Los trabajadores griegos comenzaron la pasada media noche un nuevo paro de 24 horas contra el duro paquete de recortes propuesto por el gobierno de Antonis Samarás y que afectará fundamentalmente a empleados y pensionistas. Los principales sindicatos del país convocaron a esta jornada de huelga general que será «un grito de indignación y desesperación […]
Los trabajadores griegos comenzaron la pasada media noche un nuevo paro de 24 horas contra el duro paquete de recortes propuesto por el gobierno de Antonis Samarás y que afectará fundamentalmente a empleados y pensionistas.
Los principales sindicatos del país convocaron a esta jornada de huelga general que será «un grito de indignación y desesperación por lo que está pasando», según Yannis Panagopulos, presidente de la Confederación General de Trabajadores de Grecia (GSEE).
Además de GSEE, mayoritaria en el sector privado, también se adhirieron a la convocatoria la Confederación de Empleados Públicos (Adedy), el Frente Militante de Todos los Trabajadores (PAME) de orientación comunista y la Confederación General de Profesionales, Artesanos y Comerciantes (GSEVEE).
En el sector público el paro será total tanto en los ministerios como en las administraciones regionales y locales, así como en las empresas estatales, transportes, aduanas, colegios, universidades y hospitales.
Los organizadores advierten que esta huelga será una de las de mayor impacto de los últimos meses en el sector privado debido a que a la misma se sumaron los controladores aéreos, los trabajadores de la marina mercante, los empleados del sector de la banca y los autónomos integrantes de la GSEVEE.
Por su parte, los trabajadores de los medios de comunicación adelantaron el paro a la jornada de hoy para poder estar presentes e informar de lo que ocurra el miércoles a lo largo del día.
Para mañana se esperan importantes manifestaciones en el centro de todas las ciudades del país y en la capital las marchas se dirigirán hacia la plaza Sintagma, sede de la Asamblea Nacional.
Los manifestantes mostrarán su rechazo a las medidas que incluyen no solo la rebaja de sueldos y pensiones, sino además la eliminación de todos los convenios y la negociación colectiva, las pagas extraordinarias, numerosos subsidios, el aumento de la edad de jubilación y la aplicación de nuevos impuestos.