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Panamá

Un retroceso histórico

Fuentes: Rebelión

Ahora mismo nos encontramos enmarañados en por lo menos tres problemas que, mientras pasen los días parecieran indisolubles, nos referimos a la cuestión de la Ley 462, la inconstitucionalidad de las operaciones de Minera Panamá y, el Memorando de entendimiento entre el Ministerio de Seguridad Pública de la República de Panamá y el Departamento de Defensa de los Estados Unidos. Varias organizaciones se mantienen en huelga y miles de manifestantes en las calles, a través de marchas y otras formas de manifestación. En lugar de mediar, el Gobierno optó por reprimir y perseguir a los dirigentes. En materia de derechos humanos estamos ante un claro retroceso, con detenciones arbitrarias y se discrimina públicamente a quien piense distinto, se les adjetiva de comunista, anarquista o terrorista.

Por más que el gobierno y sus voceros oficiales intenten matizar su entreguismo, la política exterior del presidente Mulino es un retroceso histórico en cuanto autodeterminación, cedimos ante los intereses irredentistas de Estados Unidos. La respuesta que oficialmente se está dando es falaz, argumentan que, otros gobiernos han hecho lo mismo, esa es la falacia del tu quoque o “tú también”. En eso tienen razón, nuestros gobiernos en las últimas tres décadas son dóciles ante el irredentismo imperial al no contar con un proyecto nacional. El memorándum de entendimiento en cuestión señala que habrá áreas de uso destinado al personal de los Estados Unidos, cuando nos vamos al Anexo B, se define como personal de los Estados Unidos a personal militar y civil, sabemos muy bien que los estadounidenses se toman en serio las cuestiones militares y para esas áreas de uso, señala el mismo documento, habrá la intención de establecer procedimientos relativos al acceso del Ministerio de Seguridad Pública, eso es, en otras palabras, para uso exclusivos de los militares estadounidenses, es lo que procede bajo esa dinámica militar. Pero lo más grave a nuestro juicio es la defensa del Gobierno de tan ignominioso documento, en lugar de denunciarlo ante la comunidad internacional como una imposición de los Estados Unidos.

En efecto, Estados Unidos es el país más poderoso del mundo, con un ejército letal, a diferencia de nosotros, un país pacífico y sin ejército, solo podemos responder con dignidad y tener una posición coherente a nivel internacional, denunciando la violación del Tratado de Neutralidad, el cual establece que, solo la República de Panamá mantendrá fuerzas militares en el territorio nacional. sumado a todo esto, están dos frentes de lucha abiertos, la explotación minera a cielo abierto en Panamá ahora existe una moratoria minera junto a la declaratoria de inconstitucionalidad de la Corte Suprema de Justicia del contrato minero que permitía la explotación en Minera Panamá. Ahora el gobierno plantea una eventual nacionalización de la mina, para tales efectos habría que pasar por la Asamblea para derogar la moratoria. El presidente quiere eludir el escrutinio del legislativo.

Con respecto a la Ley 462 que reformó la Caja de Seguro Social, es como anillo al dedo para los sectores financieros, en muchos aspectos desmejora las posibilidades de una pensión digna. Por más que digan que esta Ley no afecta las pensiones, el descontento es concreto. El Ejecutivo debe escuchar las legítimas reclamaciones. La represión aumenta, se violan las garantías fundamentales ante la mirada pasiva de los contrapoderes sumisos al poder Ejecutivo. Si bien los gobernantes deben escuchar a sus pueblos, también el pueblo debe ser consciente que, para que los gobernantes respondan a sus peticiones deben elegir gobernantes parecidos a sus pueblos.

Abdiel Rodríguez Reyes. Profesor e investigador universitario.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.