Con atascos que totalizaban 350 kilómetros en todo el país, una cuarta parte de los trenes y 20 por ciento del servicio del Metro operando en París, Francia se encontraba casi paralizada hoy por un nuevo paro del transporte contra la reforma de regímenes especiales de retiro, erigida en símbolo de la política de cambio […]
Con atascos que totalizaban 350 kilómetros en todo el país, una cuarta parte de los trenes y 20 por ciento del servicio del Metro operando en París, Francia se encontraba casi paralizada hoy por un nuevo paro del transporte contra la reforma de regímenes especiales de retiro, erigida en símbolo de la política de cambio del presidente conservador Nicolas Sarkozy.
Es la segunda vez en un mes, luego de la huelga del 18 de octubre, que los ferroviarios, el transporte público parisino y otras empresas del Estado protestan contra la reforma del régimen provisional para los empleados públicos, que prevé la eliminación de la jubilación anticipada.
En los ferrocarriles, donde sólo circuló entre 20 y 25 por ciento de los trenes, la situación podría continuar este jueves y el fin de semana. En París, sólo uno de cada cinco convoyes del Metro y 15 por ciento de los autobuses estaba en circulación.
Otros sectores involucrados por la reforma de los regímenes especiales, como los de la energía (electricidad y gas) y de la cultura (personal de la Opera de París) también se encontraban este miércoles en paro.
Bernard Thibault, secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), la principal organización sindical, declaró que desea «la continuación del movimiento» contra la reforma de los regímenes especiales de jubilación, en espera de una «reacción oficial del gobierno» a sus propuestas.
La CGT, que hasta ese momento reclamaba una negociación global nacional, propuso una negociación por separado y en presencia de un representante del Estado. El gobierno aceptó y encomendó al ministro del Trabajo, Xavier Bertrand, enviar una «carta con proposición de un método».
Sarkozy hizo saber su deseo de que el conflicto «termine lo antes posible» debido a que se dan las condiciones para «negociaciones por empresas y por sectores».
En otro frente para Sarkozy, unas 15 de las 85 universidades francesas estaban bloqueadas hoy por estudiantes que protestan contra una ley de autonomía presupuestaria de la enseñanza superior, en medio de una poco habitual pero importante movilización de los que se oponen a la huelga.
En Alemania, el sindicato de maquinistas emprendió un paro de 62 horas en la mayor huelga de la compañía ferroviaria Deutsche Bahn desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. El paro se extenderá hasta las 2 horas locales del sábado y afectará primero a los servicios de carga.