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Uruguay

Restos encontrados pertenecen al maestro desaparecido Julio Castro

Fuentes: Rebelión

«De acuerdo a las pericias realizadas se confirma que los restos óseos encontrados en el Batallón 14 de Infantería [el pasado 21 de octubre] pertenecen al maestro Julio Castro», afirmaba el secretario de la Presidencia de la República del Uruguay, Alberto Breccia, pasadas las 15hs del 1º de diciembre en breve pero conmovedora conferencia de […]

«De acuerdo a las pericias realizadas se confirma que los restos óseos encontrados en el Batallón 14 de Infantería [el pasado 21 de octubre] pertenecen al maestro Julio Castro», afirmaba el secretario de la Presidencia de la República del Uruguay, Alberto Breccia, pasadas las 15hs del 1º de diciembre en breve pero conmovedora conferencia de prensa.

«Fue un homicidio», fueron las primeras palabras que pronunció Hebe Castro, hija del maestro Julio Castro. Las pericias forenses indican que el cuerpo del maestro presentaba claros signos de tortura (ataduras en pies y manos), costillas fracturadas y al menos un disparo en la cabeza.

Impacto emocional y político. La descripción de la ejecución desafía cualquier argumentación que intente moderar los crímenes cometidos en dictadura y revive las brutales dimensiones de esa experiencia. La evidencia confirma la verdad que los movimientos de Derechos Humanos han denunciado por décadas y que algunos han intentado negar.

El maestro y periodista fue secuestrado en agosto de 1977 en un operativo del SID (Servicio de Información y Defensa) a los 68 años, enfermo, saliendo de la casa de un amigo en Montevideo el 1º de agosto de 1977 en la vía pública y trasladado a un centro clandestino de detención donde fue sometido a torturas a consecuencia de las cuales falleció, se estima, el 3 de agosto de 1977 sin recibir atención médica.

Julio Castro Pérez nació en Estación La Cruz, departamento de Florida, el 13 de noviembre de 1908. Maestro y periodista, estudió e investigó sobre la situación de la educación en Uruguay publicando varios libros. H ombre de paz, de convicciones, un resistente clandestino pacífico, abocado a denunciar al régimen y a la solidaridad con los presos políticos y los perseguidos por la dictadura cívico militar.

Militante de la Unión Nacional del Magisterio, en la Federación de Asociaciones Magisteriales del Uruguay y en la Federación Uruguaya del Magisterio. Fue subdirector del Centro Regional de Educación Fundamental para América Latina. Como periodista fue redactor responsable y subdirector del Semanario Marcha.

El ex presidente Julio María Sanguinetti había incluido su caso en la Ley de Impunidad . Sin embargo, la fiscal Mirtha Guianze planteó a la Justicia que había «nuevos hechos» y el Presidente Mujica lo excluyó de la ley para posibilitar se continuase investigando.

Este es el tercer hallazgo de restos de detenidos desaparecidos en Uruguay durante la dictadura (1973-1985) desde el 2005 cuando se iniciaron las excavaciones. Los otros dos hallados fueron Fernando Miranda y Ubagesner Chávez Sosa desaparecidos en 1976.

El Presidente Mujica dijo que conocía la identidad del cuerpo encontrado en el Batallón 14 desde hacía varios días. En tal sentido, expresó que fue «un golpe emotivo muy fuerte», al igual que para muchos ciudadanos. Afirmó que se continuará trabajando para encontrar más cuerpos porque «no queda duda que allí existió la Operación Zanahoria» (maniobra de remoción de cuerpos, modificación de terrenos militares con nuevas edificaciones y otras tantas maniobras para intentar ocultar la verdad, a poco de finalizar la dictadura militar en el año 1984). También agregó «yo a esta altura no tengo ninguna duda de la Operación Zanahoria».

La reacción de los militares de la dictadura no se hizo esperar. El primero en hablar fue el ex integrante de OCOA, coronel retirado Jorge «pajarito» Silveira, quien desde la cárcel donde permanece detenido junto a siete militares y policías por crímenes cometidos en dictadura, se comunicó con la prensa para afirmar que «el Ejército, la Marina o la Fuerza Aérea, no ajusticiaban» a los detenidos.

El pasado 3 de diciembre el jefe del Estado Mayor de la Defensa, José Bonilla, pidió que se esclarezca quiénes son los militares responsables del asesinato del maestro Julio Castro para que sean juzgados. Es la primera vez en la historia posterior a la dictadura que un militar pide que se enjuicie a sus pares. » Una cosa es matar en un enfrentamiento y otra cosa es ejecutar a una persona. No comparto para nada esas prácticas » remarcó.

Dos días mas tarde en nombre del Ejército, el general Pedro Aguerre (comandante en jefe del arma) en conferencia de prensa reconoció que la aparición e identificación de los restos del maestro Julio Castro y la forma en que fue asesinado representan un «punto de inflexión» y que no se tolerarán homicidas y delincuentes en las filas castrenses. En un hecho inédito, Aguerre ordenó la revocación inmediata de cualquier pacto de silencio existente y pidió la colaboración de todos para la reconciliación.

El ministro de Defensa Eleuterio Fernández Huidobro , sostuvo que la postura expresada por Aguerre forma parte de un «espíritu reinante desde hace ya un tiempo en el seno de las Fuerzas Armadas», que también se vio reflejado en discursos previos realizados por otros jerarcas castrenses durante los últimos tiempos. Paralelamente el presidente Mujica calificó de «Valiente y positiva» la postura del comandante en jefe del Ejército.

A 26 años del fin de la dictadura cívico militar y a poco del 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos en Uruguay, la tierra nos habló una vez mas. Nos recuerda, nos grita, nos exige. Debemos continuar la lucha por Verdad y Justicia.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.