Apenas unas semanas después de que el principal tribunal italiano declarara inconstitucional una ley que protegía su impunidad, el premier Silvio Berlusconi volvió a la carga. Su abogado y parlamentario Niccoló Ghedini presentó ayer en el Senado un proyecto de ley de apenas tres artículos que implanta el llamado «proceso breve». Si es aprobado, este […]
Apenas unas semanas después de que el principal tribunal italiano declarara inconstitucional una ley que protegía su impunidad, el premier Silvio Berlusconi volvió a la carga. Su abogado y parlamentario Niccoló Ghedini presentó ayer en el Senado un proyecto de ley de apenas tres artículos que implanta el llamado «proceso breve». Si es aprobado, este recurso permitirá a il Cavaliere zafar nuevamente de dos juicios en los que puede ser sentenciado a prisión por corrupción y otros delitos.
Aunque esperada, la noticia levantó un gran revuelo y puso a Berlusconi otra vez en el centro de los escándalos. En los tribunales de Milán hay dos procesos penales por la actividad empresaria non sancta del jefe del gobierno italiano. Uno se refiere a la coima pagada por Berlusconi, según los jueces, a su abogado inglés David Mills para que declarara en su favor en otros juicios por fondos negros en el exterior. Mills cobró 600 mil dólares de Berlusconi y ha sido ya condenado a cuatro años y medio de cárcel. Berlusconi se salvó gracias a una ley que lo protegía, que fue declarada inconstitucional por el Tribunal Supremo. El otro proceso abierto trata de los fondos negros creados con la compra-venta inflada de películas y producciones de televisión norteamericanas por parte de la sociedad madre del grupo Berlusconi, la Fininvest.
Como una condena comprometería en forma fatal su destino político, Berlusconi maquinó la ley de procesos breves con el pretexto de hacer más agil la justicia. Pero se trata de «salvar a todos para salvar a uno solo», dijo la jefa de la bancada del partido Democrático de oposición en el Senado, Anna Finnochiaro.
La Asociación Nacional de Magistrados condenó el proyecto de ley «salva Berlusconi» y dijo que es «inconstitucional y devastante» para el sistema judicial italiano. Las normas disponen que en dos años debe iniciarse y concluirse el proceso en juicios a ciudadanos no condenados anteriormente por acusaciones que tengan un máximo de diez años de prisión. Es una traje hecho a la medida de Berlusconi por los dos procesos de Milán. El presidente emérito de la Corte Constitucional, el juez Antonio Baldasarre, un conservador, dijo que se sentía «desolado ante todo como ciudadano» porque el proceso viola el principio de igualdad ante la ley y, sobre todo, «porque se aplica a delitos muy graves como concusión y corrupción». Baldassarre aseguró que se trata de normas inconstitucionales.
A su vez, el líder del partido de oposición de centroizquierda Italia de los Valores, el ex fiscal de Manos Limpias de Milán, Antonio Di Pietro, dijo que el proyecto de ley es «la más grande amnistía enmascarada de la historia del país». Anunció referendos populares para abrogar las normas si se convierten en ley. Di Pietro hizo un nuevo llamado a los italianos para que participen el sábado 5 de diciembre en una gran marcha nacional contra Berlusconi que se realizará en Roma.
http://www.clarin.com/diario/2009/11/13/elmundo/i-02039630.htm