El rechazo del Tratado de Lisboa por el pueblo irlandés en el referéndum que se celebró el año pasado, así como el rechazo previo de Tratados y la Constitución de la UE por otros pueblos en varios estados miembros de la UE, ha creado grandes dificultades a los gobiernos y a una serie de fuerzas […]
El rechazo del Tratado de Lisboa por el pueblo irlandés en el referéndum que se celebró el año pasado, así como el rechazo previo de Tratados y la Constitución de la UE por otros pueblos en varios estados miembros de la UE, ha creado grandes dificultades a los gobiernos y a una serie de fuerzas políticas que sirven a los monopolios, así como a la UE, esta unión interestatal imperialista que tiene los intereses del gran capital como fuerza motriz.
Por tal razón, se rehúsa aceptar el resultado de la votación popular. Bruselas, con el apoyo de los partidos políticos burgueses de Irlanda, obliga a los irlandeses a votar nuevamente, con la esperanza de poder intimidarles y forzarles a cambiar su decisión .
El Tratado de Lisboa, como anteriormente los Tratados de Maastricht y Niza, consolida y refuerza la estrategia imperialista de la UE en favor de los intereses del capital monopolista.
Este tratado, en particular,
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Refuerza el carácter militarista de la UE, refuerza los poderes del Alto Representante para Política Exterior, y establece una colaboración más estrecha con la OTAN y los EE.UU. *
Limita los derechos soberanos de los estados miembros y reconoce la supremacía del Derecho comunitario sobre el nacional. *
Elabora nuevas políticas para la explotación de los trabajadores y la demolición de los derechos laborales y sociales, como continuación de las sentencias del Tribunal de Justicia de la Comunidad Europea en los casos Vaxholm, Laval, Ruffert y Luxemburgo basadas en disposiciones de tratados anteriores . *
Suprime el derecho de veto en 50 sectores para beneficio de los países poderosos de la UE, aumentando también la fuerza del voto relativo de los estados más grandes. *
Refuerza decisivamente las competencias policiales y represivas a nivel central y en cada estado miembro por separado, en la dirección de crear una única política europea de orden interior y seguridad. *
Restringe y golpea fuertemente los derechos y libertades políticas individuales y colectivos, e incluye la lucha contra las ideologías «radicales» en el paquete «antiterrorista» de la UE. *
Refuerza el papel internacional de rapiña y amenaza de la UE en sus relaciones con los países en desarrollo, dictando las condiciones del comercio y la política económica y la apertura de sus recursos a la explotación por las multinacionales europeas. *
Socava más aún la capacidad de los estados miembros de tomar decisiones independientes y soberanas en asuntos clave de carácter social, político y económico, por lo cual, cualquier referencia a la tradicional «Política irlandesa de neutralidad» queda despojada de significación práctica.
Las fuerzas obreras y populares son ahora más conscientes del hecho de que la UE no tiene nada que ver con los intereses de los pueblos. Es una Unión del desempleo y del subempleo, de la abolición de los derechos laborales y la seguridad social, de la congelación de los salarios y pensiones, de la mercantilización de la salud, el bienestar social, la educación y la cultura. Los pueblos de Europa han acumulado una experiencia al haberse demostrado en la práctica que la UE y sus tratados no sólo no constituyen un escudo contra la crisis capitalista, sino que por el contrario, refuerzan los beneficios del capital que provoca la crisis.
Los Partidos Comunistas y Obreros de Europa expresamos nuestra solidaridad con el pueblo irlandés y les instamos una vez más, a oponerse decididamente a la antidemocrática y antiobrera dirección inherente a la UE, a rechazar el militarismo de la UE y la amenaza a la paz y los derechos de los pueblos que ella representa. Les instamos a desafiar los ultimátums de la UE, a no creer en las promesas de regulaciones, mejoras y «protocolos sobre el respeto de los derechos más allá del tratado» que no cambian el carácter reaccionario del tratado.
Hacemos un llamamiento a los trabajadores de los Estados miembros de la UE:
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A mostrar su solidaridad activa con el pueblo irlandés. *
A apoyarlo mediante mensajes de solidaridad y en cualquier otra forma, ya que ésta es una lucha común y su resultado tendrá consecuencias para los trabajadores de toda la UE.
La Europa de las multinacionales ha cerrado filas tras las fuerzas del «sí». Nosotros, Partidos Comunistas y Obreros, llamamos a los trabajadores a cerrar filas y solidarizarnos con la clase obrera irlandesa y las otras fuerzas populares del país.
Hacemos un llamamiento al pueblo irlandés a tensionar sus fuerzas y votar «NO» una vez más y dar el golpe decisivo que marcará el rechazo al tratado reaccionario. Este resultado colocará nuevos obstáculos al ataque de la UE imperialista y dará un nuevo impulso a las luchas de la clase obrera y los sectores populares pobres en toda Europa.
Los Partidos
Partido Comunista de Bielorusia
Partido del Trabajo de Bélgica
Partido Comunista Obrero de Bosnia Herezegovina
Partido Comunista Británico
Nuevo Partido Comunista Británico
Partido Socialista Obrero de Croacia
Partido Comunista en Dinamarca
Partido Comunista de Dinamarca
Partido Comunista de Estonia
Partido Comunita de Finlandia
Partido Comunista de Grecia
Partido Comunista Obrero Húngaro
Partido Comunista de Irlanda
Partido Obrero de Irlanda
Partido Socialista de Letonia
Partido Comunista de Luxemburgo
Nuevo Partido Comunista de los Países Bajos
Partido Comunista de Noruega
Partido Comunsita de Polonia
Partido Comunista Portugués
Partido Comunista de la Federación Rusa
Partido Comunista Obrero Ruso – Partido Revolucionario de los Comunistas
Partido Comunista de Eslovaquia
Partido Comunista de los Pueblos de España
Partido Comunista de Suecia
Partido Comunista de Turquía