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Unidad de la izquierda peruana

Fuentes: Rebelión

I Nuevamente un fantasma recorre el Perú, el fantasma de la unidad de los movimientos y partidos de izquierda, progresistas y revolucionarias con miras a las elecciones presidenciales 2016. Para tal efecto se vienen desarrollando diversos eventos de «unidad» entorno a las organizaciones inscritas en la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), por un lado […]

I

Nuevamente un fantasma recorre el Perú, el fantasma de la unidad de los movimientos y partidos de izquierda, progresistas y revolucionarias con miras a las elecciones presidenciales 2016.

Para tal efecto se vienen desarrollando diversos eventos de «unidad» entorno a las organizaciones inscritas en la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), por un lado está el Frente Amplio por Justicia, Vida y Libertad, liderado por el padre Marco Arana y por el otro lado el Partido Humanista Peruano liderado por Yehude Simon Munaro. Los dirigentes de la «vieja» izquierda pretenden llegar al gobierno en base a estas dos propuestas, sin considerar que ninguna de estas organizaciones es izquierda, sus «caudillos» son pseudorevolucionarios, demostrado en la trayectoria de cada uno de sus dirigentes.

II

La historia se repite de nuevo, el año 2011 la izquierda en su conjunto estuvo detrás del nacionalismo de Ollanta Humala, saborearon el poder por unos meses luego les despidieron y es mas se dieron el lujo los nacionalistas de deslindar con la izquierda, hoy esa misma dirigencia que pregona unidad de las fuerzas de izquierda, van detrás del humanismo y del ambientalismo, según su análisis «marxista» llegaran al gobierno, similar a los otros países de Latinoamérica que están en esa dinámica de gobiernos de izquierda.

Hasta el momento, después de la dictadura de Fujimori, los procesos de unidad de la izquierda se dieron en tres oportunidades y todas ellas entorno a las elecciones presidenciales.

En el año 2000 y el año 2001 los pocos militantes de izquierda y gremios del campo popular que sobrevivieron a la dictadura, cerraron filas con la «chacana» símbolo del Partido Perú Posible de Alejandro Toledo, algunos se dieron la osadía de considerarlo «Pachacuteq». Por supuesto que termino mal ese intento de unidad, los pequeños grupos se dispersaron algunos fueron absorbidos por los Partidos Independientes que no tienen ideología ni programa. Y los renegados salieron a decir que era el fin de la lucha de clases y de las ideologías.

En el año 2006, si bien es cierto que se tenía varias organizaciones de izquierda inscritas para participar en las elecciones, todos los intentos de unidad fracasaron, el llamado Frente Amplio de Izquierda, que nunca se inscribió y al final se fueron como MNI (Movimiento Nueva Izquierda) no paso la «valla electoral» el 4% que se impuso en esas elecciones, la misma suerte corrieron las demás organizaciones inscritas. Esto se debió al poco apoyo del pueblo hacia la izquierda. En ese entonces se pregonaba que un fantasma recorría Latinoamérica, el fantasma de los gobiernos de izquierda, caso Uruguay, Ecuador, Bolivia, Brasil, etc. El Partido Comunista Peruano y el Partido Comunista del Perú – Patria Roja, en sus comunicados y documentos mostraban sus avances de unidad y su hipótesis de ser un solo Partido Comunista, dicho intento fracaso, la única unidad que se vio de estos partidos, es cuando estuvieron en la segunda vuelta detrás de Ollanta Humala. Luego de eso existieron muchas promesas de unidad, de una verdadera unidad y mas promesas, criticas autocriticas que nunca llegaron a concretarse. Salvo en lo de GANA PERÚ, que por cierto, estuvieron arrimados y despreciados por los reservistas y nacionalistas.

Para las elecciones del 2011, todas las fuerzas del campo popular, se entregaron por completo al bloque que se creó para poder llegar al gobierno. GANA PERÚ fue un intento de unidad del pueblo, que por supuesto como hoy lo vienen haciendo eventos de confluencia, en ese entonces ocurrió lo mismo, a diferencia de los demás procesos de unidad, en esta si llegaron al gobierno con GANA PERU, pero solo estuvieron por unos meses, por que el Partido Nacionalista de Ollanta Humala, una vez llegado al gobierno demostró lo que muchos dijimos su verdadero rostro, el desprecio por los del campo popular.

III

La unidad de la fuerzas de izquierda solo será posible cuando dejemos de lado los apetitos personales, el «caudillismo», la organización de nuestros partidos para las elecciones.

Es decir debemos concentrarnos en un verdadero trabajo de organización Leninista y de formación de los nuevos cuadros que es la juventud actual, para crear poder popular desde las bases y dentro de este estado un nuevo estado y no esperar llegar al gobierno o a la toma de poder para construir una nueva sociedad socialista.

La unidad no debe ser en base a los procesos electorales, sino en base a la construcción del poder popular del pueblo y para el pueblo. Por historia hemos visto los diversos intentos de unidad que fracasaron porque fueron en base a una coyuntura.

Blog del autor: rogerulianov.blogspot.com

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.