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¿Por qué la Europa actual está condenada a desaparecer al enfrentarse a una nueva Völkerwanderung?

Fuentes: Rebelión

En primer lugar se debe definir el concepto de Völkerwanderung, el cual es un término traído del Alemán que significa: migración de los pueblos, usado por el Filósofo Arnold Toynbee en su obra Estudio de la Historia, que no es mas que una explicación del desplazamiento de gigantescas cantidades de seres humanos que poblaron los […]

En primer lugar se debe definir el concepto de Völkerwanderung, el cual es un término traído del Alemán que significa: migración de los pueblos, usado por el Filósofo Arnold Toynbee en su obra Estudio de la Historia, que no es mas que una explicación del desplazamiento de gigantescas cantidades de seres humanos que poblaron los distintos continentes y fundaron las distintas civilizaciones.

El continente llamado Europa, geográficamente hablando no existe, por cuanto es una continuación de la placa tectónica euroasiática, geógrafos rusos (el mas famoso Vassili Tatichtnev) coincidieron en definir la separación entre los Montes Urales, el Río Ural, el Mar Caspio, la Cordillera del Cáucaso, el Mar Negro y los estrechos del Bósforo y de Dardanelos; todo esto para encuadrar a la Federación de Rusia como un Estado-nación transcontinental, como es el caso de Egipto, Yemen, España, Portugal, Francia, Estados Unidos, Italia, Malta, Armenia, Azerbaiyán, Kasajistán, Turquía, Georgia, Grecia, Chile, Reino de los Países Bajos, Reino Unido, Dinamarca, Australia, entre otros.

Por ende el concepto «europeo» es sociocultural y no geográfico, en vista de que comparten una idiosincrasia, una historia, una religión (el cristianismo en sentido lato), instituciones políticas y económicas, así como una afinidad lingüística particular, lo cual en su concepto forma un gentilicio que hace a este pueblo así y no de otra manera.

No obstante, desde la venida de los viajes de descubrimiento a finales del siglo XV, así como el desarrollo del comercio de materias primas novedosas de zonas «remotas» del globo, pasando por el desarrollo del capitalismo y la industrialización, hasta que llegamos a la era imperial clásica del siglo XIX, todas estas etapas impulsadas por el hombre europeo, se acentuó y se perfeccionó un sistema colonial perverso, que ha imperado hasta nuestros días, dando como resultado un mundo dividido entre países desarrollados y países en vías de desarrollo, que por cierto, jamás he visto en mis 35 años de vida uno que se haya terminado de desarrollar.

Ahora bien, desde que el General Wesley Clark (nada más y nada menos que Comandante General de la Organización del Tratado del Atlántico Norte en 1997) dijo que los Estados Unidos de América pensaba hacer la guerra a siete países árabes y destruir sus ejércitos y sus economías, estaba denunciando este veterano que estaba en marcha la implantación del «Caos Constructivo» como doctrina divulgada en las sombras desde la Administración de Bush hijo, para destruir el Medio Oriente y sobre sus cenizas imponer gobiernos títeres de los intereses de las élites económicas anglosajonas. Dice un viejo dicho, «A rio revuelto, ganancia de pescadores».

La implantación de este «Caos Constructivo» ha tenido consecuencias desastrosas en los países que padecen tal visión diabólica, se han financiado grupos terroristas por parte de Occidente, así como se han hecho guerras de agresión contra estados soberanos, con resultados cataclísmicos de refugiados y desplazados, no solamente en Medio Oriente, sino en casi todas partes del mundo (caso colombiano en este hemisferio que se dirigen a Venezuela), existe actualmente una crisis generalizada de migrantes que ven inviable la permanencia en sus países de orígen, bien sea por guerras, por la economía capitalista o por diversos tipos de intolerancia; lanzándose a una odisea por llegar a territorio «europeo», lo cual va a conllevar, a mi manera de ver las cosas, la extinción definitiva de tal gentilicio como lo conocemos hoy en día.

Alemania dice que va a recibir a 800.000 refugiados sirios y parece que se va a quedar corta con esas estimaciones, por cuanto algunos analistas consideran que solamente en el Líbano (un país de 4,6 millones de habitantes) existe al menos un millón de refugiados (eso es como si a Venezuela llegaran unos 6 millones de personas en esa situación, cualquier casualidad es pura coincidencia) listos para hacer el viaje por mar o por tierra, es avasallante la cantidad y lo lejos que puede llegar el espíritu humano, estamos hablando de cientos de miles de personas que ya han llegado a lugares como Islandia y el mismo Reino Unido, esto es una muestra sin lugar a dudas de una Völkerwanderung moderna, se repite esta circunstancia en la historia y transformará el escenario etnográfico europeo, como en los tiempos de las invasiones bárbaras.

Los seres humanos han sido nómadas la mayor parte de su estancia en la tierra, apenas tendrá unos cuantos miles de años asentados y cultivando, eso en términos geológicos es un parpadeo en la historia, llegó el homo sapiens al continente americano a pie por el estrecho de Bering desde Asia, en botes desde el océano Pacífico y algunos charlatanes e ignorantes dicen que vinieron en naves espaciales, menospreciando los avances tecnológicos de culturas milenarias; lo cierto es que los sirios están actuando como un simple ser vivo que ve sus condiciones de vida en un lugar determinado imposibles de aguantar.

La situación es tan caótica, que no solamente los refugiados son originarios de los siete que cita Clark, en donde por supuesto ha habido guerras por parte de Occidente, sino en casi cualquier ciudadano subsahariano que viviendo en naciones que tienen altos índices de crecimiento económico, como es el caso de Nigeria, la bonanza se diluye en un grupito de privilegiados asquerosamente ricos y mezquinos. A sus ciudadanos no les queda otra que emprender el camino hacia Europa Occidental para tratar de resolver sus problemas de subsistencia.

En conclusión, llegarán millones y millones de refugiados a Europa, con costumbres distintas (como ponerse una burka o un velo algo que no toleran incluso los niños en las escuelas primarias, creándose desde pequeños la intolerancia y el racismo), idiomas distintos, religiones distintas, colores de piel distintos; producto de las guerras que apoyaron gobiernos genuflexos y cómplices, por adueñarse las trasnacionales de los recursos en hidrocarburos que cree estúpidamente el ciudadano de a pie que algo le llegará, cuando no ha visto un solo céntimo de esos saqueos que han hecho en el norte de África y en el Medio Oriente, trayendo consecuencias en mi opinión: la infiltración de miles de terroristas, que pondrán en jaque el Estado de bienestar europeo al llevar la yihad (como ya lo han hecho) al viejo continente y crear un nuevo orden como en el 11 de septiembre de 2001, pero un poco mas primitivo, me atrevería a decir como el del 28 de junio de 1914, removiendo viejos resquemores nacionalistas y xenófobos, teniendo que combatir a los advenedizos mediante una guerra de coalición, con tonalidades mundiales, o aceptar a regañadientes o por imposición a los millones que llegarán, cambiando para bien o para mal la vieja Europa, así como tuvo que hacerlo en su tiempo el Imperio Romano, extinguiéndose para siempre su civilización.

Jesús Millán Alejos es Magister en Relaciones Internacionales.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.