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Una Europa neoliberal autoritaria

Fuentes: www.corporateeurope.org

Traducido del inglés para Rebelión por P.R.

Este verano la eurocrisis ha alcanzado un nuevo nivel preocupante. Sin embargo, la respuesta oficial sigue por el mismo camino trillado hacia el desastre económico con las políticas neoliberales cada vez más incrustadas en las instituciones de la UE. Esto se deduce claramente a partir de los acontecimientos recientes y la última Cumbre de la UE. La conclusión para los movimientos sociales parece evidente.

La crisis del euro está escalando este verano. En España, protestas masivas denunciaron otra ronda de recortes profundos planteados por el Gobierno, y pocos creen que sea el último golpe al Estado del bienestar. Habrá más, y no sólo en España. Y eso, pese a que los recortes anteriores no han sido efectivos para contener la crisis. En cuanto a la estabilidad del euro, los recortes más recientes coinciden con lo que parece el punto más bajo hasta ahora. Se han intensificado las conversaciones sobre una salida griega (o expulsión), y la tasa de interés española ha subido por las nubes, cruzando el límite de 7 por ciento que, según la sabiduría convencional, desencadenará un rescate.

Así que, ¿qué harán los gobiernos al respecto? ¿Y qué hay de la Comisión? ¿Qué visión tiene para abordar la eurocrisis, a la luz del fracaso de las fórmulas anteriores? En realidad, hay una visión en desarrollo, pero ciertamente no es una visión que prometa acabar con la eurocrisis y mucho menos que evite duras medidas de austeridad. Es más bien una estrategia hacia una Unión Europea que asestará un golpe fatal al bienestar y la democracia.

La mejor fuente es el documento de conclusiones de la Cumbre de la UE a finales de junio. Se suponía que adoptaría planes maestros para hacer frente a la eurocrisis. Mientras que algunos de los acuerdos de la cumbre están en desarrollo y muchas cosas quedaron sin aclarar, la cumbre sí produjo duros planes para una unión bancaria, una primera señal en el camino hacia una unión fiscal.Y abordó algunos asuntos urgentes para Italia y España de una forma que se presentó como inédita. Mientras que la mayoría de los medios presentaron la Cumbre como un paso adelante, una lectura detenida de los documentos revela la emergencia de un gran reto para los movimientos sociales, subrayando la gran necesidad de una contra-estrategia progresista y de una visión alternativa.

Siete observaciones destacan y se constituyen en problemas que los activistas de los movimientos sociales tienen que comprender y sobre los que deben elaborar su respuesta.

1. Una hoja de Parra para Hollande: pero un Pacto para el crecimiento no es ningún signo de renovación

Algunos dirán: ¡por fin! Un Pacto Europeo para el crecimiento y el empleo, para ir de la mano con las medidas de austeridad. ¿Un nuevo giro de los acontecimientos y una jugada que incorpora medidas keynesianas clásicas para abordar la crisis de una manera más responsable socialmente? No. El nuevo acuerdo, el Pacto para el crecimiento y el Empleo1, no es un signo de una nueva dirección. Para empezar, el dinero es poco más que la caja chica.

El nuevo esfuerzo de crecimiento está respaldado por 120 mil millones de euros. Un presupuesto que en sí mismo no es particularmente impresionante dada la magnitud del problema. El BCE ha prestado 1 billón de euros en condiciones muy favorables a los bancos problemáticos de Europa. Además, los 120 mil millones no son dinero nuevo. Excepto los 10 mil millones que va a poner el Banco Europeo de inversiones, el resto sale de fondos no utilizados de la UE que se habrían gastado de todas formas, además de ingeniería financiera de diversos tipos.

El Pacto podría satisfacer a algunos de quienes creen que la actual política de austeridad es básicamente una buena idea, si se acompaña de iniciativas a favor del crecimiento. Pero no compensará los desastres creados por el empuje de la austeridad. De hecho, el Pacto para el Crecimiento y el Empleo trata de cambiar la imagen de las políticas de la UE, no la realidad. Es un intento de ocultar el hecho de que las políticas de crisis de la UE consisten en austeridad y ataques a los derechos sociales. Y su objetivo es proporcionar al Presidente francés Francois Hollande una hoja de parra, dada su crítica de la política de austeridad de la UE en general y el Pacto Fiscal/Tratado de Austeridad, en particular durante la campaña electoral francesa.

2. Habrá un nuevo impulso hacia la desregulación

Realmente el Pacto podría incluso resultar una maldición disfrazada. Desde diciembre varios gobiernos de la UE, los gobiernos de Reino Unido y el italiano especialmente, han insistido en un renovado esfuerzo para ‘profundizar’ en el mercado único. Esto incluirá nuevos intentos para «abrir la competencia en las industrias de redes», lo que podría representar un desafío a los servicios públicos. Las reglas del mercado única serán de obligatoria aplicación con más ímpetu en el futuro, y hay ideas bastante radicales circulando sobre cómo hacerlo. Y, lo que no es menos importante, existe la propuesta presentada por el primer ministro italiano Mario Monti de facultar a la Comisión para que pueda decidir sobre casos concretos – conflictos sobre la aplicación de las reglas del mercado único – de un plumazo. 2 Una perspectiva escalofriante, dado que las reglas del mercado único se han movido mucho hacia el terreno de los derechos sociales en los últimos años, como el derecho a la negociación colectiva. Imagine, por ejemplo, que el derecho a la acción colectiva en Suecia y Alemania, fuera desafiado por empresas privadas – refiriéndose al ‘derecho a la prestación de servicios’ en el mercado único. E imagine que la Comisión pudiera simplemente ponerse del lado de los empleados y decidir sobre el asunto.

El Pacto también promete aún más desregulación a través de mayores esfuerzos para «reducir la carga reglamentaria en general». Este año la Comisión ha presentado una propuesta controvertida de exhimir a las pequeñas y medianas empresas de 21 leyes para introducir un régimen regulatorio más ligero. Incluyen normas sobre seguridad en el trabajo, consulta a los empleados, las normas de licencia por paternidad y eficiencia energética. Y a muchos en la comunidad patronal les gustaría ver iniciativas aún más escandalosas. La mesa redonda Europea de industriales, por ejemplo, pide una «interrupción» completa de la legislación existente que no ayude a las grandes empresas y una moratoria de cualquier nueva legislación que perjudique los intereses comerciales – y un exclusivo grupo de altos ejecutivos ha comenzado a hacer lobby en favor de propuestas específicas a esos efectos. 3

3. No se hará nada efectivo para calmar a los mercados

Las noticias de que ‘Super Mario’, el Primer Ministro italiano, había obligado a la Canciller alemana Angela Merkel a aceptar un compromiso sobre los bonos de Gobierno de la eurozona capturó la atención durante la Cumbre. Y muchos periódicos importantes estaban llenos de admiración hacia las habilidades negociadoras del veterano tecnócrata. Había jugado el juego tan bien que Merkel quedó postrada y dio importantes concesiones.

La cuestión era no la mancomunación de la deuda, o la mutualización del riesgo en forma de eurobonos. Esta señal general de responsabilidad común es claramente impensable ante la acérrima oposición alemana, holandesa y finlandesa.

Lo que se decidió fue permitir que el fondo de rescate, el mecanismo europeo de estabilidad (ESM), para comprar bonos del Gobierno hiciera bajar los rendimientos, es decir. el costo de los préstamos para los gobiernos. Una decisión ampliamente aclamada como una medida innovadora para calmar a los mercados.

Pero no hay nada de nuevo en esta idea. Ciertamente no requerirá ningún cambio en el estatuto del Mecanismo Europeo de Estabilidad, que ya está ahí como una opción.  Y usar la capacidad de fuego del Mecanismo Europeo de Estabilidad tiene poca importancia.  De hecho podrían desestabilizar aún más a los mercados.

En efecto, el economista belga Paul de Grauwe argumenta que, como Italia y España por sí solas tienen bonos pendientes de un tenor de 3 billones de euros y las cantidades del Mecanismo Europeo de Estabilidad suman 700 mil millones, si el Mecanismo Europeo de Estabilidad gasta un par de cientos de miles de millones en bonos italianos y españoles, los especuladores podrán ver el fondo del cofre del ESB y probablemente responderán deshaciéndose de los bonos. Como resultado, los precios de los préstamos subirán.4

Seguramente los gobiernos saben esto. Pero los gobiernos claves – las más fuertes economías de la eurozona, a saber, Alemania, Holanda y Finlandia – definitivamente no están dispuestos a hacer la única concesión que podría poner fin a la espiral ascendente de los costes de los préstamos. Si el Banco Central Europeo diera el paso e imprimiera dinero, como es el caso en los Estados Unidos, Suiza, el Reino Unido y cualquier otro lugar, haría desaparecer la amenaza de que la dinámica de los mercados financieros hundiera a España, Italia y otros . No sería una cura mágica para todos los males, pero supondría un inmenso alivio. Pero eso no sucederá.

4. Siempre habrá una fuerte condicionalidad y ninguna solidaridad

Gran parte de la emoción sobre la intervención en la Cumbre de Super Mario y el primer ministro español, Mariano Rajoy, fue que al parecer se las arreglaron para agenciarse préstamos fuera de la ESM «sin condiciones». Ciertamente no. La declaración de la Cumbre de la zona Euro dice que los préstamos directos a los bancos, o cualquier compra de bonos del Gobierno dependerá de las condiciones que se formalicen en un «Memorando de Entendimiento». 5 No hay ningún verdadero sentido de la solidaridad social en el nivel de la UE, y la creencia de que países en graves problemas simplemente se los buscaron por el gasto público desmedido y políticas salariales demasiado generosas, sigue siendo el dogma dominante, y como consecuencia habrá siempre ataduras asociadas. En muchos casos con gran apoyo popular, debido al éxito de la interpretación oficial sobre la crisis.

5. Cada cumbre adopta nuevas disciplinas estrictas

En 2011, vimos a la Unión Europea avanzar hacia nuevos terrenos de muchas maneras. La idea básica parece ser que los Estados miembros no son realmente aptos para controlar sus presupuestos, y cuando se infringen las reglas sobre la deuda y los déficits, sus presupuestos deben pasar a ser supervisados por la Comisión y el Consejo. Las leyes laborales y los salarios deben ser comprobados por los burócratas de la Comisión, y si se encuentra que son demasiado altos, los burócratas deben ser capaces de intervenir con la ayuda del Consejo. El llamado ‘paquete de seis’ de la nueva legislación de la UE fue un salto cuántico. También se adoptaron otras medidas menos gravosas para todos los Estados miembros, como un debate anual sobre los borradores de presupuestos de todos los Estados miembros y la adopción de recomendaciones,  el llamado Semestre Europeo.6  Mientras que era ciertamente una novedad para todos los presupuestos el tener que ser revisados a nivel de la UE, las recomendaciones para aquellos en cumplimiento de los niveles del umbral sobre deuda y déficit fueron exactamente eso – palabras no vinculantes de asesoramiento.

Pero durante la cumbre de junio a estas recomendaciones se les añadió peso bajo el semestre Europeo. Cuando un Estado miembro busca apoyo para la recapitalización de sus bancos por parte del Mecanismo Europeo de Estabilización, las condiciones incluirán recomendaciones formuladas bajo el semestre Europeo (como ocurre ya con el paquete de apoyo adoptado para los bancos españoles), lo que abre la puerta a cualquier disposición sobre presupuestos de los Estados miembros y cualquier tipo de legislación sobre el mercado laboral, los derechos sociales, etc.

Se dio otro paso en la Cumbre en la misma dirección. El infame Pacto Europlus 7 que llevó a cientos de miles de personas tomar las calles en protesta, iba a ser una especie de promesa de seguir estrictas políticas de austeridad, pero, de nuevo,  sólo una promesa. Ahora, un documento de estrategia sobre el desarrollo de una unión fiscal de la UE expresa el deseo de hacer el Pacto Europlus «más exigible».8 El documento fue redactado por el Presidente del Consejo Herman Van Rompuy, el Presidente del Banco Central Europeo Mario Draghi, el Presidente de la Comisión, Manuel Barroso y el Presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker – a la que se conoce como ‘la banda de los cuatro’.

6. La unión bancaria no puede compensar una regulación laxa

¿Cómo Cortamos el vínculo entre los bancos malos y los presupuestos públicos? Esta cuestión ha sido clave desde el comienzo de la crisis financiera en 2008. Los bancos están en problemas por toda Europa. Y el colapso de los bancos se está extendiendo a otros bancos y a través de las fronteras. La unión bancaria propuestaproporcionará supervisión europea de los bancos bajo la dirección del Banco Central Europeo, un enfoque común de las resoluciones y posiblemente algún tipo de fondo común para rescates, pagados por los propios bancos.

¿Estamos libres de sospecha, entonces? ¿Será este el final de la financiación masiva de los bancos? Difícilmente.

Para empezar, la suma de los rescates parecer tímida en comparación con el dinero invertido en los bancos malos en los últimos años. La ESM ya se sugiere como un «respaldo fiscal a los sistemas de garantía para resolución y depósito». También, parece irónico que la misma cumbre diera un estampara preliminamente un paquete de ayudas para los bancos españoles de 100 mil millones de euros. Una vez más, dinero público para salvar a los bancos.

Sin embargo, el mayor problema reside en la propuesta sobre cómo impedir que los bancos entren en quiebra en primer lugar. La Comisión y el Consejo han acordado normas sobre los requisitos de capital (dinero que un banco debe mantener para que sea sólido) que distan de ser el paso adelante que se espera después de la crisis en 2008, y que incluso caen por debajo de los laxos estándares internacionales de Basilea III acordados hace dos años. 9 Dar al Banco Central Europeo el poder de supervisar no cambiará el hecho de que la normativa que debe hacer cumplir es débil.

7. No habrá nada progresista en la Unión fiscal y la política económica común

En el Consejo y la Comisión ha sido un mantra durante más de un año que básicamente lo que se necesita para salvar el euro es una unión fiscal – normas comunes sobre las políticas fiscales, los presupuestos y algún tipo de administración común de los fondos. Y de hecho, durante los últimos dos años un número considerable de las reformas se han adoptado para centralizar la toma de decisiones en asuntos clave de política económica y fiscal.

¿Pero cómo será una unión fiscal completamente desarrollada? Nada carece de ambición. La ‘banda de los cuatro’ sugiere en su informe el desarrollo de una entidad fiscal a nivel del área euro, incluyendo una Oficina de tesorería y un presupuesto central. Los pasos hacia una unión fiscal deben presentarse en octubre.

El mensaje básico es que una unión fiscal va a ser una extensión y un refuerzo de las normas existentes.

Mientras que la Cumbre ha sido presentada en algunos medios como una señal de los nuevos tiempos que nos aguardan con nuevos elementos sobre las políticas de la UE, más que nada, confirma la dirección tomada durante los últimos dos años. En lugar de cambiar el rumbo, se incrementa la velocidad. Nos dirigimos a una mayor institucionalización de las políticas neoliberales en ámbitos tan importantes como los presupuestos de los Estados miembros, los gastos sociales y leyes laborales. Todo va a girar en torno a encontrar maneras efectivas de imponer austeridad y ataques crecientes dirigidos contra los derechos sociales.

De hecho, teniendo en cuenta la presión sobre Merkel y sus aliados más cercanos en el Consejo a aceptar cualquier tipo de solidaridad, es sorprendente ver cuán firmemente el núcleo de la eurozona establece la agenda. Mientras que Italia, España y Francia, cada una a su manera,  empujaban en a favor de algún tipo de responsabilidad común por la deuda, ya sea en forma de préstamos en condiciones benevolentes o algún tipo de mutualización, no consiguieron nada. Según las propuestas de la ‘banda de los del cuatro’, la deuda común o responsabilidad conjunta, es algo que se puede ser ‘explorar’ o discutir más adelante, pero podría no ocurrir nunca, incluso en una unión fiscal plenamente desarrollada.

Estrategia, resistencia y alternativas

Ni siquiera hace falta mirar de cerca para ver que los gobiernos y los burócratas de la EU están nerviosos por los próximos pasos y el efecto político que tendrán. En un informe sobre el futuro de Europa elaborado por 10 ministros de relaciones exteriores, la palabra «legitimidad» aparece cinco veces, y en el informe de la ‘banda de los cuatro’, «legitimidad» se utliza cuatro veces.10 Son plenamente conscientes de que el tipo de neoliberalismo autoritario que están proponiendo para el futuro de la Unión Europea no será bien acogido por la mayoría. Están en buscando algo que nos permita tragar la píldora amarga sin ninguna reacción fuerte en contra. Son plenamente conscientes de que sus ideas podrían prender la chispa de más revueltas y ciertamente crear un profundo resentimiento hacia la Unión Europea.

You don’t even have to look closely to see that governments and EU bureaucrats are nervous about the next steps and the political effect they will have. In a report on ‘the future of Europe’ by 10 Foreign Ministers, the word «legitimacy» appears five times, and in the ‘gang of four’ report, «legitimacy» is used four times.10 They are fully aware that the kind of authoritarian neoliberalism they’re suggesting for the future of the European Union will not be received kindly by the majority. They’re on the look for something that can make us swallow the bitter pill with no strong counter reaction. They are fully aware that their ideas could spark further revolt, and certainly create deep resentment towards the European Union.

Pero los próximos movimientos hacia un régimen autoritario y neoliberal de la UE también traen oportunidades. Habrá bastantes ocasiones donde este proyecto podría ser descarrilado, siempre que los movimientos sociales estén a la altura del reto. Para estar preparados de cara a ese desafío tres cosas son necesarias:

1. Una red europea más amplia y mayor movilización sobre políticas de la UE. Por razones obvias ha habido impresionantes movimientos contra la austeridad y en defensa de los derechos sociales a nivel nacional en muchos países. Pero hay muy poca coordinación, cooperación práctica y movilización en el nivel de la UE entre los Estados miembros. Es una fórmula que lleva a la derrota por división. Nuestros adversarios al volante de la Unión Europea pueden no temer incluso una huelga general en Grecia o demostraciones masivas en España, a menos que están combinadas con un esfuerzo europeo que desafíe la legitimidad de la política de las instituciones y de las propias instituciones. Esto implicaría tanto una mayor movilización fuera de los países más afectados y a favor de que la UE se convierta en un objetivo central de las protestas y demandas, no sólo los gobiernos nacionales.

2. Poner los verdaderos problemas en la agenda. Hubo dos elefantes en la habitación en la Cumbre. Uno es la incapacidad de los gobiernos y la UE para frenar a los especuladores debido a fallos fundamentales en el sistema financiero. El segundo es el desequilibrio entre las economías de la eurozona que se deriva de fallos en la construcción de la Unión Económica y Monetaria, que divide a los países de la eurozona en ganadores (al Norte) y perdedores (al Sur e irlandeses). Estos dos elefantes – que representan las causas en la raíz de la eurocrisis – deben estar en el centro de nuestra atención cuando impugnemos las defectuosas y peligrosas respuestas de la UE a la crisis, que han sido diseñadas por aquellos que siempre vieron la Unión Europea como un vehículo ideal para políticas económicas neoliberales de derecha, y que – con el apoyo de los grandes bancos y las grandes empresas – están viendo su sueño hecho realidad.

3) Desarrollar estrategia y alternativas. Tan fácil como esto puede sonar, poco se avanzó desde la crisis en términos de convergencia europea.

Afortunadamente habrá varias oportunidades este otoño para avanzar, incluyendo el encuentro en Florencia en noviembre y la Cumbre Alternativa en 2013. 11

NOTAS:

Fuente: http://www.corporateeurope.org/blog/authoritarian-neoliberal-europe