Grecia vivió ayer la primera jornada de Huelga General con una multitudinaria manifestación de protesta contra el regresivo proyecto de ley de recortes sociales que será votado el jueves en el Parlamento. Desde las nueve de la mañana decenas de miles de personas fueron llegando al centro de Atenas y ocupando las principales avenidas con […]
Grecia vivió ayer la primera jornada de Huelga General con una multitudinaria manifestación de protesta contra el regresivo proyecto de ley de recortes sociales que será votado el jueves en el Parlamento.
Desde las nueve de la mañana decenas de miles de personas fueron llegando al centro de Atenas y ocupando las principales avenidas con pancartas y banderas. A media mañana comenzaron las marchas desde diferentes puntos para confluir en la plaza de Syntagma, sede del Parlamento. Más de 250 mil personas, según los organizadores de la marcha, confluyeron frente al Congreso donde la policía había desplegado un enorme dispositivo de seguridad y decenas de brigadas antidisturbios. Hasta ese momento no hubo ningún hecho que reseñar, salvo lo festivo de los eslóganes que animaban la manifestación.
Tras varias horas de concentración, la policía y algunos cientos de manifestantes mantuvieron un intercambio de gases lacrimógenos y piedras que se saldó con algunos heridos y diversos destrozos en elementos del mobiliario urbano. Pero a última hora de la tarde la policía decidió desalojar la plaza de Syntagma y entonces se generalizaron los disturbios en diversos puntos de la capital. En la plaza de Monastiraki y en el barrio de Exarchia hubo serios enfrentamientos con la policía, y se produjeron numerosas detenciones.
La ciudad había amanecido como un domingo cualquiera con la práctica totalidad de oficinas y comercios cerrados, incluso en los barrios más periféricos, y un limitado servicio tanto en la sanidad como en el transporte, éste último para facilitar la participación de los ciudadanos en la manifestación prevista en el centro de la ciudad.
Pero el paro se hizo sentir también fuera del país tras el anuncio de los controladores aéreos de unirse a la protesta, lo cual ocasionó la cancelación de unos 300 vuelos.
Según la Confederación General de Trabajadores (GEES), el principal sindicato del país, la participación durante la primera jornada de la huelga general ha sido completa.
GEES valoró en ciento por ciento el paro en las refinerías, los astilleros, transporte ferroviario y marítimo, así como en los puertos; y en un 90% en la industria del acero, funcionarios bancarios, la construcción, el comercio, y los servicios de suministro de luz, agua y telecomunicaciones.
Para hoy está convocada una nueva manifestación cuyo principal objetivo es bloquear las entradas al Parlamento y evitar de ese modo que los diputados puedan acceder al mismo y participar en el debate con el que el gobierno pretende aprobar su drástico programa de recortes sociales, económicos y laborales.
Los principales sindicatos griegos ampliaron días atrás la jornada de huelga general de 24 a 48 horas contra la política del gobierno de Yorgos Papandréu que planea acabar con más de 30 mil puestos de trabajo en la administración, así como recortes en los salarios, pensiones, el aumento de impuestos y cambios en la legislación laboral.
El Gobierno griego está obligado a aprobar su propuesta de recortes para recibir de la Unión Europea la sexta entrega del rescate de 8 mil millones de euros que de liquidez al Estado para pagar salarios y pensiones a partir de noviembre.
Antonio Cuesta es corresponsal de la agencia Prensa Latina en Grecia
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