En el barrio de Cité Soleil, cuatro de cada diez muertes estaban vinculadas a la violencia
En Haití, la primera encuesta que examina el impacto de la violencia en la mortalidad desde hace más de 10 años revela los niveles extremos de violencia que sufren los habitantes del barrio marginal de Cité Soleil, en Puerto Príncipe.
El estudio retrospectivo de mortalidad, realizado por Epicentre, la rama de epidemiología e investigación médica de Médicos Sin Fronteras (MSF), y que abarca el periodo comprendido entre agosto de 2022 y julio de 2023, revela una preocupante escalada de la violencia, en comparación con un estudio similar realizado por MSF en 2007 en la misma zona, con casi un 41% de muertes vinculadas a la violencia y una tasa bruta de mortalidad de 0,63 muertes por cada 10.000 personas al día.
En el pasado, MSF ha podido observar tasas de mortalidad similares en 2017 en los campos de Raqqa, en Siria, entre una población que había estado expuesta a los bombardeos de la coalición internacional contra el grupo Estado Islámico y al régimen de terror de este último, o entre la comunidad rohingya en Myanmar durante los meses inmediatamente anteriores a la campaña de violencia lanzada contra ellos por el ejército birmano.
Además de las elevadas tasas de mortalidad, el 13% de los residentes de Cité Soleil entrevistados declararon haber presenciado actos de violencia extrema, como asesinatos o linchamientos en la calle. El 40% de las mujeres entrevistadas también afirmaron haber rechazado la atención prenatal debido a la inseguridad.
“Estoy acostumbrado a ver gente asesinada. Estoy acostumbrado a ver cuerpos en el suelo. Estoy acostumbrado a ver cuerpos quemados. Estoy acostumbrado a oír golpes. A veces es alguien que conoces. Cuando hablo de terror, hablo de violencia armada. Hablo de violencia física. Hablo de violencia psicológica. Hablo de miseria. Hablo de asesinatos. Hablo de violencia de bandas contra la gente”, dice un miembro del personal haitiano de MSF.
La investigación dibuja un panorama de vida cotidiana sumida en el caos, donde los habitantes de la capital haitiana se enfrentan constantemente a la amenaza de las bandas y a los enfrentamientos entre estos grupos armados, la policía y las brigadas civiles de autodefensa.
Según la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, enero de 2024 fue el mes más violento en más de dos años, con al menos 806 personas muertas, heridas o secuestradas en el país. La situación se deterioró posteriormente, y desde el 28 de febrero Puerto Príncipe es un caos, con decenas de heridos atendidos en los centros médicos de MSF.
“Cuando eres padre de familia ver llegar a una niña de 2 años con una herida de bala es realmente impactante. También es impactante ver a escolares que no tienen nada que ver con los grupos armados, a los que disparan y tienen balas en el cuerpo”, dice otro miembro del personal de MSF que trabaja en el país.
Estas alarmantes estadísticas subrayan la sombría realidad en la que la población haitiana trata de sobrevivir, ya que el número de homicidios se ha duplicado entre 2022 y 2023. Los secuestros también han aumentado un 83% en el mismo periodo, según el informe del Secretario General de la ONU. La magnitud real de la violencia podría ser mucho mayor, como muestran los resultados de Epicentre, que superan con creces las cifras oficiales: en 2023, se registraron más de 4.700 víctimas de homicidio en el país según la ONU, mientras que el número de muertes violentas contabilizadas en la encuesta de Epicentre superó las 2.300 sólo en Cité Soleil, cuya población representa sólo el 9% de la de la capital haitiana.