Traducido por Solange Behoteguy
Los comerciantes de agua no quieren dejar pasar ni una. Ahora, atacan sistemáticamente a los alter mundialistas que cuestionan la privatización de la gestión del agua. Es así que Suez acaba de demandar al documental Water Makes Money, muy militante, que la acusa de «transformar a los usuarios en vacas de leche» y rompe taquillas desde hace tres meses en cines de arte y de ensayo. ¿Presagio? El Tribunal de París acaba de desestimar la demanda que Suez realizó en contra de un anterior documental, «Por el amor del agua». Difundido a fines de 2008 en Arte, Este abordaba los sinsabores de la compañía francesa en América Latina. Después de una polémica comercial, Argentina y Bolivia rompieron sus contratos con la sociedad.
«Río rojo». «Es la primera vez que atacamos por difamación, subraya la abogada, Sra. Marion Barbier durante la audiencia a fines de 2010, la cuestión de la privatización del agua se puede plantear, pero Suez es presentada en el documental de Arte como un diablo espantoso, una sociedad depredadora, contaminadora, y que no toma en cuenta sus compromisos. Se ve un río rojo de sangre: ¡Suez envenena a los niños! La dosis de mentira es obscena.»
La abogada del productor, Sra. William Bourdon, arguye la libre crítica: «OK, no es un documental del CNRS sino una película que toma partido. ¡Si los militantes ya no pueden cuestionar la avidez de una multinacional! Lo privado ha sido por mucho tiempo considerado como un truco (martingala), es sólo una reacción: Las grandes empresas de agua informan voluntariamente sobre sus actos filantrópicos, hacen de ello un juego de relación pública. Pero como su principal objetivo es realizar un máximo de beneficios, hay contradicción de intereses.
El tribunal fue muy claro con Suez: «El tratamiento y la distribución de agua son presentados, particularmente como deficientes, lo que no constituye más que una libre apreciación, ciertamente muy crítica, de las prestaciones de servicios de una empresa.» Y acerca de su susceptibilidad: «Las apreciaciones, inclusive excesivas, relativas a los productos o a los servicios de una empresa industrial o comercial son libres.» Difundido únicamente en Arte, luego boicoteado por las represalias de Suez, este documental tendrá quizás una segunda vida.
Agua para todos . Las multinacionales preparan su Foro mundial del agua, para 2011 en Marsella, como una operación de comunicación sobre sus compromisos ciudadanos. Se tratará el tema del agua para todos…Sus participantes podrán meditar el caso boliviano, evocado por el Tribunal. El abogado de Suez afirma que «gracias (a ellos) 400 000 personas tienen acceso al agua», mientras que, según el documental, «200 000 personas no están ligadas a la red». La defensa de la compañía retruca que «eso no es (su) responsabilidad contractual». Para un dirigente local entrevistado en la película, «Es necesario cambiar las mentalidades, que la gente entienda que deben pagar por el agua».
Fuente: Libération. 7 de enero de 2011.