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Un millón de personas marchan en Roma contra la precariedad

Fuentes: Rebelión

Al menos un millón de personas, según los organizadores, se manifestaron el domingo 20 de Octubre en la capital italiana. La manifestación, convocada por numerosas organizaciones de izquierdas, exigía medidas radicales contra la precariedad. Una vez más, «il popolo» de izquierdas llenó las calles de banderas rojas. La ocasión así lo requería: exigir al gobierno […]

Al menos un millón de personas, según los organizadores, se manifestaron el domingo 20 de Octubre en la capital italiana. La manifestación, convocada por numerosas organizaciones de izquierdas, exigía medidas radicales contra la precariedad.

Una vez más, «il popolo» de izquierdas llenó las calles de banderas rojas. La ocasión así lo requería: exigir al gobierno que actúe decididamente contra la pérdida de derechos sociales y laborales. Y es que el actual gobierno de centro-izquierda no ha conseguido frenar la continua precarización del trabajo.

La manifestación estaba apoyada por numerosas organizaciones y movimientos de la izquierda, entre los que destacan varios medios contrainformativos (Il Manifesto, Liberazione y Carta), la FIOM (es la federación del metal del principal sindicato del país, la CGIL), así como casí todos los partidos de la izquierda del gobierno (Refundación Comunista, Partido de los Comunistas Italianos y Los Verdes, la dirección de Izquierda Democrática no apoyó finalmente la manifestación). Pero sobre todo, la marcha estuvo secundada por cientos de miles de trabajadores, muchos de ellos jóvenes, que ven como la precariedad en el trabajo cada día afecta más negativamente a sus vidas.

Tanto Refundación Comunista como el Partido de los Comunistas Italianos tuvieron una presencia muy nutrida en la marcha. Sin embargo, ambos partidos se esforzaron en señalar que esta no era una manifestación contra el gobierno (del que forman parte), sino para cambiar el rumbo liberal de éste. También estuvieron presentes las banderas de la CGIL, a pesar de que la dirección del sindicato no apoyó la convocatorio. De igual modo, fueron muchos los militantes y simpatizantes de la Izquierda Democrática que bajaron a la plaza, desoyendo a la dirección del partido encabezado por Mussi.

El domingo la izquierda transformadora italiana demostró que sigue viva y con capacidad de movilización. Y, sobre todo, los centenares de miles de manifestantes que llegaron a Roma de todos los rincones demostraron que no se resignan y que están dispuestos a luchar contra la precariedad que impone el neoliberalismo.