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Referéndum griego: Deudocracia contra Democracia

Fuentes: Ecologistas en acción

Ecologistas en Acción saluda la victoria de los movimientos sociales griegos con la convocatoria de un referéndum para validar los cainitas ajustes impuestos por la troika. Del mismo modo, señala como la salida en trompa de la UE, el FMI y los mercados internacionales contra esta mínima medida de higiene democrática, demuestra que vivimos en […]

Ecologistas en Acción saluda la victoria de los movimientos sociales griegos con la convocatoria de un referéndum para validar los cainitas ajustes impuestos por la troika. Del mismo modo, señala como la salida en trompa de la UE, el FMI y los mercados internacionales contra esta mínima medida de higiene democrática, demuestra que vivimos en una deudocracia en lugar de vivir en una democracia.

Al unísono, con una sola voz y un solo mensaje han salido el Consejo Europeo, la Comisión Europea, el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional, la banca alemana y francesa, la agencia de raiting Fitch, los mercados financieros (expresándose en forma de ventas), los Gobiernos alemán, francés y español y el PP. Todos claman contra la decisión del Gobierno griego de consultar a su ciudadanía sobre la conveniencia de las medidas de duro ajuste que les quieren imponer.

¿Por qué esta unanimidad? Para Ecologistas en Acción, lo que acaba de hacer el Gobierno griego, presionado por su población, es una cesión hacia la democracia frente a la deudocracia y el gobierno de las finanzas. Esto puede suponer un peligroso ejemplo para otros países ya «rescatados», (Portugal e Irlanda), o que están en la lista de espera, (Italia, España y Bélgica).

Sin embargo, existen precedentes positivos para las poblaciones locales, que demuestran que la alternativa democrática es mucho más legítima y viable. Por ejemplo, Islandia consultó a su ciudadanía si quería asumir las condiciones cainitas que les querían imponer Holanda y el Reino Unido para defender a sus bancos. La respuesta fue, por dos veces, negativa, y los grandes bancos islandeses cayeron, con implicaciones para la población mucho menores de las que hubiera tenido el inmenso rescate que se les quería imponer.

Otro ejemplo: Argentina. Durante la crisis de 2001 el país americano suspendió pagos, dejó de pagar su deuda externa. ¿Supuso esto el hundimiento del estado? No. Lo que supuso es que los recursos que antes iban dirigidos a la banca internacional o a los países acreedores, se emplearon con otros fines. De hecho, Argentina todavía tiene suspendida la devolución de una parte de su deuda, lo que no le impide sentarse en la reunión del G-20 de Cannes.

Un último, ejemplo reseñable es el de Ecuador que, tras auditar su deuda, dejó de pagar la que consideró ilegítima. En Grecia, al igual que en España o en Francia, se está articulando un potente movimiento social que demanda la auditoría de la deuda pública.

Ecologistas en Acción quiere recordar que la situación de la población griega es dramática. Valgan dos datos para ilustrarlo: el paro se acerca ya al 20% y el interés de su deuda llega casi al 25% (mientras que la alemana está por debajo del 2%).

El anuncio de la convocatoria de referéndum en Grecia es la primera victoria clara de la fortísima movilización social griega contra las imposiciones de la troika (el BCE, la Comisión Europea y el FMI). Una victoria que tiene que concretarse finalmente en una pregunta clara y no en una pregunta trampa, como la que se formuló el PSOE en el referéndum de la OTAN.

Además, el anuncio del referéndum coloca en mucha mejor posición al Gobierno griego. Por una parte de cara a su población, que venía ejerciendo una presión asfixiante durante los últimos meses. Pero también en las negociaciones. De estar en una situación de trágala, el Gobierno griego, con la herramienta del referéndum en la mano (con un más que probable «no» como respuesta, si se formula una pregunta clara), recupera poder en las negociaciones en el marco de la deudocracia.

Y todo ello ocurre en el marco de la reunión de Cannes del G-20, donde no va a haber ni siquiera avances tímidos en débiles marcos regulatorios del capitalismo global, como la tantas veces nombrada Tasa a las Transacciones Financieras o el control de las agencias de calificación, por no hablar de poner coto a unos paraísos fiscales que el G-20 dice que ya no existen, pues los pasó todos a su «lista gris».

De lo que sí hablará el G-20, es de recuperar una senda de imposible crecimiento en un marco de recursos cada vez más escasos.

Fuente:  http://www.ecologistasenaccion.org/article21655.html

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

rCR