In memorian de Joaquín Carrasco Macarro, militante católico y de izquierdas, falleció este verano tras dedicar parte de su vida a la defensa de la clase obrera. Descanse en paz.

“Los sectores poderosos no sólo han dominado económica, financiera y políticamente el país, sino que también han logrado su dominio cultural. Han apartado a la gente de los hechos sociales”. Floreal Gorini.

“Vivimos en un mundo social y político convulso y cambiante. Y este se extiende también a la educación. Ser conscientes de este nuevo escenario es crucial para poder crear marcos de pensamientos acordes a nuevas necesidades educativas y que éstos sean compartidos por la sociedad y, por lo tanto, se concreten en prácticas y políticas”. Manuel Fernández Navas

De nuevo hemos salido a las calles y plazas de todo el mundo para denunciar las acciones criminales de «Israel» contra la población palestina apresada en la Franja de Gaza. Sí, Gaza es el mayor campo de concentración de todo el planeta, donde viven más de dos millones de personas hacinadas, en su mayor parte refugiadas de las tierras robadas de los aledaños de la Franja, sin las más mínimas garantías de existencia digna de seres humanos. Llevan décadas privados de libertad, privados de electricidad —de la que solo disfrutan unas horas al día— sin apenas agua potable, sin trabajo, sin expectativas de futuro. Es una población sometida por un criminal ejército extranjero que decide quien vive, quien muere o quien va a dar con sus huesos en la cárcel por el resto de su vida; que elige quién recibirá tratamiento médico o quien va a morir sin acceso a medicinas. Así es la vida en Gaza

Día de la resistencia indígena

Felipe de J. Pérez Cruz | 
Zambra/Baladre editan Por qué abolir la cárcel. Las razones del movimiento No Prison, de Livio Ferrari y Giuseppe Mosconi

Cuando Israel invoca su derecho a defenderse exige, de forma implícita, vía libre para perpetuar su pecado original: el acto ilegal de la ocupación y la aplicación de un castigo colectivo con licencia para matar

Reseña

Entonces el supremacismo que ratifica su finalidad de lucro en cada uno de sus pasos, se envuelve con la ideología y la falsa conciencia de la modernidad capitalista: o lo que es igual, con el destino civilizador de la burguesía. Todo aquello que no rima con la mascarada liberal -esa blanca y patriarcal y occidental y Estado israelí asesinando niños palestinos-, pues se vuelve objetivo en la mira, costo de producción, otredad exótica, barbarie, fuerza de trabajo viva para exprimir hasta que sea un puro deshecho.

Por último, podemos afirmar que la ley de usurpaciones y sus normas tienen nombre y apellido, y deben ser consideradas a todo nivel y denunciadas en el concierto internacional como una medida de naturaleza racista, que representa y retrata claramente al Estado chileno de tipo capitalista y colonial.