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Entrevista a Euclide Tsakalotos, Coordinador de la delegación griega de negociadores

«Presentamos nuestros argumentos, nos responden con normas»

Fuentes: Mediapart

El Eurogrupo, reunido en Riga, Letonia, el viernes 24 de abril, no alcanzó ningún acuerdo sobre Grecia. La falta de resultados ya estaba en el aire en Atenas durante los días precedentes y algunos predicen que las negociaciones continuarán así hasta el inicio del verano. Mientras tanto, las finanzas dela península helena se contraen: El […]

El Eurogrupo, reunido en Riga, Letonia, el viernes 24 de abril, no alcanzó ningún acuerdo sobre Grecia. La falta de resultados ya estaba en el aire en Atenas durante los días precedentes y algunos predicen que las negociaciones continuarán así hasta el inicio del verano. Mientras tanto, las finanzas dela península helena se contraen: El estado griego no ha conseguido el último pago del préstamo concedido de la UE-FMI (7.200 millones de euros), y los plazos de devolución de otros préstamos irán creciendo en los próximos meses. Oficialmente, las negociaciones se reanudarán durante la próxima reunión del Eurogrupo, el 11 de mayo, y al día siguiente, Atenas debe devolver 750 millones de euros al FMI…

¿Es posible salir del bloqueo? Conversación con Euclide Tsakalotos, ministro delegado de relaciones económicas internacionales del Ministerio de Exteriores del gobierno Tsipras. Este lunes, 27 de abril, este profesor de economía ha sido nombrado además, coordinador del equipo de negociadores griegos, en una ligera remodelación que da a entender que su rol va a ganar en importancia, con el trasfondo de las duras críticas en Bruselas al ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis. Además, el equipo de de los negociadores griegos se ha fortalecido con otras personas, especialmente Nikos Theocharakis, hasta ahora secretario genera de Yanis Varoufakis, por otro lado, encargado de elaborar un programa de crecimiento económico que servirá de base para un nuevo acuerdo con los acreedores en junio y Yorgos Chouliarakis, considerado cercano al del viceprimer ministro, Yannis Dragasakis, designado como responsable de la negociación con el «grupo de Bruselas».

Mediapart : Grecia y sus socios de la zona euro no llegan a ponerse de acuerdo. El acuerdo final se aplaza cada vez más. ¿Por qué?

Euclide Tsakalotos : Estoy convencido de que el gobierno griego no es el responsable de esta situación. Somos totalmente fieles al acuerdo del 20 de febrero, creímos en este acuerdo y enviamos el 24 de febrero una primera lista de reformas. Entonces el Eurogrupo la había aceptado diciendo que era un buen comienzo. Después enviamos otras listas, no dejamos de trabajar sobre las reformas.

¿Cuántas listas han enviado?

En mi opinión, muchas más que las necesarias. Han sido tres. El problema viene de que nuestros socios nos habían hablado de un conjunto compuesto por una parte, de las convenidas con el gobierno anterior y, por otra, de nuevas medidas que debíamos poner sobre la mesa nosotros. Ahora bien, si estas medidas son nuevas, es porque las recetas anteriores fracasaron, porque se hizo un nuevo análisis de la situación. Por ejemplo, en el tema del mercado de trabajo: ¿es necesario regularlo o desregularlo? Como gobierno de izquierdas, creemos que un mercado de trabajo regulado es más justo pues permite corregir los desequilibrios en beneficio de las y los trabajadores. Pero también es más eficaz desde el punto de vista económico porque un mercado de trabajo hiperliberalizado favorece a los empresarios no productivos, es decir a los que son incapaces de obtener beneficios sin imponer condiciones de trabajo infrahumanas y salarios extremadamente bajos: ¡esa gente debe dejar el mercado!

Así que nosotros aportamos un nuevo análisis, y el acuerdo del 20 de febrero estipulaba que nuestras medidas iban a ser decididas de acuerdo con las instituciones (las instituciones son el Eurogrupo, la Comisión europea, el BCE y el FMI. La palabra «Troika» se ha abandonado pues tenía muchas connotaciones negativas). Ahora bien, si las instituciones, sobre todo las de primer nivel, es decir, los expertos técnicos que vienen a Atenas a los ministerios, no aceptan nuestras propuestas y las rechazan sistemáticamente, eso va en contra del espíritu del acuerdo. ¡Claro que el espíritu del acuerdo se apoya en la concertación pero también estuvo orientado a dejarnos poner en marcha algunas de nuestras medidas! Es eso lo que retrasa hoy la negociación.

Por otra parte, las instituciones y nuestros socios dicen que quieren apoyarnos en nuestra lucha contra la corrupción y el fraude fiscal -problemas que existen desde hace años en Grecia. Cuando hicimos nuestro primer viaje a París, Londres, Roma y Francfort a comienzos de febrero, con Yanis Varoufakis, nuestros homólogos nos dijeron que nuestros predecesores no habían tomado muy en serio la lucha contra la oligarquía y la corrupción y que la llegada de Syriza la poder era la ocasión, en fin, de hacer frente a estos problemas. Pero ese apoyo no se ha traducido para nada en los hechos.

Además, entre todas las reformas para poner en marcha, hay que fijar prioridades. ¿Cuántas cosas puede realizar un gobierno en cuatro meses? ¿6, 7, 8 proyectos de ley?¡No puede hacer 150 proyectos de ley de aquí a junio! Por eso decimos a nuestros socios: puesto que estáis de acuerdo en que no se hicieron antes, y puesto que nosotros estamos dispuestos a llevarlas a la práctica, debemos escalonar todo eso.

Pero empiezo a tener dudas de que las instituciones y los países miembros nos apoyen realmente en las reformas de fondo. ¡Bajo los gobiernos anteriores, la devolución de los tramos de los préstamos UE-FMI nunca estaba condicionada a la lucha contra el fraude fiscal! Estaba condicionada a la bajada de salarios, a las pensiones de jubilación… Y las reformas de fondo que afectaban al sistema fiscal y a la corrupción nunca se pusieron en marcha.

¿No se juega algo más detrás de estas discusiones sin fin?

Para mí, se trata de conducirnos, con el agotamiento de la liquidez de la que dispone el estado griego, a un punto en el que estaremos obligados a muchos más compromisos.

Pero es una táctica que solo agrava la situación. Porque esto hunde la economía, bloquea las inversiones, y hace de la caída del gobierno una profecía autocumplida. Y al final, las instituciones nos dirán: ¿por qué no tienen ustedes superávit presupuestario?¿Pero cómo podemos lograr un superávit si la economía no vuelve a tomar impulso, si la gente no está en condiciones de pagar sus impuestos…?

Estos últimos días tuvimos que pedir liquidez a los entes locales y a diferentes organismos públicos. Esto provoca reacciones diversas … ¡ Esta medida tiene un coste político! A veces nos arriesgamos para mostrar que creemos en la salida de la crisis. No habría otra razón para utilizar las reservas de la administración local.

¿El gobierno griego está preparado, como dice la prensa, para llegar a un referéndum para aceptar las nuevas medidas?

Se han dicho cosas diferentes por parte de los miembros del gobierno. Como formo parte del equipo de negociadores, mi papel no es pronunciarme sobre la celebración de un referéndum. Lo que decimos es que, a diferencia del gobierno anterior, tenemos líneas rojas, Si llegamos a una situación de crisis con los socios europeos, si ellos también mantienen las líneas rojas, entonces necesitaremos explicárselo bien al pueblo griego y encontrar una solución, habida cuenta que contamos con un amplio apoyo de la población… Entonces examinaremos todas las posibilidades.

Dicho esto, no creo que lleguemos a eso, pues nuestros socios han comprendido bien nuestra popularidad y les parece bien que no tengamos nada que ver con el gobierno anterior. Antoni Samaras o incluso Nikos Anastasiadis en Chipre, aplicaron los programas que les habían dictado no solo porque estaban bajo presión sino porque ellos mismos creían en las tesis neoliberales. No es nuestro caso. Así que creo que se va a encontrar una solución. Hasta qué punto nos será favorable, en qué medida se nos dará gota a gota hasta junio… la pregunta queda abierta.

¿Cuáles son para el gobierno Tsipras los puntos no negociables y en qué puntos tropiezan las discusiones actualmente?

El restablecimiento de la negociación colectiva, que había sido suprimida del derecho laboral griego bajo las curas de austeridad, no es algo negociable. Las otras líneas rojas son las pensiones de jubilación que rechazamos bajar mucho y los impuestos. Las islas griegas, por ejemplo, se benefician de un impuesto reducido de IVA del 13% frente a un 23% en el resto del país. Excluimos aumentarlo porque es inviable dado los costes de acceso a estas islas, muchas de las cuales son muy pobres y están alejadas del continente. Si se aumenta el IVA en las islas, enseguida será necesario encontrar otra fórmula para mantenerlas… Estamos debatiendo actualmente un impuesto sobre los hoteles de lujo, es lo único que estamos dispuestos a poner en marcha.

¿Qué ha sido del impuesto sobre la propiedad inmobiliaria cuya supresión formaba parte del programa electoral de Syriza?

Este tema se está debatiendo.

¿Cuáles son los puntos más conflictivos?

Queremos restablecer el salario mínimo previo a la crisis. Pero tengo que precisar esto: nunca hemos dicho que no queremos el dinero de los europeos, como se ha dicho después de una propuesta mal comprendida de Yanis Varoufakis. Lo que dijimos es que no queremos este dinero a cambio del mantenimiento de un mal régimen político que en ningún caso es una solución y no hace más que agravar la situación. ¡Ninguna economía puede funcionar sin financiamiento! En 2015 ya hemos devuelto más de 7000 millones de euros y pago de intereses. Es necesario poder financiarse, sea de forma institucional o en los mercados… Ahora bien, actualmente no hacemos ni lo uno ni lo otro. El estado griego no ha tocado ni un céntimo desde el mes de agosto de 2014.

¿Qué conclusiones extrae usted de estos primeros meses como miembro del gobiernos de Tsipras ?

Mi profesión es enseñar economía en la universidad de Atenas. Debo confesar que estuve muy decepcionado cuando descubrí el nivel de esta negociación con Bruselas. Como universitario, cuando presento un argumento en una discusión, espero que quien está enfrente de mí me presenté un contrargumento. Sin embargo, nos han respondido con normas. Cuando exponíamos las particularidades de Grecia (por ejemplo, su carácter insular), nos respondían: no importa, existen las normas y hay que respetarlas. Se comprobó que era imposible un verdadero debate. Para un universitario aceptar es muy difícil un compromiso en estas condiciones. Pero también tengo que decir que esta experiencia de poder es una ocasión extraordinaria para poner en marcha lo que, como persona de izquierdas, he podido decir durante años. Hay que confesar que mientras no estábamos en el poder ¡eran palabras al viento! Ahora se trata de llevar a la práctica lo que hemos enseñado, es un desafío inmenso.

¿El gobierno Tsipras ha logrado poner en práctica una política de izquierdas a pesar del bloqueo de las negociaciones?

Sí, ha habido que aprobar un proyecto de ley para remediar la crisis humanitaria que afecta la país, con un cierto número de medidas sociales. También se ha hecho una reprogramación de las deudas fiscales para que el dinero vuelva a la caja del Estado. Se ha aprobado una reforma del sistema penitenciario para hacerlo más humano, más respetuoso con los derechos humanos. Estas tres reformas se corresponden con tres pilares de nuestra política: la cuestión humanitaria, la cuestión fiscal y la cuestión de valores. Pronto vamos a continuar con este tercer eje con un proyecto de ley de concesión de la ciudadanía griega a las personas migrantes de segunda generación. El gran desafío vendrá a continuación, será la reforma de la administración pública. Cómo hacerla menos corrupta, más eficaz, más controlable y como mejorar el servicio a la ciudadanía: ese será el mayor desafío después de la estabilización de la deuda.

Fuente: http://www.mediapart.fr/journal/int…

Traducción: VIENTO SUR