
Ante un nuevo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, resulta inevitable hacer un balance del papel económico, social y político que la mujer ha jugado en los últimos años –sean estos veinticinco, cincuenta o cien-, porque hay que reconocer que los cambios han sido espectaculares. El camino, no obstante, no ha sido sencillo. Incansables, seguimos ahí.