Los comentarios de los neoliberales y de los medios que manejan (casi todos los medios de comunicación) dejan un rastro de desprecio por lo que ellos mismos predican. Referéndum si, democracia si, libre competencia si, pero… Efectivamente, si el referéndum es contrario a quién lo convoca, si la democracia es de todos, no de las […]
Los comentarios de los neoliberales y de los medios que manejan (casi todos los medios de comunicación) dejan un rastro de desprecio por lo que ellos mismos predican. Referéndum si, democracia si, libre competencia si, pero…
Efectivamente, si el referéndum es contrario a quién lo convoca, si la democracia es de todos, no de las élites, si la libre competencia es para competir todos, ciudadanos y empresas, servicios públicos y privados, derechos humanos y sociales, entonces comienzan las injurias, las blasfemias y el anuncio de terribles catástrofes. La Francia entonces es retrógrada, antieuropea, camina hacia atrás, no confía en sus gobernantes, lleva al caos de la Unión, etc. etc. No voy a seguir, basta con observar los títulares de la prensa, ni siquiera los contenidos, «amenaza» del NO (las comillas son mías), la «crisis gravísima», el «impulso» de la ultra derecha, la defensa de los derechos individuales contra los «europeos», etc. etc.
Es necesario volver a alzar la voz. Sólo con el NO parece que no vale. Y eso que no necesita explicación. Se aprueba un texto ó NO. NO se aprueba, y punto. ¡Pues no vale!. Antes de la votación, el lider derechista neoliberal Giscard d’Estaing decía a toda página que si salía el NO, habría que repetir la votación. Este es el respeto que tienen por la soberanía del pueblo. Ahora no dicen pueblo, dicen populismo. Lo cierto es que no precisaríamos dar explicaciones, ya que no han sido pedidas y darlas parecería que nos autoacusamos. Nuestro programa es limpio y claro. Está en la calle. NO queremos el capitalismo neoliberal, NO queremos la privatización de todo lo público, NO queremos una Economía pactada en oscuras habitaciones, NO queremos una democracia dirigida por monopolizadores, NO queremos una Europa construida por mercaderes sin escrúpulos que entienden la deslocalización como un mal menor, o un riesgo inevitable, NO queremos que nos desprecien a los trabajadores, a los europeos deslocalizándolos (el más conocido y reciente, Miniwatt-Philips) y a los emigrantes que trabajan en Europa sin reconocerles un Estatuto de trabajador europeo. Sólo SI a los beneficios. Pues ese SI no lo queremos. Lamentablemente hay gentes bien pensantes (o ignorantes pasivos) que piensan que con el SI es como se construye Europa. ¡Pues contruyamos otra Europa!. La Europa de la regulación y el respeto, la de los derechos humanos y del trabajo, la del respeto social a las minorías, a los desfavorecidos, a los débiles. Eso también es construir Europa. Tanto rasgarse las vestiduras por ese 59% del Partido Socialista a favor del NO. Yo creo que habría que rasgarse las vestiduras por socialistas como Pascal Lamy, un redomado capitalista neoliberal burgués, que de socialismo sabe bien poco, o ya puestos, por ese 40 % Socialista que apoyó el SI. Sólo oscuros intereses en el politburó de las organizaciones pudieron motivar el solicitar la desregulación francesa de su «savoi
r faire» y su «grandesse». Son muchos siglos de luchas, 1.789, 1848, 1877 y siguientes, guerras mundiales incluídas, resistencia al nazismo, resistencia al invasor, aunque en este caso sea económico, ya venga de USA, de Japón, de China, o de Turquía, con sus poderosas multinacionales y sus imposiciones militares, incluido el poderoso ejército europeo que pretendían montar, ¡bajo mando OTAN!.
Los ilusos son los que se sorprenden del NO.
La vía de la alterglobalización ha comenzado. No caer en el fariseismo de cesar al gobierno francés. ¡Chirac también pidió el SI!. ¡Chirac también debe dimitir!. Podremos darle más vueltas a: ¿qué hacemos ahora?. Simplemente empezar a construir para los europeos, para los pacífistas, para los emigrantes, para los ciudadanos, en suma. Otra Europa ha aparecido, ya no es posible, ya es real. Esperamos que esta marcha siga ahora con Holanda, Dinamarca, Irlanda, Portugal, etc. y esperamos también que se caiga la venda de los ojos de los ciudadanos del Este. Entrar en la Europa de los derechos es para ellos mejor que entrar en la de los mercaderes. Se trata, en suma, de ser ciudadanos, no clientes.
¡Vive la France!