La furiosa respuesta al asesinato de un chico de 15 años por parte de la policía el pasado sábado en Atenas ha provocado protestas en masa, huelgas y paros de clases contra el gobierno.
La furiosa respuesta al asesinato de un chico de 15 años por parte de la policía el pasado sábado en Atenas ha provocado protestas en masa, huelgas y paros de clases contra el gobierno griego de derechas. La policía disparó a Alexandros Grigoropoulos en el área Exarchia de la capital el sábado por la tarde.
Este asesinato ha provocado mucha rabia entre los y las trabajadores y los y las estudiantes, los cuales ya estaban en pie de guerra a causa de la implantación de políticas neoliberales por parte del gobierno. Inmediatamente después de saberse la noticia las protestas estallaron por todo el país. La policía a su vez atacó a la gente que protestaba por la muerte de Alexandros que acabó destrozando el centro de la ciudad.
Mientras que gran parte de los medios de comunicación internacionales se han fijado en los disturbios, prácticamente han ignorado el movimiento de masas que se expande por las calles y los puestos de trabajo de Grecia. Este movimiento ha conseguido canalizar su rabia contra las políticas del Gobierno. Masivas manifestaciones recorrieron el país este pasado domingo pidiendo la dimisión del ministro de interior y un severo castigo para los policías implicados en el asesinato. El lunes por la mañana en más de 100 centros de estudios se pararon las clases y los y las estudiantes salieron en masa a protestar a la calle. Muchos de ellos se concentraron en el exterior de las comisarías de policía para protestar.
La atmósfera que se respiraba era muy similar a las manifestaciones de marzo del 2003 contra la guerra de Irak cuando decenas de miles de jóvenes espontáneamente pararon clases para manifestarse contra la guerra. La rabia se ha extendido por toda la población. Unas 40.000 personas se manifestaron en Atenas este pasado lunes por la tarde contra el asesinato respondiendo a una convocatoria de la izquierda anticapitalista. También hubo una convocatoria diferente por parte del Partido Comunista de Grecia muy cerca de la otra, pero había tanta gente que las dos protestas de unieron en una de sola.
El gobierno tiene una estrategia clara: usar la fuerza policial para acabar con las manifestaciones, dejando que la gente solo participe en los disturbios. Está cerrando colegios y universidades en un intento de detener a la gente que se organiza desde allí. La policía atacó a los manifestantes con gases lacrimógenos y pelotas de goma el lunes por la noche, forzándolos a dispersarse. Más tarde un gran número de jóvenes plantaron batalla a los cuerpos policiales. Muchas de las protestas del lunes se dieron de la misma forma.
El gobierno espera que la opinión pública se vuelva contra la gente que participa en los disturbios contra la policía para así calmar la situación. Pero los trabajadores y los estudiantes han tomado la iniciativa en poner toda la presión contra el gobierno. El lunes hubo paros en la administración pública local para poder asistir a los masivos mítines que se realizaban por todo el país, donde se votaban resoluciones en apoyo a los jóvenes que luchaban contra la policía.
Los sindicatos de profesores de primaria y secundaria fueron a la huelga este mismo martes -el día del funeral de Alexandros- para que así los y las estudiantes pudieran asistir al funeral. El sindicato de profesores universitarios hizo un llamamiento a una huelga de tres días a partir del lunes de esta semana.
Estudiantes
Los estudiantes de las universidades han estado al frente de la lucha contra los planes del gobierno para privatizar la educación. La semana pasada hubo una ocupación de tres días en varias universidades -una continuación del movimiento que agitó Grecia hace 18 meses. Los sindicatos han convocado una huelga general para este miércoles contra los presupuestos del gobierno, el cual destinará 28 billones de euros a los banqueros.
Todo esto es una mezcla explosiva para un gobierno cada vez más impopular. Además este se ha visto salpicado por una serie de escándalos. Dos ministros fueron obligados a dimitir a principios de este año a causa de su papel en ciertos acuerdos sobre grandes parcelas de tierras entre el gobierno y la iglesia. Hace un año el gobierno convocó elecciones a toda prisa mientras se enfrontaba a una ola de ocupaciones contra sus planes para la educación pública. Ganó por una mayoría mínima pensándose que eso le ayudaría a salir del atolladero.
Pero ahora el gobierno se enfrenta a más problemas que antes. Los oficiales de policía responsables de la muerte de Alexandros han sido arrestados y el gobierno ya ha dicho que serán castigados. Pero su primera respuesta fue la de intentar esconder el asesinato. La policía afirmaba que habían sido atacados y que a raíz de eso habían hecho un disparo de advertencia que rebotó, dando a Alexandros. Pero había demasiados testigos que han declarado que fue un disparo directo. El gobierno se ha visto forzado a actuar contra la policía en un intento de calmar la rabia. El ambiente es tal que hasta los propietarios de las tiendas que les han roto los cristales han hecho declaraciones comprensivas del tipo: «no es la hora de hablar de compensaciones cuando acaba de morir un chico».
Mientras las cosas se colapsan en lo alto de la sociedad, la gente en la base cada día tiene más ganas de luchar.
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El gobierno griego trata de aprobar más recortes
El gobierno griego trata de aprobar una serie de medidas de austeridad en respuesta a la creciente crisis. Está recortando presupuesto para los servicios públicos, implementando una reforma de las pensiones y más privatizaciones. El mal estar de los y las trabajadoras por la creciente perdida de lugares de trabajo y la alta inflación ha llevado a la huelga general de esta semana.
Los sindicatos mayoritarios se han visto presionados para actuar contra los cierres y las privatizaciones. El parlamento griego votará unos presupuestos que dará billones de euros a los banqueros, justo la semana antes de navidades. Los sindicatos convocaran huelgas y manifestaciones y la ola de protestas continuará hasta navidades y probablemente hasta finales de año.
Grecia tiene una larga historia de recelo hacia el estado. Una junta militar apoyada por EEUU gobernó el país entre 1967 y 1974. La revuela estudiantil de 1973 pronto se convirtió en un levantamiento generalizado contra el régimen, llevándolo a su colapso.
Desde 2004 hemos presenciado una ola de luchas contra el gobierno de derechas de Kostas Karamanlis. Estas luchas han incluido manifestaciones de trabajadores temporales pidiendo trabajos estables. Esto, junto a los acontecimientos de esta última semana, ha debilitado al Gobierno.
Panos Garganas es el miembro del Partido de los Trabajadores, la organización hermana de En lucha/En lluita en Grecia. Más información en www.sek-ist.gr.
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