Una visita de empresarios rusos, de carácter muy reservado, casi clandestino, habría sido el motivo por el cual la elite que rodea al presidente Giammattei, decidió que la fiscal general Consuelo Porras le mostrara la puerta de salida al fiscal anticorrupción Juan Francisco Sandoval.
El despido se concretó el pasado 23 de julio, sin siquiera cuidar las formas. Es que el accionar de Sandoval ya era intolerable para ese sector, que desde tiempo atrás tenía en la mira al díscolo funcionario.
Un fiscal despedido
Sandoval, quien se desempeñaba como jefe de la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Impunidad (FECI), brindó declaraciones a la prensa ese mismo día, contando que, como producto de las indagaciones de su equipo de trabajo, encontró indicios muy fuertes respecto a ciertas acciones del presidente Alejandro Giammattei. “Obtuvimos información de la presencia de personas de nacionalidad rusa en casa del presidente a finales de abril, principios de mayo. (Además) nos dijeron que llegó dinero en efectivo a una casa en la zona 15. ¿Por qué va a recibir el presidente del Ejecutivo un dinero en efectivo de estas personas?
Sandoval, apenas inició investigaciones en torno al tema, fue bloqueado por la fiscal general Consuelo Porras.
Hoy se sabe que, efectivamente, a finales de abril llegaron al país, visitantes de origen ruso, inversionistas de la empresa Maya Níquel, una de las mineras que explora y extrae níquel en Alta Verapaz e Izabal.
Los negocios de los visitantes
Según datos aportados por la investigación de la FECI, el objetivo de los propietarios de MayaNíquel es el puerto Santo Tomás de Castilla, sobre el golfo de Honduras, en la costa del Caribe guatemalteco. La empresa pretendería operar su propio muelle y construir una terminal para embarque y desembarque de su producto.
En el pasado mes de enero, Marina Pozzi-Pedulla, directora del International Metal Supply Holding, un conglomerado financiero con sede en Lugano, Suiza, remitió una carta a la Gerencia General de la Empresa Portuaria Nacional Santo Tomás de Castilla (EMPORNAC) para explicar sus intenciones: “Expresamos nuestro interés formal en el arrendamiento por un plazo no menor a 30 años de una porción de terreno de 150 mil metros cuadrados dentro del área conocida como Arenal del Puerto”
La citada gerente explicaba en su misiva, que la compañía suiza conformaría legalmente una filial guatemalteca, la que girará bajo el nombre de Atlantic Bulk Cargo (ABC), y que operará como sociedad anónima. El objetivo de esta nueva empresa, sería el de arrendar los terrenos solicitados, desarrollar el proyecto y operarlo por un plazo mínimo de tres décadas.
En marzo de este año, dos meses después de esta carta, el Registro Mercantil de Guatemala recibió la inscripción de ABC, cuya dirección comercial es la misma sede de MayaNíquel.
La propuesta económico-financiera de la empresa ofertante, sería de US$15 millones por la inversión y la renta durante 30 años. Ese fondo sería dividido en US$12 millones para el dragado del canal de acceso al puerto y la preparación del muelle, y US$100 mil anuales en concepto de alquiler del predio, para un total de US$3 millones al cumplirse el plazo treintañal.
Asimismo, proponen el pago de US$1.40 por cada tonelada métrica de carga sólida a granel cargada o descargada en la terminal operada por la minera.
Cabe señalar que el puerto Santo Tomás de Castilla, según datos oficiales, movilizó 3.2 millones de toneladas métricas de granel sólido en el año 2020.
Al igual que ABC, MayaNíquel también pertenece al mencionado holding con sede en Suiza.
MayaNíquel no exporta el mineral depurado, sino toneladas métricas de tierra cargadas de minerales, cuyo contenido específico es desconocido. La operación del área pretendida en Puerto Santo Tomás de Castilla, permitiría a la minera, exportar con mayores facilidades y rapidez, dichas cantidades de tierra “en bruto”. Es evidente que la concentración de níquel u otros minerales es muy alta, para justificar la exportación de toneladas de tierra sin procesar.
Visitantes poco discretos
Aunque ellos mismos y el gobierno, pretendieron dar a la visita un carácter reservado, parece que sus prácticas habituales los traicionaron, pues sus desplazamientos fueron excesivamente aparatosos, desde los lujosos aviones en los cuales arribaron, hasta la forma en que rentaron habitaciones en los hoteles cinco estrellas donde se alojaron.
Hicieron cerrar los hoteles en la ciudad capital, y en las ciudades de Atitlán y Petén, para ser atendidos en exclusividad. Fueron acompañados en todo momento por un aparatoso dispositivo de seguridad, con decenas de efectivos, supuestamente bien armados.
Además, nunca brindaron sus nombres en los hoteles y pidieron que el personal de los mismos, nunca los preguntara. Demasiados misterios para una visita que debió ser normal si de inversionistas extranjeros se trataba.
Aun así, los rumores nacidos en el entorno de los chapines que los recibieron y acompañaron, indican que uno de los millonarios inversores sería el kazajo Alexander Mashkevich, alguien que ha estado en la mira de Washington por supuestos nexos con actividades que Estados Unidos considera perjudiciales para sus propios intereses.
Sospechas y reacciones
Tanta reserva generó sospechas. El diputado Carlos Barreda, de la Unidad Nacional de la Esperanza e integrante de la Comisión de Economía del Congreso, aunque ha admitido que estas inversiones pueden ser una oportunidad para Guatemala, indicó que “el problema es que no hay nada claro; no se conocen las condiciones del eventual contrato, lo cual es preocupante, pues no sabemos si solo es un arrendamiento como tantos o estamos comprometiendo algo más”.
Cabe señalar que el año pasado, Wilbur Ross, Secretario de Comercio estadounidense, mediante una misiva dirigida al presidente Alejandro Giammattei, manifestó su “profunda preocupación” por la falta de controles de seguridad de cargas. Ross agregaba que Guatemala debía mostrar a la comunidad empresarial, que es un socio confiable y seguro para concretar inversiones. ¿A qué se refería el funcionario? Quizás a la posibilidad de contrabandos en gran escala, pero fundamentalmente, al ilegal trasiego de drogas, algo en lo cual algunos puertos centroamericanos han demostrado ser muy vulnerables, como es el caso de Puerto Cortés en Honduras.
La respuesta de Giammattei ante el escandalete desatado fue simple, concreta y breve: “en los últimos días ha habido comentarios falaces que rayan en la calumnia y difamación, sobre la supuesta visita que recibí de ciudadanos rusos que eran portadores de maletas con dinero”. Sin embargo, no aclaró qué querían los visitantes.
Recientemente, Rodolfo Letona, presidente de Junta Directiva de EMPORNAC, señaló que el pasado lunes 9 de agosto, ABC-MayaNíquel presentó su propuesta, dándose por recibida para su análisis jurídico, financiero, técnico y catastral. O sea que las cosas están en marcha.