El resultado de las elecciones generales 2016 en el Perú tiene una característica bien propia de los países dependientes: el continuismo. Y para afirmar este continuismo no puede haber mejor solución que los dos poderes políticos del Estado sean manejados por partidos políticos diferentes. El congreso en manos Fuerza Popular con orientación capitalista, y la […]
El resultado de las elecciones generales 2016 en el Perú tiene una característica bien propia de los países dependientes: el continuismo. Y para afirmar este continuismo no puede haber mejor solución que los dos poderes políticos del Estado sean manejados por partidos políticos diferentes. El congreso en manos Fuerza Popular con orientación capitalista, y la presidencia de la República en manos de Peruanos por el Cambio con orientación capitalista.
De esta forma, el modelo socio-económico no estará en discusión. Será el mismo, capitalista, neoliberal, dependiente, agro-exportador, como usted quiera llamarlo. Lo que vendrá en estos cinco años son los juegos de interés personal y de partido, priorizando la inseguridad ciudadana y la corrupción sin hacer nada serio, y esquivando señalar el origen de los males.
Dos poderes que se afrontarán para continuar con el circo electoral en el circo de la vida real: pobreza, desocupación, marginación de los pueblos originarios, destrucción del medio ambiente, etc. Y todo ello para que las empresas multinacionales se sigan llevando, con la ayuda del gobierno, el 100% de sus ganancias y de la corrupción generalizada.
¿Y la izquierda? ¿Cuál izquierda? Mientras que el mismo Fondo Monetario Internacional (FMI) está admitiendo que «el libre movimiento de capital a través de las fronteras genera muchos beneficios, [y que] tiene consecuencias adversas para para muchos en la economía, sobre todo para los pobres,» [i] los izquierdistas del Frente Amplio solo piden un aumento de 150 soles para el salario mínimo, cuando las multinacionales del Perú se llevan miles de millones de dólares por año, en dinero contante y sonante, en recursos naturales y en mano de obra a precio de «cholo barato».
¿Tendrán interés en resolver la problemática de los jóvenes «ninis», entre 15 y 24 años, que ni estudian ni trabajan y, por tanto, suman más de un millón de personas? [ii] ¿Se interesarán en la suerte de las microempresas, formal e informal, que suman 3 millones, y que crean el 71% de puestos de trabajo del sector privado [iii] pero que, sin embargo, los bancos les cierran sus puertas, la SBS (Superintendencia de Banca, Seguros y AFP) los bloquea, y la SUNAT los reprime?
¿Sabrán que existe un millón y medio de empresarios informales, [iv] y que alrededor de 3 millones de peruanos trabaja por cuenta propia, y en un 49.4% de ellos lo hace «por necesidad económica»? [v] ¿ Tendrán algún interés en saber que solamente en Lima Metropolitana un 38.2% [vi] del total de trabajadores está subempleado; es decir, trabajando en actividades para los que no estudiaron?
¿Se recordarán que, en 1532, a nuestros antepasados, les quitaron todo, la tierra cultivable que era el elemento esencial de su economía, los recursos naturales tan prodigiosos en dar vida y salud, los metieron a los socavones de las minas para nunca más salir de ahí, y al resto les hicieron trabajar gratis durante 6 siglos, motivo por el cual más de medio millón de personas llegan a la tercera edad sin contar con recursos para llevar una vida digna en el final de sus días? De ser una civilización pujante y, actualmente admirada por tirios y troyanos, de noche a la mañana pasó a ser pobre y pasto de los invasores.
¿Les interesará saber que el INEI (Instituto Nacional de Estadística e Informática), trafica con la información para hacernos creer que el Perú cuenta solamente con un 6.5% de desempleo, cuando la cifra real es 7 veces más, o que el indicador de la pobreza monetaria es una forma de esconder la realidad de la pobreza en el Perú? Preguntemos a K y K si podrían vivir con 303 soles por mes [vii] (menos de 100 dólares), quienes han «invertido» un millón de soles en la fiesta de cierre de campaña electoral.
No nos engañemos ni engañemos. No son ellos ni los frentes amplios quienes cambiarán el rostro del Perú. Tenemos que ser conscientes de que la desocupación, pobreza, corrupción e inseguridad son problemas de sociedad, y que ellos tienen una raíz común.
No tengamos temor en expresar nuestra propuesta de Cambio, de Transformación. Debemos proponer una solución integral. Y ella pasa por un nuevo modelo alternativo al Capitalismo. Un modelo que se base en buscar el bienestar general en igualdad de oportunidades. Un modelo que cree sociedad y no millonarios individualistas.
Y los tres pilares de la nueva actividad socio-económica deben ser: uno, la propiedad colectiva que estuvo en el centro de las civilizaciones que vivieron en paz, armonía y cooperación. Dos, la repartición igualitaria de la totalidad de las ganancias de las empresas-país a crear desde cero, porque existe suficiente financiamiento interno para hacerlo, y porque este mecanismo es el que crea sociedad, hermandad. Tres, instalar la economía inmaterial, la que genera mayor valor agregado, ofrece mejores salarios y cuadro de vida. Y porque nos sacará del atraso en las formas de trabajar de miles de años en los que nos encontramos.
Con este proyecto de Sociedad construyamos el partido político de los desempleados, de los pobres, de los jóvenes sin porvenir, de los pueblos originarios marginados, de los trabajadores subempleados, de los micro y pequeños empresarios. Porque es él, y solamente él, quien hará el gran cambio, la transformación que exigen las mayorías nacionales.
Notas:
[i] Davide Furceri y Prakash Loungani, Abrirse a la Desigualdad, in http://www.imf.org/external/
[ii] http://larepublica.pe/impresa/
[iii] Ministerio de la Producción, Las MYPYME en cifras 2013, p. 27.
[iv] Ibid., p. 75-76.
[v] Ibid., p. 11.
[vi] INEI, Una mirada a Lima Metropolitana, 2014, p. 24.
[vii] Consumo mensual de cada peruano debe ser mayor a S/. 303 para dejar de ser pobre
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