La XV Conferencia de Ministros de Defensa de América repasó las prioridades de la región.
El Ministerio de Defensa se ocupa, entre otras cosas, de asistir al Presidente de la Nación, en tanto Comandante en Jefe, en todo lo inherente a las Fuerzas Armadas. Es decir, la presidencia, que es la única función pública que tiene a la vez carácter civil y militar, recibe de dicho Ministerio todo el apoyo para poder desempeñarse en tal sentido. Si se entiende la importancia del rol del ministro de Defensa, imaginemos la relevancia de todos los ministros de Defensa de América reunidos en tiempo y espacio. Eso acaba de ocurrir en Brasil. Fue la XV Conferencia de Ministros de esta esfera y allí hubo presencia argentina. Jorge Taiana no pudo asistir porque estaba atravesando un cuadro de Covid; la misión estuvo encabezada por Francisco Cafiero, Secretario de Asuntos Internacionales, y con él habló El Cohete A La Luna.
La Conferencia de Ministros de Defensa de las Américas fue creada en 1995 con la finalidad de constituirse como un foro de debates para el intercambio de experiencias entre los Ministros de Defensa del continente americano. A la primera Conferencia asistieron treinta y cuatro países. Cada dos años cambia qué país ejerce la Secretaría Pro Témpore de la misma y para el bienio 2023/24 Argentina será la anfitriona. No es la primera vez que esto sucede, la Conferencia de 1996 se llevó a cabo en Bariloche. Es interesante leer el documento que emanó de aquel encuentro, más de 25 años atrás. En aquel entonces Internet no tenía la masividad de hoy en día, tener un celular era una rareza, y no había ocurrido una pandemia, entre tantas otras deferencias. Sin embargo hay una palabra que aparece reiteradamente en el texto barilochense y que ayer también reiteró Cafiero: “confianza”. Construir confianza entre los países. Al fin y al cabo, la única manera de cimentar fuerza real es de manera colectiva, y uno de los grandes objetivos de la CMD es que los funcionarios se conozcan, puedan afianzar lazos y proyectos en común.
Cafiero se expresó al respecto: “Plantear en estos foros una posición política muy clara es importante para que el otro o la otra que uno tiene enfrente pueda comprender desde dónde la Argentina diseña y hace su política de Defensa. Sirve para eso y también para ver en qué instancias de agenda están las políticas de Defensa en la región, cuáles son sus prioridades, cuáles son sus desafíos. Surgen asuntos muy interesantes, algunos por supuesto que para nosotros y nuestro marco normativo no tienen necesariamente que ver con la Defensa, pero sí para otros países. Entonces es importante comprender esa mirada, aunque eso no signifique que uno la comparta. Para quienes estamos involucrados en la política internacional, este tipo de intercambio genera una mirada mucho más comprensiva de lo que ocurre en la región”.
La Paz como misión
Las “Misiones de Paz” que lleva a cabo la ONU en diversos países son un tema en sí mismo, demasiado complejo para ser abordado en un párrafo. En muchos casos implican efectivamente una ayuda para la población en sentido humanitario. Claro está también que representan una injerencia y que los intereses políticos nunca son ingenuos. En el marco de esta complejidad, si países con perspectiva de DDHH se suman a las mismas, aportan no sólo con sus acciones sino propiamente como testigos de lo que allí ocurre. Que los ministros de Defensa se puedan encontrar cada dos años trae aparejado, entre tantos beneficios, la posibilidad de que intercambien sus experiencias en estos proyectos. Por ejemplo, de las 22 Misiones que lleva a cabo la ONU actualmente, Argentina participa en siete y se plantea la posibilidad de actuar en una octava. Esta última, en caso de sumarse, sería en los Altos del Golán, una meseta ubicada en la frontera entre Israel, Líbano, Jordania y Siria. Respecto a intercambiar experiencias, Uruguay por ejemplo ya participa en esta Misión, de modo que el encuentro entre la delegación argentina y sus pares uruguayos habrá sido más que fructífero.
En el marco de las misiones, en estos días se formalizó justamente la designación por parte de la ONU del Contraalmirante argentino Guillermo Ríos como máxima autoridad del Grupo de Observadores Militares de Naciones Unidas en India y Pakistán (UNMOGIP). Ríos ya había participado en la Fuerza de las Naciones Unidas para el Mantenimiento de la Paz en Chipre (UNFICYP) en 1993 y 1994 y se había desempeñado como supervisor de Desminado Humanitario en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Angola entre 1997 y 1998. También integró en Medio Oriente el contingente en la misión «Organismo de las Naciones Unidas para la Vigilancia de la Tregua» (UNTSO) en 2007. En tal sentido manifestaba Cafiero: “El personal militar argentino es de los más requeridos del mundo, por sus altos niveles de profesionalismo, por sus muy buenos niveles de conducta y por la capacidad que suelen tener de generar empatía con las poblaciones que están en las zonas de conflicto. Por eso muchas veces son convocados para aportar a la resolución pacífica de tensiones, y Argentina ha demostrado un compromiso muy grande desde 1958 en el marco de las Naciones Unidas, habiendo participado ya en más de 30 misiones.”
Disuasión integrada
Esta noción está presente en la Estrategia de Defensa de los Estados Unidos de 2022, y ahora Washington pretende expandirla y consolidarla en los ámbitos colectivos, bilaterales, multilaterales, por eso la llevó a la Conferencia en Brasil. En palabras de Francisco Cafiero, esta noción se trata de “identificar ciertas capacidades que tienen las Fuerzas Armadas de cada uno de los países, buscar armar una red de contactos, una red en sí misma entre los sistemas de Defensa y las Fuerzas, y poner eso a disposición del continente”. Ante la presencia de dicho concepto, Argentina, así como otros países, respondió que se trata de un tema que requiere un estudio en profundidad. Lo que señala la importancia de analizar con rigurosidad este tipo de planteos estadounidenses es básicamente la historia americana. Casi siempre que los Estados Unidos dijeron que algo era un bien “para el continente”, se referían en los hechos a que era un bien para ellos mismos. “América para los americanos” nunca se trató de reciprocidad, de ahí que exigir más información es siempre un buen primer atisbo cuando de este tipo de categorías se trata. Cafiero agrega: “La política de Defensa es absolutamente complementaria de la política exterior, una va de la mano de la otra. Y eso implica un trabajo de coordinación permanente con la Cancillería argentina. Este tipo de planteo amerita en ese sentido mayores consultas. Sí es importante escuchar, sí es importante saber qué piensan, ver qué se imaginan, pero eso no significa que nosotros tengamos que adherir, por eso presentamos nuestras reservas”.
Defensiva, cooperativa y autónoma
“Creo que fuimos con un mensaje claro de contar lo que estamos haciendo, por ejemplo pudimos dar cuenta de algo central que es la idea de consolidar un espacio subregional de Defensa. También es importante remarcar que mientras no tengamos la arquitectura institucional para desempeñarnos en ese eventual espacio, seguimos trabajando fuertemente en los vínculos bilaterales, porque es lo que tenemos. Hicimos un trabajo muy riguroso donde contabilizamos la cantidad de mecanismos bilaterales vigentes a la fecha, tenemos 333 instancias de vinculación bilateral con 41 países en el mundo. Esto no es patrimonio de un solo gobierno, es una consolidación institucional que demuestra la vocación de cooperación que tiene la política de Defensa argentina y es importante contarlo”. Así esbozaba el Secretario de Asuntos Internacionales un balance acerca de este objetivo que implicó ir a Brasil a comunicar la propia política de Defensa. El posicionamiento estratégico de la actual gestión la define como defensiva, cooperativa y autónoma, tres banderas que dicen mucho en sí mismas.
Otro de los puntos importantes fue destacar la paz como un bien preciado: “Si vos analizás nuestra región desde que se empiezan a declarar las independencias a la fecha, prácticamente nuestra geografía política no ha cambiado. Vivimos en una región donde no hay conflictos armados interestatales. En un mundo cada vez más convulsionado, donde se registran aproximadamente 34 conflictos armados, ya sean nacionales internacionalizados o entre Estados, nuestra capacidad para apelar al diálogo a la hora de resolver tensiones y controversias es un bien estratégico”.
El reclamo histórico
Si alguna vez algún gobierno argentino transita un espacio colectivo internacional en el que se hable de Defensa, de soberanía o de política exterior, y no se planta en cuanto al reclamo por Malvinas, se puede tratar de dos escenarios: 1) Las Malvinas fueron finalmente recuperadas. (Ya pasará.) 2) Se trata de un gobierno que está renunciando a una de las principales banderas de la Nación. Si el escenario es el 2, la sociedad necesitará saberlo para actuar en consecuencia. En esta ocasión y como corresponde, el reclamo fue sostenido. Dice Cafiero: “Respecto a la cuestión Malvinas, tenemos la vocación de trabajar en lo político y en lo diplomático. Este no es un asunto de la Defensa, no es un asunto militar. Tiene rango constitucional y queremos que se resuelva mediante el derecho internacional y el diálogo. Es importante que esta comunidad nos escuche una y otra vez, por suerte la Argentina tiene una tradición de plantar bandera en esa dirección y de poner en valor lo nuestro”.
Delimitar el mar, cuidar el mar
“El primero de enero de este año el ministro Taiana puso en marcha el Comando Conjunto Marítimo para mejorar nuestra capacidad de monitoreo. Si uno ve el mapa advierte lo vasta que es la zona que debemos cuidar, y gracias al FONDEF y a toda la planificación que se hizo, hemos logrado una mejor capacidad para la vigilancia de nuestro litoral marítimo. Tal es así que desde el primero de enero de este año no se registra ningún caso de pesca ilegal dentro de nuestra zona económica exclusiva”. En esta misma columna, algunos domingos atrás, el repaso acerca del trabajo realizado por COPLA de la mano de la dirección de Frida Armas daba cuenta de manera minuciosa acerca de cómo se construyó el nuevo mapa bicontinental argentino. Todo aquello que se revela propio, ha de ser custodiado. A esa tarea de delimitación de la plataforma continental corresponde otra de cuidado, vigilancia, preservación: “Otra cosa importante es el PANC, la Patrulla Austral Naval Combinada, que es un mecanismo entre la Armada Argentina y la Armada Chilena constituido en 1997, que durante los meses del verano hace todo un patrullaje en la zona del Atlántico Sur. Son aguas complejas y somos quienes mantenemos presencia allí, esa es una acción bilateral y es muy importante que se sepa que estamos haciendo esto, que no es tierra de nadie, mar de nadie. Allí está el Estado, a través de las Fuerzas Armadas, velando por el cuidado. Eso es soberanía”.
Pensar unas Fuerzas Armadas que solo tienen tarea si hay guerra sería como entender que la medicina sólo tiene sentido cuando ya se instaló la enfermedad. Nada más importante que la medicina preventiva. Nada más importante que unas Fuerzas Armadas organizadas, eficientes y al servicio del pueblo, en tiempos de paz. Que los Ministros desde Canadá hasta Tierra del Fuego se hayan reunido tiene la relevancia de pensarnos siempre como región. Le toca ahora a la Argentina consolidar un bienio fructífero para la Conferencia y los países que la conforman. Resta ver si el color político que vista la Casa Rosada en 2023 se alinea con un sentido de soberanía popular o no. Habrá que votar.
Fuente: https://www.elcohetealaluna.com/scrum-defensivo-a-la-americana/