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Realizando la visión de Sandino

Fuentes: Rebelión

Entrevista con Pedro Haslam, Presidente del IDR y de la FENIAGRO, por Karla Jacobs, 3 de noviembre del 2009.


En esta entrevista Pedro Haslam habla sobre las altas y bajas del proceso histórico de la formación de cooperativas en Nicaragua desde el moemnto en que Augusto Sandino fundó el Central del Río Coco hasta el día de hoy. También habla a fondo sobre los planes contingentes del Sector Público Agropecuario Rural (SPAR) para mitigar los efectos de la sequía provocado por El Niño que se ha sentido en varios municipios del norte, occidente y centro del país durante los últimos meses.

* * *

Karla Jacobs: Hoy es el 3 de noviembre del 2009 y estoy con Pedro Haslam, el Presidente del Instituto de Desarrollo Rural (IDR) y miembro de la junta directiva del recién fundado entidad estatal el Instituto Nicaragüense de Fomento del Sector Cooperativo (INFOCOOP).

Haslam también es el Presidente de la Federación Nicaragüense de Cooperativas Agro-industriales (FENIAGRO) que es una de las organizaciones de cooperativas más grande en Nicaragua con representación de más de 27,000 familias campesinas.

Mi primera pregunta es precisamente sobre el sector cooperativo. Todos sabemos que en los años 80 se formaron cienes y tal vez miles de cooperativas en el campo de Nicaragua con el apoyo gubernamental del Frente. Fue un experimento social y productivo de alto éxito que se vio como un modelo en América Latina.

Sin embargo cuando ganó la presidencia Violeta Barrios el apoyo gubernamental comenzó a disminuirse de manera sustancial. Quiero que me cuente un poco sobre lo que fue esa experiencia del sector cooperativo en esos 16 años de gobiernos neo liberales.

Pedro Haslam: Hay que remontarse a la historia porque no fue de mera casualidad que la revolución conducida por el Frente Sandinista en los años 80 organizó más de 3,000 cooperativas de campesinos y campesinas. Y tampoco es casualidad que sobre ese andamiaje social fue que descansó el proyecto más representativo desde el punto de vista de la tenencia de la tierra, diría yo, en todo el mundo, que fue la reforma agraria Sandinista, cuando se entregaron más de dos millones y media de manzanas de tierra a los campesinos organizados en cooperativas.

Y para los años 80 el sector cooperativo entró a la economía, y a pesar del problema de la guerra de agresión, las cooperativas representaban un porcentaje importante no solo en la producción alimentaria sino que también en el sector de agro exportación. También el sistema de crédito, sobre todo de crédito rural, descansó sobre esa base organizativa de las cooperativas.

El neoliberalismo obligó la replanteamiento del modelo cooperativo

Para los años del neoliberalismo la experiencia fue dura. Hubo toda una ofensiva del sistema neoliberal que comenzó a implantarse en el año ’90 con Doña Violeta y que significó prácticamente un replanteamiento de la organización en el modelo cooperativo.

Pasamos las Cooperativas de Crédito y Servicio, que eran las que sustentaban el desarrollo del sistema de crédito, y las Cooperativas Agrícolas Sandinistas, las CAS, a un modelo más agro-industrial.

Pasamos a un modelo donde para poder soportar, las cooperativas que logramos sobrevivir y que logramos hacer resistencia al neoliberalismo, tuvimos que readecuarnos y tuvimos que insertarnos en un modelo agro-exportador. Estamos hablando de la producción de café, la producción láctea, el ajonjolí, etc.

Porque además se dio otra situación. Se contrajo el mercado interno. O sea que la producción de alimentos para la población nicaragüense fue abandonada de parte de los servicios del Estado, los servicios públicos.

Entonces producir el maíz y los frijoles para el mercado interno era imposible. Lo que hacíamos las cooperativas que sobrevivimos era producir la comida de los mismos campesinos y tal vez vender un poco. Pero no podía descansar el desarrollo ni la sobrevivencia del modelo como tal organizativo en esa economía porque se volvió una economía de subsistencia. Entonces nos dimos a la tarea de readecuarnos e insertarnos en en mercado internacional con productos exportables.

Eso lo hicimos los que sobrevivimos. Y hay que decir que más del 50% de la tierra que fue entregada por el Frente Sandinista en los años 80 fue prácticamente retornada, o fue vendida, o usurpada. Fueron diferentes mecanismos que se usaron pero el resultado fue que ya no quedó en las manos de esos campesinos a los cuales originalmente se les entregó. Esto fue una parte de la problemática.

Lo que nos tocó fue soportar la embestida de los multinacionales

El otro elemento es que desaparecen los programas de asistencia técnica, de transferencia de tecnología. Los programas de producción de semilla en el país también desaparecen. En lo que es el asunto del crédito, el banco nacional, los instrumentos financieros destinados a apoyar el sector rural también desaparecen y se establece entonces en el país el banco comercial. Simultáneamente se da apertura política, administrativa y jurídica a la instalación de las multinacionales.

Entonces un grupo de organizaciones cooperativas que lograron insertarse y lograron readecuar su modelo a un modelo más gerencial, de desarrollo de capacidades técnicas y administrativas de mercado, prácticamente se dieron a la tarea de soportar la embestida de los multinacionales.

Entonces en el caso del café por ejemplo, la expresión que nosotros tenemos hoy en los territorios es que existen algunas cooperativas operando y existen las multinacionales operando a través de sus diferentes mecanismos. A veces son disfrazados de nicaragüenses que aparentemente son los propietarios de una empresa comercial pero que no son más que representantes de multinacionales. Y esta situación la tenemos en diferentes sectores de la economía.

Ese grupo de cooperativas logró establecerse, logró desarrollar ese modelo y servir de punta de lanza para la sobrevivencia del sector cooperativo. Había otro sector que con el proceso de contra-reforma agraria se desmovilizó. Y hay otro sector que quedó ahí en sus comunidades sin mucha actividad cooperativa pero, podríamos decir, en un período de latencia – está ahí pero está inmovilizado. Y esto es el sector que ahora viene dinamizándose junto con el sector que logró insertarse de alguna manera readecuando su modelo.

Esa es la experiencia del sector cooperativo durante 16 años en total abandono, sin ninguna institucionalidad del sector, al contrario con mucha adversidad producto de la misma política del gobierno.

Está claro que el modelo neoliberal y el modelo cooperativo son modelos contrapuestos. El modelo cooperativo es un modelo social, solidario que apunta inclusive a una economía más comunitaria, más socialista si así lo queremos llamar, desde el punto de vista de la producción y los servicios. El modelo neo liberal es un modelo concentrador, individualista, excluyente, y que producto de su instalación en el país no dejó de afectar al sector de la economía solidario.

Estadísticas sobre el sector cooperativo en los 80 y el día de hoy

KJ: Me dijo al comienzo de su respuesta que en los años 80 se formó más de tres mil cooperativas. ¿Tiene algún dato sobre el número que sobrevivió durante esos 16 años?

PH: En los años ’80 se organizan cooperativas sobre todo en el sector rural. Luego en los años 90 surgen con mucha más expresión las cooperativas de transporte que hoy día representan otra cantidad de cooperativas importante. Este segundo gobierno del Frente hizo una revisión sobre la cantidad de cooperativas en existencia y ahí se calculó que tenemos la sobrevivencia de un poco más de mil cooperativas de base con algunas expresiones de integración como las uniones, las centrales y las federaciones.

KJ: ¿Ahí está hablando de todo tipo de cooperativas no solo cooperativas agrícolas?

PH: Así es, pero el registro que tenemos nos dice que el 70% de las cooperativas existentes son del sector agrícola, el sector productivo rural.

A estas alturas, al día de hoy después de casi tres años de gobierno Sandinista ya hay más de tres mil cooperativas activas porque hoy día hay un proceso interesante de organización de nuevas cooperativas y de reactivación de cooperativas que estaban inmovilizadas. Menos mal que los expedientes, los archivos de esas cooperativas de antaño aunque no fueron debidamente conservados pero ahí están.

Sandino y su certeza que el modelo cooperativo provee soluciones

KJ: Cuéntame un poco sobre ese proceso que mencionó, el proceso que ha venido desarrollando el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de levantar nuevamente el sector cooperativo.

PH: Cuando yo decía que hay que remontarse a la historia recordemos que en la plataforma de lucha de Sandino prácticamente se plantea la organización cooperativa como «la respuesta social a la economía del país para el bienestar de las familias.» Así lo expresa Sandino en una proclama.

Y en los años 30 cuando Sandino se desmoviliza, o cuando se firma la paz porque el nunca se desmovilizó, él organiza la primera gran cooperativa, la Central del Río Coco se llamaba.

No es casualidad que a Sandino lo asesinan en febrero y en el mes de marzo del mismo año ataca la Guardia de Somoza que ya era el ejército de ocupación la cooperativa del Río Coco y la desarticula. Y ahí es donde los generales que estaban en esa cooperativa se dispersan y el General Pedro Altamirano toma el rumbo siempre de la lucha armada en contra de la guardia de ocupación.

El Frente Sandinista en los años ’60, en una proclama también de lucha, retoma la organización cooperativa como el modelo social del campesinado y de los obreros también de este país.

Entonces no es casual que el gobierno actual conducido por el Frente se le de la importancia que tiene al sector cooperativo dentro de la economía social solidario. Porque una cooperativa, además de ser una organización social en sí misma, también apunta a objetivos económicos que tienen que ver con la mejoría del nivel de vida de la familia en el campo y en la ciudad.

El gobierno ha priorizado el fomento del sector cooperativo

Entonces el gobierno actual retoma este esfuerzo. Si nosotros revisamos el Plan Nacional de Desarrollo Humano, si revisamos los Planes Productivos del país, si revisamos las políticas del gobierno desde el punto de vista de el impulso de los proyectos sociales y económicos, se habla de la prioridad de las cooperativas.

Cuando el Comandante Daniel regresó de la Conferencia de Presidentes del ALBA en Cochabamba la semana pasada, en su informe que presentó a la nación instó a la población a que se organice en cooperativas porque es el modelo que se acerca a la construcción del modelo socialista.

Este gobierno ha dedicado importantes esfuerzo al sector cooperativo. Por ejemplo la Ley General de Cooperativas, la Ley 499, que fue una lucha de esas organizaciones que estuvimos luchando en contra del neo liberalismo se aprobó en el 2005.

Esa ley mandaba al ejecutivo a que dentro de seis meses se formaba el Instituto Nacional del Fomento Cooperativo como una entidad jurídica propia. Estaba el instituto de las cooperativas en el Ministerio del Trabajo como una dependencia para nada más legalizar a las cooperativas. No tenía nada que ver con el fomento.

El 17 de Agosto del 2007, por iniciativa del movimiento cooperativo y acompañados por organizaciones gremiales como la UNAG, nosotros montamos una asamblea nacional del sector cooperativo en Sébaco. Y durante esa asamblea les presentamos a la nación y al Presidente de la República, a la compañera Rosario y a los ministros la agenda de los movimientos cooperativos del país. En uno de los puntos de la agenda establece que se debe proceder a institucionalizar el sector.

El 2 de diciembre de ese mismo año la Ministra del Trabajo, la compañera Janet Chávez, juramentó e instaló a la junta directiva del INFOCOOP. La junta directiva se forma de cuatro ministros de Estado y cinco cooperativistas. Y el Comandante Daniel orientó que lo lógico fuera que si son cinco cooperativistas, y además por la importancia que tiene el sector cooperativo para el país, debe ser un cooperativista el que preside ese instituto.

Entonces de ahí comenzamos a trabajar para darle legalidad, darle institucionalidad, y está creada hoy en un proceso de desarrollo ese institucionalidad. Tenemos hoy programas de semilla, programas de producción, son programas que el gobierno revolucionario retoma y que se impulsan fundamentalmente a través de organizaciones cooperativas.

El ALBA ha abierto un gran espacio para las cooperativas

Se prioriza por ejemplo en el Fondo de Crédito Rural las organizaciones cooperativas. Entonces estas organizaciones ya no son las intermediarias financieras convencionales y no-convencionales que se les llaman, las que intermedian los fondos del gobierno, sino que son cooperativas.

Por ejemplo a través del programa ALBA-CARUNA más de 400 cooperativas rurales son atendidas. En el último registro que nosotros tenemos andamos cerca de los 1,500 cooperativas atendidas por programas de gobierno. Y ahí no están incluidos las cooperativas de transporte que a través de ellos se impulsa lo que es el subsidio gubernamental para el transporte público.

Decía un compañero de la junta directiva del ALBA en Nicaragua que la tarifa del transporte público en Managua debería de ser de C$5. Sin embargo, a través de las cooperativas el gobierno está subsidiando C$2.5, o sea la mitad del precio real de la tarifa está subsidiada para más de millón de nicaragüenses que utilizan el servicio.

En Nicaragua hay toda una voluntad y todo un proceso de que sea a través de las organizaciones locales, en otras palabras las organizaciones cooperativas que se pueden canalizar todos estos programas. Por ejemplo con el caso de las exportaciones a los países del ALBA el gobierno ha abierto un gran espacio para las organizaciones cooperativas.

Y ahora tenemos un nuevo mecanismo para acercar más estas programas a los territorios que son los Consejos Departamentales de Producción que los integra las instituciones vinculadas a la producción más las organizaciones representativas en cada departamento.

En estos Consejos de Producción es donde se va a canalizar los programas de crédito, el asunto del acopio de ENABAS [la Empresa Nicaragua de Alimentos Básicos], el acopio para los programas del ALBA, las vaquillas, los novillos.

El Comandante Daniel siempre nos lo ha dicho que las cooperativas tienen que avanzar y tienen que establecer sus propias relaciones de manera directa para beneficiarse del concepto y de la práctica del comercio justo que es el otro gran elemento de este proceso.

La institucionalización del comercio justo

Muchas de las cooperativas del país nos insertamos en un proceso internacional que se llama «comercio justo» que se basa en la solidaridad entre grupos de consumidores en los países consumidores de los productos alimenticios y las cooperativas en nuestros países.

Y ahora este tipo de comercio justo no es un hecho aislado sino que ahora que Nicaragua es miembro de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, el ALBA, nosotros tenemos institucionalizado ese concepto y esa práctica del comercio justo. Esto significa que hay mejores oportunidades para el productor, mejores precios, y también precios no especulativos al consumidor. Visto desde la perspectiva estratégica, esto es muy importante.

Una evaluación de estos procesos no debe ser solamente basada en cuánto hemos logrado concrétamente hasta este momento, ¿cuánto hemos vendido? ¿cuánto hemos comprado? Sino que debe ser basada en las perspectivas que tenemos de futuro en términos de expandir la implementación de estas prácticas a nivel nacional.

KJ: Estoy interesada en saber la experiencia que han tenido en ese proceso de fomento del sector cooperativo y específicamente la formación de nuevas cooperativas. Porque en Nicaragua durante los últimos dos décadas ha sido impuesta una cultura individualista que corresponde a la lógica del capitalismo global.

¿Ustedes han encontrado que hay sectores que están renuentes a integrarse en una organización cooperativa, o que resistan una filosofía basada en conceptos como la solidaridad y el colectivismo?

PH: Le puedo decir que en general en este momento no encontramos nosotros una resistencia. Sí hubieron momentos duros en ese sentido, sobre todo después de los años 90, producto de la misma guerra mediática. Porque lo que es la guerra mediática no solo es una ofensiva en contra del gobierno del Frente Sandinista y en contra del Comandante Daniel ahora, sino que ha sido constante desde los años ’80.

En el momento de los gobiernos neo liberales la ofensiva mediática fue el soporte para instalar ese capitalismo, ese individualismo, ese neo liberalismo en nuestra sociedad. Y hay que decirlo, esos años fueron duros.

Nuestra cultura ancestral nos ayuda a mantener valores colectivos

Pero hay un aspecto que es muy importante reflexionarlo y es que nuestra cultura ancestral ha sido comunitaria. Yo diría que esa cultura, esos valores tradicionales del pueblo nicaragüense es el capital más grande que ha tenido la revolución sandinista, y no lo logró destruir el neo liberalismo.

Nosotros los nicaragüenses somo muy solidarios por naturaleza porque así nos lo enseñaron nuestros antepasados, nuestros abuelos. En la casa de un campesino, en la casa de un nicaragüense del pueblo – no estoy hablando de otro tipo de personas que te cierren la puerta para que no entre cualquier persona en su casa – pero en la casa de un nicaragüense del pueblo, a una visita lo menos que se le da es un vaso de agua, una taza de café.

La cultura de nosotros se basa en compartir lo poco que tenemos con los demás. Y no es compartir lo que nos sobra porque difícilmente va a sobrar en una casa común y corriente de Nicaragua. Entonces esto, nuestra cultura, ha sido una base muy importante para la asociatividad.

Hubo un momento en que el ataque del neo liberalismo, de la oligarquía y de los medios de comunicación era fuerte. Decían que la gente que trabajaba en cooperativa no querían trabajar, que pedían.

Entonces a nosotros nos tocó hacer mucho esfuerzo para visibilizarnos de otra manera. Y hoy en día el sector cooperativo es un sector que tiene un reconocimiento en la sociedad por el nivel de aporte que tiene. Solo el hecho de no habernos dejado arrebatar el 100% de las tierras dice mucho. Porque aquí la agresión fue brutal. Tuvimos muertos. El campesinado nicaragüense después de la guerra siguió poniendo muertos producto de la ofensiva del proceso contra-reforma agraria.

Si solo recordemos esa epopeya de los obreros del café que tuvieron que salir a las carreteras, por ejemplo. Esa fue una lucha durísima. En las carreteras se nos murió gente. Y allí andábamos los cooperativistas apoyando a los obreros de café en un gesto de solidaridad.

Ese tipo de situación es una expresión importante, es un indicador de que en Nicaragua sí hay una cultura organizacional. Nosotros nos organizamos para todo. En la mayoría de las comunidades existe un comité de agua, un comité de mujeres, un grupo juvenil, el comité de la iglesia, etc.

Entonces tenemos una cultura organizacional que origina en nuestros antepasados pero que se afianza en los años ’80. Y eso, repito, es un capital que tiene la revolución.

El Niño y su afectación en Nicaragua

KJ: Cambiando de tema, Pedro. Quiero hablar sobre la sequía que ha afectado diferentes partes del país durante este invierno causado por el fenómeno El Niño. ¿Cuáles son las afectaciones específicas que está anticipando el Sector Público Agropecuario Rural, conocido como el SPAR, durante los próximos meses?

PH: Hablar de la sequía o del fenómeno El Niño es hablar de otra de las crisis que existen en el mundo que es la crisis del Cambio Climático. Y lo primero que hay que aclarar es que estas crisis no vienen de nuestros países, no nace en países como Nicaragua, pero ahora sí estamos inmersos en este problema. Igual pasa con la crisis financiera, la crisis energética, la crisis alimenticia, la crisis ambiental. Todas estas crisis se originen en los países «desarrollados».

Y ahora nosotros somos inmersos en estas crisis. Y en lo que es la crisis ambiental nosotros somos muy afectadas con huracanes, con sequías. Ahora hay una división geográfica interno en el país que nos separa entre zonas húmedas y zonas secas. Eso no lo teníamos hace unos cuantos años. Tenemos ahora nuestros suelos degradados.

Hoy estamos enfrentados a otro período de esta crisis que es cíclica, pero la particularidad es que estos ciclos se van acortando. O sea que ahora vemos los huracanes, las inundaciones y las sequías con más frecuencia.

Decían mis abuelos, que siempre vivieron allá por el río Matagalpa, decían que cada veinte años el río se desbordaba. Pero ahora mi familia, que todavía vivimos allí a la orilla del río, todos los años estamos a la expectativa de que cada vez que llueva recio se desborde el río.

Intensificar siembras de apante para garantizar la semilla

En la actualidad, desde el Gabinete de la Producción, el SPAR, nosotros hemos estado trabajando sobre este tema. Primero hay que reconocer que tenemos un problema con la baja de intensidad de las lluvias durante la época de siembras de postrera.

Entonces ahorita lo que tenemos es un plan para intensificar las siembras de apante en aquellas zonas donde hay condiciones, estamos hablando de la Costa del Caribe, Nueva Guinea, Río San Juan, las zonas que son mucho más húmedas y donde producimos el apante.

Además se está planteando y el Presidente ha orientado una siembra contingente de producción de semilla para asegurar disponibilidad de semilla para la primera siembra del próximo año.

KJ: ¿Eso se hace porque se imagina que los campesinos que no cosecharon de postrera no tendrán semillas para sembrar el próximo año?

PH: Sí. Lo que se hace normalmente es que se cosecha de primera y guarda la semilla para la próxima etapa, que en este caso es la postrera. O si es el Estado con la producción de semilla hay toda una organización para garantizar la producción de semilla de la primera para la postrera, de la postrera para el apante, de la apante para la primera. Se va trabajando por ciclo.

Entonces en este momento se está trabajando un plan especial para garantizar la producción de semilla. Este plan lo está trabajando el INTA [El Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria].

Apoyar a la gente para que produzcan para devolverles su dignidad

¿Por qué enfoco yo primero la producción? Porque el enfoque político del gobierno es devolverle la dignidad a la gente. Restituir ese valor, la dignidad, que forma parte de nuestros valores ancestrales y revolucionarios.

Hemos dicho que lo que nosotros debemos hacer es apoyar al campesinado para que produzca, para que pueda tener su comida, y para que pueda tener excedentes para la comercialización y poder sufragar otros gastos que tiene que no los puede producir labrando la tierra.

Entonces en las zonas de apante, hay que echarlas todas, como decimos. Y luego en las zonas donde nosotros podamos implementar proyectos de mitigación de pobreza – pero poniendo a producir.

Nosotros hemos estado en reuniones con la FAO [la Organización de Alimentos y Agricultura de la ONU], con el PMA [el Programa Mundial de Alimentos], con el Banco Mundial, con todas las organizaciones que tienen que ver con el tema de la seguridad alimentaria para coordinar todo estos esfuerzos que el gobierno está liderando.

Pero hay que decirlo también – no estamos en una emergencia como se ha querido aparentar. No hay hambruna en el país, hay que ser claro, desde el punto de vista de que la sequía, el fenómeno de El Niño ya nos está produciendo falta de alimentos en el país. No estamos en ese etapa. En eso hay que ser muy claro.

Planes contingentes, no de emergencia

Sí estamos trabajando en planes contingentes. No son planes de emergencia. Son dos cosas diferentes.

Estamos trabajando en planes contingentes para prevenir una situación de emergencia. Estamos trabajando para prevenir la necesidad de entregar alimentos. Pero si acaso se plantea que en una comunidad hay falta de alimentos y la única respuesta es la entrega de alimentos, pues yo estoy totalmente seguro que no vamos a dejar morir de hambre a nadie.

Pero hay que ser muy claro en esto. No estamos en una situación de hambruna, de emergencia en el país. Ha sido más una campaña mediática de querer aparentar de que hay una emergencia.

Y esa campaña mediática es hacia lo interno, pero más que todo es hacia afuera. Que tenga resonancia en el extranjero para hacer creer que este es un gobierno inoperante, que es un gobierno insensible a los problemas sociales.

Hambruna hubo en los años del gobierno de Enrique Bolaños cuando tuvimos la crisis internacional de los precios del café. Hubo gente que se nos desnutrió y hubieron niños que se murieron de hambre en las carreteras por falta de comida.

En este momento no hay absolutamente ninguna señal de hambruna. Y está clarísimo que estamos organizado, estamos preparados desde las diferentes instituciones para enfrentar la situación que ha causado El Niño.

IDR tiene proyectos de mitigación en zonas afectadas

El IDR tiene proyectos para 33 municipios que son identificados como de mayor severidad en su afectación de la sequía. Y allí estamos con el proyecto familiar. Alguna gente puede decir que como el IDR ahora tiene un enfoque agro-industrial, entonces se les olvidó que hay familias rurales en la zona seca.

No, nosotros estamos apoyando familias en esas zonas con el proyecto de micro-riego. Hemos estado implementando proyectos de micro-riego por ejemplo en las zonas de Boaco y Chontales. Hemos estado trabajando con un proyecto de generación de empleo rural con proyectos de cultivo de patio, por ejemplo. Inclusive hemos estado en la labor de construcción de pozos comunitarios. El Mag-for también tiene sus propios programas en este sentido.

O sea, estamos organizados y estamos conduciendo el proceso de mitigación. Estamos reflexionando sobre algunos programas. Por ejemplo si estamos entregando animales y los animales van a competir con la comida de las personas en la época seca, entonces hay que revisar eso.

Entonces, sí estamos en el camino para enfrentar la afectación de este fenómeno en el país.

Y en Nicaragua hay reservas de comida. Estábamos revisando esto y sí hay reservas y no solo las que están en ENABAS donde tenés para tres meses por ejemplo, que es lo que exigen los organismos internacionales en el tema de las reservas alimenticias. Pero las reservas que tenemos en el país, las reservas que tenemos los mismos productores en nuestras casas y en nuestras fincas esa es parte de las reservas nacionales. Y hay que recordar que la gran mayoría de los productores campesinos guardamos frijoles y maíz para cierto tiempo.

KJ: Es interesante escuchar que Usted se siente seguro de que si hay comunidades donde la gente definitivamente no tiene nada que comer que el gobierno podría estar dispuesto a entregar alimentos. Porque eso es un problema muy delicado en el sentido de que hay sectores de la población campesina, los sectores más empobrecidos que si no cosechan tampoco les queda la opción de estar comprando la comida. Tal vez puede ampliar un poco su comentario de que el gobierno estaría dispuesto a entregar comida si fuera necesario en algunas zonas.

También si puede decir ¿cuáles son los municipios más afectadas por la falta de lluvia?

Los municipios más afectados

PH: Hay una lista de las zonas más afectadas que incluye los municipios de Madriz, los municipios de la zona de occidente, León, Chinandega, algunos municipios de Matagalpa sobre todo los que están vecino a Managua, un par de municipios de Boaco.

Lo importante de esto es que el gobierno, el Frente Sandinista tiene la organización territorial más grande y con mayor cobertura que casi cualquier otro partido en cualquier otro país.

Y además pues, tenemos una gran diversidad en el tipo de organizaciones. Porque no solo son los Consejos de Poder Ciudadano, también son las cooperativas, también hay asociaciones de pobladores, hay organizaciones de mujeres. O sea el gobierno tiene una gran diversidad de organizaciones y de canales de información que te permite tener información fresca y de mucha comprobación.

Y por supuesto las instituciones de gobierno con la FAO y las otras organizaciones del Programa Mundial de Alimentos estamos estableciendo las coordinaciones necesarias para tener un solo criterio y para que nos pongamos de acuerdo en nuestras acciones también.

No queremos fomentar una dependencia entre la población

Este tema de entrega de alimentos es muy delicado para el gobierno porque nosotros no queremos más dependencia en la gente hacía programas o hacía instituciones. Cuando yo digo que estamos trabajando para restituir la dignidad de las personas es que nosotros sabemos que la gente se siente tranquila si ellos mismos están produciendo su comida.

Hay una cosa que se llama método de vida sostenible que se refiere a la posibilidad de que la gente establezca su base productiva, aunque sea muy pequeña, pero es su base productiva que le va a garantizar que si mañana no viene el PMA la gente pueda producir su comida.

Por ejemplo si hay un pozo en la comunidad y si entre todos podemos darle mantenimiento a ese pozo y le podemos instalar un micro riego, que puede ser de lo más rústico. Pero yo puedo mañana que no esté nadie externo ayudándome, yo puedo seguir produciendo mi comida.

La crisis ambiental no nos va a afectar una sola vez. Como decía antes, cada vez los ciclos son más cortos. Entonces tenemos que hacer producir esas comunidades. Tenemos que buscar a generar vida propia.

No es que ya tenemos todos los recursos para resolver todos los problemas que tiene la gente pero al menos vamos haciendo esfuerzos puntuales.

Yo siempre digo a la gente: «gracias a Dios que tenemos al Frente Sandinista en el gobierno, y que tenemos al Comandante Daniel Ortega al frente de ese gobierno.» Porque en estas épocas de crisis con los gobiernos que teníamos antes ni quiera Dios como estuviéramos.

Para mí es insólito el caso del Volcán Casita [donde en noviembre 1998 el Huracán Mitch provocó un deslave que enterró a miles de personas]. Y estando tan cerca el Presidente de esa época [Arnoldo Aleman] dijo que la Alcaldesa del lugar [que anunciaba la tragedia] Casita estaba loca – y el pueblo enterrado ya.

Entonces yo doy gracias a Dios que tenemos un gobierno sensible a los problemas sociales. Es más, el Frente ha entregado este gobierno al pueblo. Estamos en ese proceso. No es fácil. No es fácil desmontar el neoliberalismo institucionalizado. Pero estamos trabajando para que las gestiones se hagan desde el pueblo.

Con el ejemplo de los Gabinetes de la Producción tenemos planteado que se enrumbe hacía la toma de decisiones y la ejecución de esas decisiones por la población organizada. Y un punto de alta importancia que ha orientado el Presidente Ortega es la práctica de la fiscalización social.

La lucha gubernamental para estabilizar los precios de los alimentos

TcS: Ahora cambiando de tema, yo he escuchado decir a personas en la calle, en el taxi, en la pulpería, «sí, tal vez estamos produciendo más, pero nunca bajan los precios.» No sé que tendría Usted que decir sobre esa percepción de una parte de la población. Sé que es un tema muy complejo.

PH: Con el tema de los precios estamos hablando del tema de la inflación. En este país no ha habido inflación en el 2009 según datos oficiales. Pero bueno, uno de los indicadores de la inflación que siente la población es el precio al consumidor.

¿Qué es lo que pasa? Cuando han habido intentos del mercado especulativo de disparar los precios el gobierno ahora tiene instrumentos, como es el caso de ENABAS, no para regular sino para estabilizar.

ENABAS sirve como un instrumento de estabilización, eso hay que tener lo claro, porque el Estado no es regulador de precios. Aunque para muchos debería de serlo. Yo diría que la mayoría de la gente pobre de este país quisiera que el Estado dispusiera los precios de los alimentos.

Y es lo que hace en los puestos de ENABAS, o sea, a través de los puestos de venta [comunitarios de comida básica] el Estado puede establecer los precios. Y el otro mercado que existe es el mercado libre donde cada quien compra y vende a quién sea y al precio que sea.

En el caso de ENABAS se ha venido creciendo de manera importante la cantidad y la cobertura de los puestos de venta. Ya no solo están en los barrios sino que también en algunas instituciones para ayudar un poco con el tema del salario.

Los precios de los insumos son fuera de nuestro control

El tema de los precios es importante. Hay que decir que hay un proceso que es parte de esta crisis financiera internacional que tiene que ver con la inflación y la misma devaluación del dólar. Producto de la devaluación del dólar los costos para el productor son más altos porque nosotros usamos mucha materia prima importada. Si nosotros produjéramos todo aquí, a lo mejor fuera diferente el asunto.

Y hay que recordar que la materia prima que nosotros importamos en otros países está subsidiada al productor. E indirectamente ese subsidio lo pagamos los países empobrecidos porque a nosotros ya nos viene a un costo más elevado.

Luego están los costos elevados del combustible que otra vez llegó cerca de los US$80 el barril de petroleo. Los costos del fertilizante también están elevados. Y a pesar de que nosotros tenemos el programa de Abono para el Pueblo gracias al ALBA, siempre hay otros insumos que son caros.

Pero retomemos la situación del 2007. Yo recuerdo que los productores vendimos el frijol a C$400 el quintal que significa C$4 la libra. A ese precio lo estaban comprando los intermediarios a los productores. Pero el consumidor nicaragüense estaba pagando entre C$18 y C$27 la libra de frijoles al final de ese mismo año.

Es una diferencia de precio sustantiva y toda esa ganancia lo tiene el intermediario quien no tiene gastos de producción, que solo tiene un costo de manejo y de transacción y que tal vez el costo de capital que invierte. Pero el intermediario no tiene costos de producción ni riesgos de producción.

Porque si hay una sequía y el productor no produce, pues el intermediario no compra. El único riesgo es que no invirtió y no ganó. Mientras que el productor si sembró y dejó de llover, pues ya perdió.

Entonces ese año, el año 2007, existió la disposición política y se crearon los primeros puestos de venta de ENABAS. Los primeros puestos surgieron de esa situación de los precios que fue una situación para el pueblo insostenible. Y el gobierno logró que en 15 días se redujera de C$23 a C$12 el precio de la libra de frijoles.

Entonces ahora sí tenemos ese instrumento para ir normalizando esa relación que tiene que ver con el precio y que tiene que ver con el poder adquisitivo de la población también.

En la medida que podamos ir fortaleciendo ese comercio justo entre productores y consumidores con el apoyo de un gobierno que nos facilite los canales de acopio, de comercialización y de abastecimiento, con más puestos de venta de ENABAS y la insertación de más productores organizados pues los precios se van a ir estabilizando más. Eso porque las instituciones del Estado podrán ir teniendo una relación directa con los productores a través de sus organizaciones en cada territorio.

Entonces, sí, tenemos en camino una solución planteada al tema de los precios de los alimentos básicos.

Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa de la autora, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.