El presidente francés, Nicolas Sarkozy, quien hoy asume la Presidencia semestral de la Unión Europea, aseguró ayer que es necesario «cambiar profundamente nuestra forma de construir la Unión Europa», que «preocupa» a los ciudadanos europeos.
«Esto no va en absoluto. Europa se inquieta y, lo que encuentro peor, poco a poco nuestros conciudadanos se preguntan si finalmente la escala nacional no les protege mejor que la europea», señaló ayer el presidente francés, Nicolas Sarkozy, quien abogó por «cambiar profundamente» la actual estrategia de construcción europea.
El presidente francés añadió respecto a la crisis que viven los Veintisiete tras el «no» de Irlanda al Tratado de Lisboa que «es una marcha atrás y si hay una marcha atrás es que hay un error en la manera de construir Europa», por lo que consideró necesario un «cambiar profundamente nuestra manera de construirla».
Para salir de la crisis institucional señaló la necesidad, en primer lugar, de «circunscribir el problema a los irlandeses», y que el resto de estados sigan ratificando el Tratado, presionando a la vacilante República Checa y evitando dar la impresión de aislar a Dublín.
Sarkozy, que hoy asumirá la Presidencia semestral de la Unión Europa para suceder a Eslovenia, desgranó, en una entrevista en la cadena pública France 3, sus grandes prioridades, como son la aprobación del Tratado de Lisboa y lograr una política común en materia de inmigración, defensa y energía.
La armonización de las políticas inmigratorias es una de las grandes prioridades, aunque ayer quedó en un segundo plano. El Gobierno galo quiere que los líderes de los Veintisiete adopten un pacto al respecto en octubre. «Pongámonos de acuerdo en una política que nos proteja a todos juntos», dijo al defender un pacto europeo de inmigración, cuyo eje central gira en torno a la expulsión de los «sin papeles».
Además, espera que durante su Presidencia se adopte un paquete de medidas sobre energía y medioambiente y conseguir algunos avances en materia de defensa. Anunció que propondrá a sus homólogos europeos una reducción del IVA al 5,5% en «todo lo que sea ecológico» sobre todo en los edificios y vehículos «limpios».
«Lucharé porque haya una fiscalidad limpia» en Europa aseguró. «No es normal que cuando compras un vehículo limpio, sea más caro que uno que contamina. No es normal que cuando construyes un apartamento o una casa que ahorra energía cueste más cara que una que no lo hace», insistió.
Durante su entrevista, insistió en la necesidad de intervenir en los precios del petróleo y en la función que, a su juicio, ha de tener el Banco Central Europeo (BCE) en esta crisis.