchar por el mantenimiento del empleo y contra los recortes salariales. Está bien apuntar al sistema envenenado de la subcontratación que se utiliza para que los trabajadores compitan entre si.
Está bien exigir que todo el mundo cobre el mismo salario por el mismo trabajo y que no se rebajen los acuerdos nacionales. Y necesitamos acciones de gran militancia, incluso acciones no oficiales, para conseguir estas exigencias.
Pero estas huelgas no están haciendo esto – aunque lo crean los implicados.
El lema aceptado por muchos de los huelguistas es «empleos británicos para trabajadores británicos». Este lema procede directamente del discurso de Gordon Brown en la conferencia del Partido Laborista de 2007. Y lo han alentado muchos desde la dirección del sindicato Unite (Uníos). Derek Simpson y Unite no han hecho nada para alentar la resistencia a la pérdida de empleos, las expropiaciones o las leyes antisindicales. En vez de esto, los huelguistas adoptan una campaña que puede dividir a los trabajadores.
Esto libera de responsabilidad a los empresarios y amenaza con una división homicida en un momento que necesitamos la unidad de acción para la lucha.
Ni los italianos, ni los polacos, ni los portugueses son responsables de los ataques contra las condiciones de los trabajadores británicos.
Los trabajadores de la construcción se han visto siempre obligados a dejar su casa para buscar empleo, sea dentro o fuera de su país. ¿Cuántos trabajadores británicos (o sus padres o sus hermanos) han sido obligados a trabajar fuera, desde Dubai hasta Dusseldorf?
Cuando están divididos los trabajadores, son los patronos los que ganan. Total Oil, que gestiona la refinería de Immingham, gana 5 billones de libras cada tres meses. Jacobs, el principal contratista que luego subcontrató a una empresa italiana, ganó 250 millones de libras en 2007.
Estas empresas deberían ser los objetivos de los trabajadores, no sus compañeros.
Los que alientan estas huelgas están jugando con fuego. Una vez que se suscita la polémica, se abre la veda al racismo contra individuos. Ya en algunos almacenes de supermercados, los racistas han llamado a acciones contra los trabajadores extranjeros.
Todos sabemos lo que ocurrirá si se extiende la idea de que son los extranjeros, inmigrantes, negros o asiáticos los responsables de la crisis. Será un desastre para toda la clase obrera, alentará a todos los racistas y fascistas, y ayudará a los empresarios a realizar recortes salariales y de empleo. El BNP (partido nacional británico) ya está difundiendo propaganda racista en apoyo de las huelgas.
Todo el mundo debería preguntarse por qué los periódicos conservadores como The Express, The Sun y The Mail – que aborrecen el poder de los sindicatos y estimulan la privatización – simpatizan con las huelgas.
Las ideas derechistas se afianzan entre los trabajadores cuando ven que sus vidas se rompen y los sindicatos no dirigen la lucha. Sin duda algunas personas dentro de Unite piensan que es más fácil que la gente luche diciendo «empleos británicos para trabajadores británicos» que divide en vez de «los trabajadores no deben pagar la crisis de los patronos». Es una estrategia condenada al fracaso.
En vez de culpar a los trabajadores extranjeros, todo el mundo debería unirse para obligar a los dirigentes sindicales a luchar. Y si los sindicatos no quieren luchar, entonces los propios trabajadores tendrán que organizar la resistencia.
Exijamos el fin de un sistema donde los trabajadores extranjeros no se alojen junto con los trabajadores británicos. Que los trabajadores extranjeros entren en los sindicatos para marchar junto con los trabajadores británicos contra los patronos y su sistema.
Todos los trabajadores europeos están siendo atacados. Nuestros sindicatos deberían aprender de las huelgas generales llevados a cabo en Grecia y Francia. Necesitamos acción militante masiva dirigida hacia los empresarios y el gobierno.
- Para luchar contra los recortes de empleo.
- No a los pactos que recorten salarios o acepten despidos.
- No a la privatización y subcontratación.
- Unidad contra los patronos, no al racismo y al BNP.