«La fuerza del conjunto del sistema imperialista descansa en la necesaria desigualdad de las partes que lo forman,»Eduardo Galeano Medios de Comunicación y Cambio Eduardo Galeano, fue, con «Las Venas abiertas de América Latina» entre otros, quién supo ver, predecir, y avisarnos de las inconcebibles injusticias que se cometen en nombre del buen nombre capitalista, […]
Eduardo Galeano
Medios de Comunicación y Cambio
Eduardo Galeano, fue, con «Las Venas abiertas de América Latina» entre otros, quién supo ver, predecir, y avisarnos de las inconcebibles injusticias que se cometen en nombre del buen nombre capitalista, occidental y cristiano. El Cambio, del que tanto hablamos hoy, también es aceptar la corresponsabilidad en la actual situación de la economía global, hacernos cargo de nuestros silencios y displicencias y actuar en consecuencia. Por ello, la visión tan mezquina de los medios de comunicación, en contar solo las consecuencias, sin hacer mención al origen: intéreses geopolíticos, la avaricia, la soberbia, la falta de empatía, el ombliguismo europeo que mira el dedo en vez de la luna cuando las cosas se ponen difíciles. Lo hicimos con Yugoslavia y esperemos haber madurado como sociedad y seres «humanos». Menos reuniones ejecutivas de la Comunidad Europea y más hechos, esa debería ser la consigna europea. La burocracia europea, parece un fin en sí misma, una manera de esquivar los problemas y evitar responsabilidades. Hacer como que los problemas no van con nosotros, Europa. Las playas las miramos para controlar si tienen bandera azul, pero no para ver las pateras que vienen, la desesperación de la gente que está dispuesta a ahogarse por escapar de países hundidos en la guerra y la miseria. De allí, las críticas y la desconfianza que despiertan los medios de comunicación que asignan tiempos y exclusivas atendiendo solo al share y no a las causas humanas.
Causas
Esclavos, oro, diamantes, opresión, invasión, matanzas, imposición, robo, genocidios, imperialismo, europeísmo, belicismo, vaciamiento, desfalco, apropiación indebida, profanación, humillación, utilización, refugio, explotación son todas palabras que pintan la desmesura europea cuando hace quinientos años ya y hasta la fecha, acudieron a vaciar las riquezas ajenas, y además a convertir indígenas en fieles cristianos. Luego, se quedaron, haciendo de los lugares invadidos nuevas provincias, y nuevos centros de minas de donde expoliar riquezas, bienes culturales, poder, y explotación. Toda Europa se lanzó al festival del colonialismo, repartiéndose el mundo invadido y lleno de riquezas.
El tratado de Tordesillas (1494), reparte América y el Globo entre España y Portugal un «esto es mío y aquello tuyo». Portugal, España, Francia, Alemania, Bélgica, Inglaterra, y otros países por aquellas fechas, todos impusieron, invadieron, violaron, masacraron, robaron, en los ingenuos y pecadores pueblos de todo el mundo incivilizado, según la visión desde sus propios principios e intereses.
Consecuencias
Hoy, vienen miles de seres humanos escapando de la guerra en su mayoría, -como lo hicieron millones de europeos en el último siglo, y, es hora de hacernos cargo de la responsabilidad sanitaria y humana que nos toca. Europa es también responsable y cómplice del abandono, de las situaciones injustas que se viven en África, Asia y Latinoamérica, no se lo pensaron muchos los colonizadores, adelantados y embajadores en corromper a algunos para perjudicar a muchos en aquellos países, la mayoría, -hoy-, bajo títeres traidores a su país y condescendientes con los intereses europeos. Y, cuando luchan por sus propios intereses y no inclinan su cuerpo en actitud sumisa, se les llama populistas. En caso contrario, se procede a expoliar diamantes, oro, agua, petróleo, madera, animales, patrimonios artísticos y personas.
Europa se organiza en cerrar las fronteras. Lo único que se lee en esa actitud es el miedo y la torpeza, de funcionarios muy alejados del sentir ciudadano. Ponerle puertas al campo. Imposible. Y además una actitud genocida por parte de la administración de la CE.
Europa en vez de cerrar fronteras y sembrar de vallas el jardín europeo, debe dejar de resistirse al cambio, y hacer lo contrario de lo que está haciendo. Abrir fronteras, aceptar con humildad que es responsabilidad humana hacernos cargo de la difícil situación que viven otros seres humanos y ayudar lo mejor posible para que estas personas que vienen a la Europa del humanismo, se sientan eso: personas.
Activismo
La problemática humanitaria que estamos viviendo exige también que la presión social proceda desde el activismo europeo, generando manifestaciones, concentraciones y toda la tecnología mediática necesaria para que los responsables políticos europeos tomen cartas en el asunto acordes con el espíritu de los ciudadanos. Levantar vallas, disponer fuerzas militares, alambradas, no es consecuente con los principios en los que se sustenta la comunidad europea. El comportamiento de los medios generalistas, acusando cierto aire tremendista en su objeto de subir audiencias transforma algo natural, que la gente se escape de las guerras y las miserias, en algo así como el show mediático de la pobreza, olvidando los tiempos en que los europeos se escapaban de aquí por idénticas razones. No nos dejemos manipular. No vemos con simpatía que se eleven vallas, se cierren fronteras y se use la fuerza militar para asustar a los que ya están asustados, desposeídos y heridos. Tenemos que organizarnos para defender el derecho a la vida de la gente que, desesperada, escapa de sus países y viene buscando paz y salvaguardar nada más y nada menos, que su propia existencia y la de sus hijos. Los pobres y descastados no tienen nacionalidad. No hay pasaporte para la pobreza.
El compromiso desde la izquierda con la lucha social, con los desfavorecidos, es global.
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