Europa se encuentra bajo la amenaza de un grupo terrorista. Hasta el momento se ha identificado a trece integrantes de esa organización. Su modo de actuar es secuestrar a ciudadanos en Europa y llevarlos a países árabes donde los torturan durante meses. Una de sus acciones fue en Italia, un comando terrorista de la organización […]
Europa se encuentra bajo la amenaza de un grupo terrorista. Hasta el momento se ha identificado a trece integrantes de esa organización. Su modo de actuar es secuestrar a ciudadanos en Europa y llevarlos a países árabes donde los torturan durante meses. Una de sus acciones fue en Italia, un comando terrorista de la organización capturó a un hombre y lo llevó a un país árabe para torturarlo a lo largo de más dos meses. Cuando ya su familia lo daba por desaparecido lo han encontrado con grandes secuelas. Se trata de una forma de actuar que se repite. Otra de sus actuaciones fue también un secuestro, ahora en Alemania, la víctima, un ciudadano como cualquier otro, fue llevada a Afganistán donde estuvo retenido y torturado durante también dos mes. Después lo liberaron.
Estamos ante una organización terrorista que dispone de grandes recursos como han demostrado con la utilización de diferentes aviones privados para poder llevar a cabo sus secuestros y que, además, opera en prácticamente todo el mundo. Disponen de tantos recursos económicos que el comando gastó 120.000 euros en un lujoso hotel de Milán los días anteriores a uno de sus secuestros.
Afortunadamente la Fiscalía de Milán ya ha cursado orden de arresto a la Europol y Eurojust (el órgano judicial europeo) contra los trece miembros de esa banda que han podido ser identificados. Alguno de ellos tiene una larga trayectoria terrorista que se remonta a los años ochenta en Centroamérica.
Sin embargo, uno de los obstáculos que más preocupa a los jueces es que disponen de un país que les sirve de santuario, donde son protegidos y financiados.
Pero afortunadamente ya se han identificado sus máximos líderes y su ubicación exacta. Es de esperar que los jueces y los gobiernos implicados en la lucha contra el terrorismo actúen lo antes posible para acabar con esa peligrosa organización que amenaza a los ciudadanos inocentes. La organización se llama CIA, tiene su sede en Langley, en el estado norteamericano de Virginia, y está a las órdenes del presidente del país que le sirve de apoyo, George W. Bush.