Hubo ayer una huelga general en la isla siciliana de Lampedusa, convocada por el consejo municipal y el alcalde Bernardino De Rubies, para protestar contra la construcción de una nueva estructura para inmigrantes clandestinos, anunciada por el ministro del Interior, Roberto Maroni. Unas 4 mil personas sobre un total de 6 mil habitantes se reunió […]
Hubo ayer una huelga general en la isla siciliana de Lampedusa, convocada por el consejo municipal y el alcalde Bernardino De Rubies, para protestar contra la construcción de una nueva estructura para inmigrantes clandestinos, anunciada por el ministro del Interior, Roberto Maroni.
Unas 4 mil personas sobre un total de 6 mil habitantes se reunió en una plaza central de la isla, la más meridional de Italia, para luego desfilar hasta el centro de recepción de extranjeros, donde se encuentran alojados unos 1.800 inmigrantes, frente a una capacidad para 800. Algunos manifestantes, que forman parte del comité «SOS isole Pelagie» sostienen que sufrieron una carga policial. Un chico de 16 años resultó herido e ingresó en el hospital.
El jueves los habitantes de Lampedusa bloquearon la carretera que lleva a la ex base Lorán de la Alianza Atlántica, que el ministerio del Interior quiere utilizar para hospedar a inmigrantes sin papeles en espera de repatriación directa.
Maroni decidió no trasladar más a otras estructuras a quienes desembarcan en Lampedusa, sino expulsarlos directamente desde la isla, la más cercana a las costas africanas.
Los habitantes de Lampedusa sostienen que esto transformaría a la isla en «una nueva Alcatraz», en alusión a la isla donde había sido instalada una cárcel en la bahía de San Francisco, y se oponen al proyecto.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) expresó hoy su «creciente preocupación por la situación humanitaria de los casi 2.000 sin papeles, entre los cuales muchos solicitantes de asilo, actualmente hacinados en el centro de recepción de Lampedusa». Datos disponibles muestran que muchas de las personas que llegan a Lampedusa en pateras proceden de Somalia y Eritrea. Según estimaciones para el año 2008 alrededor del 75% que llega a Italia por mar solicito asilo el año pasado; un 50% aproximadamente pidió el estatuto de refugiado o protección en otros términos humanitarios. El número de personas que llegó a Italia por mar pasó de los 19.900 de 2007 a 36.000 el año pasado.
«El centro de recepción de Lampedusa -dice el comunicado publicado ayer por ACNUR- se estableció para acoger a la gente rescatada en el mar mientras se preparaba su traslado a centros especiales en el sur de Italia, donde se examinarían su situación y necesidades. Así ha sido hasta ahora, y este sistema se ha visto como un modelo para la gestión responsable de los flujos migratorios mixtos».
Laura Boldrini, portavoz en Italia de ACNUR, recuerda que hace dos noches «trasladaron a la ex base Loran de la OTAN, definida en el Consejo de Ministros como un Centro de Identificación y Expulsión, un grupo de mujeres, muchas de las cuales eran solicitantes de asilo, lo que parece incomprensible, salvo que la decisión haya obedecido a la necesidad de encontrar un espacio adecuado y evitar el hacinamiento y la promiscuidad en el Centro de primera acogida».
Stefano Liberti, periodista de Il Manifesto y autor del excelente reportaje sobre emigración, A Sud di Lampedusa, explica hoy en una crónica en Il Manifesto, la razón de la revuelta: «Lampedusa nunca ha digerido su papel de «puerta de entrada» de los flujos en el canal de Sicilia. Nunca ha visto con buenos ojos a esos «clandestinos» que han arruinado su imagen de paraíso turístico. Siempre ha rechazado el calificativo que le endosaron los medios de comunicación «la isla de los desembarcos»».
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