La alocución del presidente francés usó la vieja receta de quitarle espacio a la extrema derecha adoptando su discurso sobre inmigración. La novedad: su amenaza de abandonar el tratado europeo de libertad de circulación.
El mitín de Nicolas Sarkozy del domingo pasado con la asistencia de más de 45.000 militantes de su partido ha reforzado de nuevo la figura de un candidato que estaba a la baja. Según una encuesta que publicaron ayer los principales periódicos europeos, Sarkozy aventaja al candidato socialista François Hollande.
Sarkozy recurrió a su conocido populismo y afirmó delante de los suyos que sería partidario de salir del tratado de Schengen, que regula la libre circulación en los países de la órbita UE, si los Estados miembros no aplican medidas más duras de control de fronteras y de la inmigración. El mandatario no precisó ninguna medida concreta en este sentido pero dio un año de plazo para evaluar la respuesta.
Flujo de inmigrantes
La razón de esta propuestas se debe a que según Sarkozy existe un gran flujo de inmigrantes que se han concentrado en países como Francia, Italia o Alemania tras la Primavera Árabe.
Con este discurso, Nicolas Sarkozy busca arañar votos a la candidata de extrema derecha, Marine LePen del Frente Nacional.
Mientras, François Hollande, favorito hasta ahora para las presidenciales del 22 de abril, plantea medidas para demandar más dinero a los que más ganan.
Hollande asegura que de ser elegido presidente de la República francesa, creará una tasa de imposición del 75% para los franceses cuyos ingresos anuales superen el millón de euros, es decir los que ganen unos 100.000 euros mensuales.
Subir los impuestos a los ricos:»patriotismo»
En un principio, el programa electoral del del Partido Socialista sólo preveía gravar el 45% de las rentas que alcanzasen una renta de 150.000 euros al año. Sin embargo, al enterarse del aumento de beneficio de las empresas que componen el CAC 40 (empresas francesas que capitalizan los 40 valores más relevantes entre las cien mayores empresas que salen a la bolsa en París) y que eso influiría por extensión en los sueldos de los directivos de estas multinacionales, entonces Hollande decidió aumentar la tasa de gravación de sus rentas al 75%, según él mismo argumentó.
Además, el candidato socialista dijo que «es patriotismo aceptar el pago suplementario de impuestos para ayudar al restablecimiento de la economía».
Siguiendo con su voluntad de tasar a los más ricos, Hollande señala que si es elegido presidente, instaurará tres tasas de impuestos para las empresas, según su volumen de negocio: «Nunca dejé de reclamar a Nicolas Sarkozy que hacían falta medidas para que las pequeñas y medianas empresas no sean las que paguen una tasa de imposición del 33% cuando las grandes empresas tienen una tasa de imposición real de menos del 10%».
En resumen, Hollande propone instituir una tasa de imposición del 15% para la pequeña empresa, una tasa media del 30% para las empresas de tamaño medio y una tasa más elevada del 35% para las empresas grandes. Sería, según él, una manera «de acabar de una vez con las exenciones fiscales a las grandes empresas.»
Además, el socilista francés, con el fin de luchar contra el enorme endeudamiento de las familias propone legislar sobre las comisiones que los bancos perciben porque, según afirma, las entidades bancarias son actores de inciden en las finanzas.
La extrema derecha, en tercera posición
El Frente Nacional de Marine LePen se sitúa en la tercera posición en la intención de voto con un 16% , después el MoDem, partido de François Bayrou (centro) contaría con el 11% en intención de voto.
La izquierda
La sorpresa de estas presidenciales reside sin embargo en la candidatura de la izquierda representada por Jean-Luc Mélenchon, candidato del Frente de Izquierda. Tras el reagrupamiento de los diversos partidos o grupos de izquierda: el Partido Comunista Francés, la Izquierda Unitaria, República y Socialismo, Convergencias y Alternativas, el Partido Comunista de los Obreros de Francia y la Federación por una Alternativa Social y Ecológica, la izquierda francesa empieza de nuevo a gozar de más visibilidad en los medios y llegar a más a la sociedad.
Actualmente, la intención de voto de los franceses para el Frente de Izquierda llega a un 9% (en contraste con una representación del 7, 34% de voto en las elecciones presidenciales de 2007) y hay sólidas esperanzas de que este año el partido de Jean-Luc Méchenchon llegue a un resultado de votos de dos cifras en las presidenciales. Algo que no se pensaba posible hace todavía unos años. El Nuevo Partido Anticapitalista ha decidido no formar parte de este frente.
Igualmente, los ecologistas representados por Eva Joly prometen conseguir más votos durante la primera ronda para las presidenciales. Si en el 2007 los ecologistas recibieron tan sólo 1,32% de voto del pueblo francés, la intención de votos ya para el próximo abril ha aumentado hasta el 3%.
El panorama electoral francés se mueve y, según las encuestas, los franceses no se sienten representados en los resultados electorales.
Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/Sarkozy-sale-airoso-en-las.html