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Uruguay

UPM 2, la noticia más esperada por un Gobierno necesitado

Fuentes: Rebelión

La reacción fue inmediata. Menos de 24 horas después de conocer el anuncio, casi toda la plana mayor del Poder Ejecutivo se había pronunciado públicamente sobre la nueva inversión de UPM en el país. Era un grito agazapado, listo a descargarse desde julio de 2016, cuando el presidente Tabaré Vázquez informó que la empresa finlandesa […]

La reacción fue inmediata. Menos de 24 horas después de conocer el anuncio, casi toda la plana mayor del Poder Ejecutivo se había pronunciado públicamente sobre la nueva inversión de UPM en el país. Era un grito agazapado, listo a descargarse desde julio de 2016, cuando el presidente Tabaré Vázquez informó que la empresa finlandesa quería instalar una segunda planta de celulosa en el país

Búsqueda julio 25 2019

Desde entonces el Gobierno esperaba el día, cuestionado por la falta de logros y anhelante de transmitirle noticias positivas a la población. Lo hizo a partir de la mañana del martes 23, tras una llamada que recibió Vázquez de UPM con la decisión de comenzar la construcción de la fábrica y una terminal portuaria. Salvo el propio presidente, que aguardará un acto oficial donde se comunicarán los detalles del proyecto, el resto de los jerarcas destacaron el éxito del Gobierno. En distintos medios pero con el mismo entusiasmo hablaron Enzo Benech, Eneida de León, Víctor Rossi, Ernesto Murro, Rodolfo Nin Novoa, Eduardo Bonomi, Danilo Astori, Miguel Ángel Toma y Álvaro García. Incluso lo hizo Carolina Cosse, que como exministra de Industria lideró uno de los grupos de negociación

Estaban enterados de la inminencia del anuncio desde el lunes 15, cuando durante el Consejo de Ministros se aprobó un proyecto de contrato complementario al acuerdo de inversión firmado entre las partes en noviembre de 2017, que sentó las bases de las últimas dos fases de negociación. Aunque el optimismo venía desde mayo, luego de la última visita que hizo a Montevideo el presidente y CEO de UPM, Jussi Pesonen.
Para cuando Pesonen regresó a Finlandia estaba finalmente encaminándose cómo iban a resolverse los posibles conflictos laborales durante la construcción y el funcionamiento de la futura planta, uno de los puntos más discutidos por la empresa, deseosa de asegurarse tranquilidad sindical. Bajo la premisa de no crear ninguna ley ni decreto a medida de UPM que fuera ajeno al estatuto laboral vigente, el Gobierno pudo mantener su posición en esa pulseada.

Terminó por aceptarse una propuesta firmada el lunes 15 y cuyo texto original fue presentado en febrero por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, al cual inicialmente UPM puso reparos ( Dispone la instalación en el sitio de construcción de una oficina de la Dirección Nacional de Trabajo y otra de la Inspección General del Trabajo y de la Seguridad Social, que funcionarán de manera permanente y dentro del lapso comprendido entre el inicio de las obras y su finalización, con los recursos humanos y materiales suficientes para su adecuado y eficaz funcionamiento, y con distintos organismos del Estado facultados a facilitar el trabajo de esas oficinas en cuanto corresponda

Miles nacerán

La nueva planta de celulosa de eucaliptus se instalará cerca de Pueblo Centenario, en el departamento de Durazno; prevé estar en operación en 2022 con una capacidad de producción anual de 2,1 millones de toneladas.
La inversión específica en la fábrica será de US$ 2.700 millones y aumentará la capacidad actual de celulosa de UPM en más del 50%, «lo que resultará en un cambio significativo en la escala de su área de negocio», valoró la empresa en un comunicado de prensa. Además, UPM invertirá US$ 350 millones en actividades portuarias en Montevideo e instalaciones locales en Paso de los Toros, Tacuarembó, a cerca de 20 kilómetros del sitio de construcción.

En esa localidad y en Pueblo Centenario hay pocas señales de la inversión más grande en la historia del país. Solo en algunos lugares puntuales se ven alteraciones del ritmo normal como en el club 25 de Agosto, el lugar elegido por los ejecutivos de UPM para informar sobre el proyecto, o en la Junta Local de Centenario, donde el secretario, Eduardo Bovio, vive el martes 23 el día más agitado de su gestión. «Hoy al secretario vamos a tener que sacarle fotocopias», comenta una de las funcionarias de la Junta, y larga una carcajada celebrando su propio chiste.

Bovio es todo optimismo. S ostiene que con la planta vendrán las oportunidades de trabajo que escasean y mucho . También aire nuevo con miles de nuevos habitantes que rejuvenecerán un entorno sumamente envejecido. Y descarta de plano las posibilidades de contaminación. La contaminación del río Negro se arrastra de años atrás y UPM, sostiene, quizás hasta termine siendo la esperanza de establecer controles y mitigar su mal estado

El primer impulso de inversión que se ve en Pueblo Centenario es un proyecto inmobiliario de 110 casas. En Paso de los Toros, en tanto, hay un hotel de cuatro estrellas a punto de empezar a construirse. «Nunca imaginamos un hotel así acá», comenta el alcalde, Juan José López.

El mismo optimismo se respira en el Poder Ejecutivo. «La inversión de UPM refuerza la imagen internacional de Uruguay en cuanto a su seguridad jurídica, estabilidad institucional, seriedad, responsabilidad y confiabilidad, para la llegada de inversiones extranjeras. Miles de puestos de trabajo decentes y formales nacerán como fruto del emprendimiento que estamos celebrando», señaló la Presidencia de la República en un comunicado de prensa.

Desde la oposición, en tanto, la noticia se recibió con mesuradas críticas pero con aceptación, consciente del impacto económico que UPM 2 tendrá para el país. «Nos alegramos de la instalación de este emprendimiento. Creemos que el Gobierno uruguayo negoció de mala manera, que no supo representar los intereses de todos los habitantes del país, entregando demasiado a cambio. Esa es la visión que tenemos», dijo en Radio Carve el candidato a la presidencia por el Partido Nacional, Luis Lacalle Pou.

Así como otros dirigentes opositores, Lacalle Pou fue informado por las autoridades de UPM de los avances en su negociación con el Gobierno, con el interés de la empresa de que, gane quien gane las próximas elecciones, todos estén en conocimiento del compromiso que asumió el Estado. «Nosotros hemos hecho reuniones de forma frecuente, hemos recibido visitas, hemos tenido contactos con todos los actores del espectro político para mantenerlos informados tanto a ellos como a toda la población. Hemos estado atentos a todas las consultas», indicó el gerente general de la empresa, Javier Solari.

UPM amplía su presencia y asegura que «no se detendrá aquí»

El martes fue una jornada especial para Jussi Pesonen, el presidente y CEO de UPM. Acostumbrado a utilizar un lenguaje muy protocolar e impersonal en sus presentaciones a los accionistas, se permitió una licencia más emotiva para anunciar en la sede de Helsinki el nuevo desafío de la empresa. «Cuando me dirigía a la sala de conferencias, recordé que esta es mi presentación número 62 de un informe financiero.
Hoy creo que es una fecha histórica para mí y para toda la empresa: el consejo de administración ha tomado la decisión de construir una nueva planta de celulosa de clase mundial en Uruguay. Será un gran placer para mí describir detalladamente esta inversión», anunció.

Pesonen pasó buena parte de la siguiente hora brindando explicaciones y respuestas sobre la iniciativa en Uruguay a accionistas y analistas, convocados vía webcams para escuchar los resultados del informe financiero semestral.

La compañía invertirá US$ 2.700 millones en la construcción de su segunda fábrica en el país, más otros US$ 350 millones en mejoras de la infraestructura de su entorno en Paso de los Toros y en el puerto de Montevideo, desde donde planea extraer la producción de 2,1 millones de toneladas de pasta de celulosa al año. El monto total de su inversión equivaldría a construir 35 complejos ANTEL Arena, calculado al costo de US$ 86 millones estimado por el Tribunal de Cuentas.

Pesonen señaló que la cifra final de US$ 2.700 millones es incluso superior a la de las estimaciones que tenían hasta el momento.

«Obviamente el alcance ha cambiado un poco, en todas las áreas ha habido algunos cambios, por ejemplo, es una instalación más grande», indicó sobre la fábrica. También aseguró que la empresa continuará expandiéndose en Uruguay, más allá de que actualmente tiene garantizada la madera suficiente para producir a tope en sus dos plantas, lo cual espera lograr para 2025. Las plantaciones de árboles propias y arrendadas de UPM en Uruguay cubren hoy 382.000 hectáreas.

«Cuando se trata de la plataforma de las plantaciones uruguayas, obviamente ya hemos asegurado la disponibilidad de eucaliptos para la fábrica actual de Fray Bentos y para la nueva cerca de Paso de los Toros a través de nuestras plantaciones propias y arrendadas, y de acuerdos de abastecimiento a largo plazo con socios privados. Pero obviamente continuaremos con el desarrollo de la plataforma de plantación, así que
eso es algo que no se detendrá aquí, sino que seguiremos adelante», afirmó.

En esa línea, admitió que desde 2010 la empresa ya tenía en mente la construcción de una segunda planta, sumada a la que instaló en Fray Bentos en 2007. «Comenzamos a desarrollar nuestra base de plantaciones en Uruguay hace casi 10 años con el objetivo de eventualmente suministrar a la segunda planta una materia prima sostenible», dijo. El objetivo tomó impulso a fines de 2014 con una visita del entonces presidente José Mujica a Finlandia, y se aceleró a partir de 2016 con las negociaciones encabezadas por la administración de Tabaré Vázquez. 

Impacto económico

En el Gobierno la noticia fue tomada con la misma felicidad que en Helsinki. Los análisis económicos del Poder Ejecutivo de los últimos tiempos venían acompañados de un asterisco explícito, o a veces implícito cuando proyectaban escenarios con verbos en condicional. La razón por detrás era la incertidumbre en torno a la megainversión en la planta de UPM. Por su dimensión e impacto potencial, las estimaciones no podían desconocer un escenario «con» o «sin» UPM 2.

Como a partir de este año asignaban altas probabilidades a que la inversión se confirmara, la última actualización de proyecciones macroeconómicas del Gobierno -informadas al presentar al Parlamento la Rendición de Cuentas- computó el efecto positivo del emprendimiento tanto en el Producto Bruto Interno (PBI) como en el empleo y en materia fiscal, por la mayor recaudación de impuestos esperada. «Así, a partir
de 2020 la inversión volverá a ser un factor expansivo del PBI como en años anteriores, debido fundamentalmente a las obras de infraestructura, así como por el impacto de la construcción de la nueva planta de celulosa y las inversiones conexas que esta requerirá», escribió el Poder Ejecutivo en el /Informe Económico-Financiero/ que integró la exposición de motivos de la iniciativa.

La nueva planta industrializaría pasta de celulosa por valor de unos US$ 1.100 millones anuales, con lo que sumaría de modo permanente dos puntos porcentuales al PBI. Dicho monto, por ejemplo, es algo menos de la mitad de las ventas realizadas el año pasado por la mayor empresa del país, Ancap, junto con sus sociedades vinculadas (US$ 2.141 millones).

Dado que toda la producción de UPM 2 se destinaría a la exportación, eso elevaría en 12 puntos porcentuales los envíos al exterior de mercaderías del país. Un porcentaje como ese equivale a dos veces los negocios con el exterior de 2018 (US$ 492 millones) de Conaprole -la mayor exportadora uruguaya- o más de cinco los de Frigorífico Tacuarembó, el principal del rubro cárnico (US$ 206 millones). Así, la pasta de celulosa se consolidará en la cima del ranking de exportaciones.

El impacto más directo se verá en la región de influencia de la futura planta. El PBI por habitante en Durazno, Tacuarembó, Florida y Cerro Largo aumentará entre 10% y 15%; hoy son de los departamentos más rezagados en sus indicadores económicos y sociales.

En la obra -que según lo anunciado se ejecutará entre 2020 y 2022-, trabajarán en forma directa unos 3.000 operarios en promedio, con picos de 5.000. La Intendencia de Durazno empleaba a unas 6.000 personas y eran unos 8.400 en el Gobierno departamental de Tacuarembó a fin de 2018.

La segunda planta de la finlandesa ocupará a pocos cientos de personas cuando esté en actividad . Sin embargo, se estima que generará unos 3.500 puestos de trabajos indirectos y una cifra similar de empleos «inducidos».

El Gobierno festeja inversión de UPM, pero calificadoras aún esperan un ajuste fiscal

La confirmación por parte de UPM de su inversión en una segunda planta de celulosa en Uruguay fue recibida como un espaldarazo por el oficialismo, ya que podría favorecer sus aspiraciones reeleccionistas.
Pero si bien las calificadoras de riesgo comparten que el nuevo emprendimiento impulsará la economía, entienden que su aporte frente al problema fiscal será poco significativo y aún esperan un ajuste.

La megainversión fue confirmada el martes 23 por las autoridades de UPM.

La «agenda de crecimiento» que promueve el Gobierno «se ha visto reforzada por aportes absolutamente fundamentales, como el acuerdo Mercosur-Unión Europea, que abre una ventana formidable para el Uruguay productor y exportador. Y ahora la mayor inversión» de la historia uruguaya que confirmó la empresa finlandesa, «que revela una confianza muy importante» en el país, se congratuló ayer miércoles 24 el ministro
de Economía, Danilo Astori.

El sistema político en general recibió con beneplácito la noticia sobre UPM, aunque algunos candidatos de la oposición reiteraron sus reparos a las concesiones fiscales al proyecto y varios dirigentes remarcaron que responde a «políticas de Estado» mantenidas por distintos gobiernos, como la «ley forestal» aprobada por la primera administración de Julio María Sanguinetti.

Impacto «muy limitado»

El nuevo emprendimiento industrial multiplicará algunos números de la economía, aunque analistas locales y del exterior son cautos respecto de su impacto, sobre todo fiscal.

«La nueva planta de UPM promete dar un empuje a la economía uruguaya en un contexto de estancamiento. Sin embargo, esta buena noticia ya la habíamos incorporado en nuestra línea de base cuando revisamos a ‘negativa’ la perspectiva (de la deuda pública) el año pasado. No proyectamos que el impacto económico y recaudatorio de la planta, por sí solo, ayude mucho con el creciente déficit fiscal o estabilice el ratio deuda/PBI. Esto depende de medidas de ajuste fiscal que todavía están ausentes, aunque anticipamos que esto podría aclararse después de las
elecciones», declaró a *Búsqueda* el analista de Fitch Ratings Todd Martínez.

En la agencia Moody’s tienen una visión similar. «La confirmación de la inversión de UPM en Uruguay es un desarrollo bastante positivo para la actividad económica, ya que estimamos aumentará el crecimiento del Producto en el 2020 hacia 2,7%, desde el 1,8% que teníamos proyectado antes de que se confirmara. La fase de construcción dará un impulso importante al crecimiento hasta el 2022, cuando abra la planta», evaluó Jaime Reusche, analista de esa calificadora.

«En ausencia del proyecto teníamos preocupaciones serias sobre el nivel de actividad, inversión y empleo en la economía debido a retos estructurales que persisten aún con la inversión de UPM. Si bien el efecto sobre la economía será positivo, la contribución al fisco de manera directa será muy limitada, lo cual no mitiga la necesidad por parte del Gobierno de tomar medidas para acortar la brecha del déficit.
Nuestra preocupación sobre la trayectoria fiscal y los impedimentos estructurales que inhiben un mayor crecimiento de la demanda interna se mantienen», subrayó. 

Algunos cuestionamientos al impacto ambiental que tendría la nueva planta de celulosa son producto de la «mala fe»  

El Poder Ejecutivo tuvo «discusiones fuertes» con UPM por exigencias para evitar que el río Negro se torne en una «cloaca»  

escriben María Paz Sartori y Juan Pittaluga

Con puntualidad finlandesa, a las 12:00 del martes 23 las autoridades de UPM estaban en el hotel Sheraton listos para comenzar su conferencia de prensa. Iban a dar los detalles sobre la decisión de la empresa de construir en el país una nueva planta de celulosa. Entonces, se les acercó Raúl Viñas, integrante del Movimiento por un Uruguay Sustentable y uno de los principales oponentes a la instalación de la fábrica. Los saludó uno a uno y los felicitó por su gestión. Minutos después amplió el saludo en público, cuando se abrió el espacio para preguntas.
«Realmente los felicito de nuevo como hice recién personalmente, porque las formas (en) que negociaron esto para lograr las máximas ventajas de nuestro país a cambio de nada, realmente son admirables».

Viñas, así como académicos, organizaciones y dirigentes políticos criticaron el anuncio de inversión por considerar, entre otras cosas, que el Gobierno cedió a UPM excesivos beneficios para la construcción y operación de la futura planta, los cuales pondrían en riesgo la calidad del agua del río Negro.

Consultado al respecto, Jorge Rucks, subsecretario del Ministerio del Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA), dijo que el Gobierno mantuvo con UPM «discusiones fuertes» para mantener altas las exigencias ambientales y que, como consecuencia, fue un punto que llevó tiempo en las negociaciones. Tan central fue el tema ambiental que «condicionaba los tiempos y condicionaba parte de las
negociaciones», aseguró Rucks. Durante las primeras reuniones, la empresa planteó realizar los mismos controles ambientales que hacía en UPM 1. El MVOTMA dijo «no» en varias oportunidades, contó Rucks.

La empresa tenía la preocupación de que las exigencias ambientales complicaran los costos de la inversión que se iban a requerir.
«Evidentemente, los niveles de tratamiento de efluentes que se exigen son de niveles altísimos y eso tiene un costo: cuanto más exigís más costos tiene para ellos», dijo el subsecretario.

Entre los temas discutidos estaban las zonas de mezcla de los vertidos y la información sobre la flora y fauna acuática. «Ahí hubo algunos temas que demoraron mucho en concretarse y sobre los que hubo que exigir información adicional», explicó Rucks. A lo largo de la negociación, el ministerio le hizo a la empresa veinte solicitudes de información adicional.

«Pusimos condicionantes de emisiones tanto al aire como al agua que son muy superiores a las de UPM 1 y Montes del Plata. Estamos reconociendo que para poder mitigar y poder evitar daños ambientales son necesarias muchas de las exigencias. Eso la empresa lo aceptó, fueron discusiones fuertes», contó Rucks. Usarán las mejores técnicas disponibles a nivel de la comunidad europea con criterios por arriba de la normativa nacional y con siete parámetros adicionales.

«Tenemos que ser más estrictos en los controles de vertimiento p orque el río Negro no es el río Uruguay y nosotros no queremos que el río Negro pase a ser una cloaca en el centro del país», agregó.

En conferencia de prensa el vicepresidente sénior del proyecto de desarrollo de UPM en Uruguay, Petri Hakanen, dijo que «desde el punto de vista ambiental se realizarán los controles más estrictos del mundo a la fábrica, que tendrá un desempeño ambiental probado. Las conclusiones que presentó el estudio de impacto ambiental demuestran que todos los potenciales impactos son admisibles y manejables para llevar adelante el
proyecto».

Transparencia y mala fe

Las manifestaciones en contra del proyecto UPM2 se hicieron sentir en las redes este martes. El investigador Daniel Panario, crítico con el impacto que tendrá la planta en el medio ambiente, escribió en su Facebook que era «un día de luto».

El grupo Un Solo Uruguay publicó una declaración en Twitter en la que auguró que «la historia va a juzgar» al Gobierno «entreguista» y a sus»cómplices» de la oposición. El Movimiento por un Uruguay Sustentable cuestionó días atrás el contrato acordado con UPM.

«A todos aquellos que discrepan, se lo agradecemos cuando se hace de buena fe, porque se trata de aportar y se trata de construir. Ahora, tampoco podemos ser cándidos e ingenuos y pensar que no hay situaciones de mala fe. Muchas veces hay intereses que hacen que se defiendan ciertas posiciones en contra de propuestas que se pueden estar discutiendo», opinó Rucks.

El jerarca aseguró que algunos cuestionamientos, como la gran cantidad de agua que usa la planta, fueron aclarados por el Gobierno en varias oportunidades. Sin embargo, «se sigue insistiendo en posiciones que no aceptan la explicación que se da. Entonces, cuando se insiste de esa forma, o hay una convicción muy grande científicamente o hay mala fe», aseguró el subsecretario.

Con respecto a las críticas sobre la transparencia del proceso, Rucks afirmó: «Si hay algo que podemos decir con total seguridad es que no hubo nunca un proceso tan transparente en las autorizaciones ambientales como se dio en este momento». Detalló que hicieron grupos de contacto y reuniones temáticas con las poblaciones afectadas por la planta, que informaron sobre el proyecto y recibieron sus puntos de vista. Añadió
que trabajaron a través del Observatorio Ambiental de la DINAMA, que es un instrumento nuevo, y que «todo el proceso de discusión con la empresa y los informes de la DINAMA fueron colgados y anunciados» en todas las oportunidades. «Más transparente que eso, es imposible».

Territorio

Otro de los puntos destacados de la negociación giró en torno a «la voluntad clara del Gobierno de generar un proceso de desarrollo en el centro del país», contó Rucks.

El Gobierno y UPM acordaron establecer 60 viviendas para ser usadas en etapa de la construcción de la planta de hasta tres dormitorios que luego quedarán a disposición del ministerio. También habrá viviendas temporales en Paso de los Toros, Durazno, Centenario y podrían sumarse otros lugares más. Incluirán servicios de saneamiento, electricidad y caminería. Cuando las viviendas se dejen de usar se levantarán pero se dejará el suelo equipado para construir otras.

Además, parte de los acuerdos es un plan para el desarrollo de la forestación, ya que UPM prevé que necesitará unas 90.000 hectáreas más de plantaciones.

Las nuevas whiskerías, otro reflejo de un pueblo con expectativas  

Trabajadoras sexuales dicen que hay una decena de interesados en abrir locales y piden evitar la trata de personas.

escribe Martín Mocoroa

Parece una especie de metrópolis. Enormes edificios de colores brillan en medio de la oscuridad. En algunos rincones se ven figuras desnudas y en otros decididamente se desarrollan escenas de sexo. Un paneo rápido deja leer algunos mensajes en español y en inglés. «Welcome».»Disfrutá».

Es Nueva York encerrada en una casona de Pueblo Centenario (Durazno). Es City Night, la primera whiskería del pueblo. «Ciudad en la noche o noche en la ciudad. Algo de eso quiere decir», explica Marcelo Umpiérrez -el Chelo Umpiérrez- que camina hasta el tablero de electricidad, levanta las llaves y las luces se encienden. Las pinturas fosforescentes que adornan las paredes pierden el impacto. Ahora, bajo la luz blanca se ve al detalle el salón casi pronto para comenzar a funcionar. Una barra extensa con butacas negras y rojas atornilladas al piso, espejos, estanterías, dispensadores de papel esperando ser colocados en los baños, sillones de distintas formas ambientando el espacio.

Afuera, Pueblo Centenario es todo silencio y penumbra. En las calles casi no hay rastros de sus 1.500 habitantes. Son las 10 de la noche del martes 23, apenas pasaron tres horas desde que cuatro ejecutivos de UPM confirmaron en una conferencia de prensa en el Club 25 de Agosto de la ciudad vecina de Paso de los Toros que construirán en la zona su segunda planta de celulosa. Una inversión de US$ 2.700 millones, la inversión más grande en la historia uruguaya.

El Chelo//Umpiérrez comenzó hace ya tres años su proyecto. Solo le faltan algunas modificaciones constructivas para obtener la habilitación municipal y abrir sus puertas con el /timing/ justo para recibir el impulso de los miles de trabajadores que pronto empezarán a llegar.
Serán 6.000 en el momento más intenso de la obra y el Chelo está preparado.

«Son 600 metros cuadrados de whiskería», repite mientras muestra entusiasmado el local. Anuncia que necesitará unos 15 empleados y quizás hasta 30 trabajadoras sexuales. Todo está cuidadosamente pensado y señalizado con carteles. Hay dos parrilleros grandes, uno al frente y otro al fondo. Hay un vestuario para las trabajadoras, hay 10 habitaciones normales y dos habitaciones /vip,/ hay una sala /vip/, hay un jacuzzi. «Esto es para los gringos, por si no se quieren mezclar», explica al abrir la puerta de la sala /vip/. Hasta quiere hacer un acceso independiente a esa sala desde la calle, para darles todavía más comodidades a los extranjeros.

El intendente de Durazno, Carmelo Vidalín, el de Tacuarembó, Eber Da Rosa, el secretario de la Junta Local de Centenario, Eduardo Bovio, y el alcalde de Paso de los Toros, Juan José López, sostienen que la de Umpiérrez es la única whiskería nueva en trámites de apertura. De todos modos, los cuatro son conscientes de que con la confirmación de la inversión de UPM es esperable que ese tipo de emprendimientos se multipliquen.

«Ese tipo de temas, los temas sociales, son los más importantes», comenta Vidalín con gesto serio. Según dice, existe una coordinación entre equipos técnicos de los distintos gobiernos para el ordenamiento territorial y deberá encargarse también de controlar el crecimiento de esta actividad.

Con mucho menos despliegue del que propone Umpiérrez, en Paso de los Toros funcionan actualmente otras tres whiskerías: Tacones, Los Paraísos y Aledam. A su vez, hay al menos tres bares en los que informalmente mujeres ofrecen servicios sexuales.

Fuentes políticas y empresariales de Paso de los Toros dijeron a *Búsqueda* que hay al menos otras tres intenciones de apertura de whiskerías.

Ese tipo de versiones también circulan entre las trabajadoras sexuales. Karina Núñez era hasta hace unos meses la referente principal de la Organización de Trabajadoras Sexuales, un colectivo que intentaba avanzar hacia la sindicalización del oficio. Según cuenta, la iniciativa se disolvió. Sin embargo, mantienen una red de contactos entre trabajadoras, y Núñez dice que continúa desempeñándose como referente en
el marco de la Comisión Nacional Honoraria de Protección al Trabajo Sexual.

En base a intercambios entre trabajadoras, Núñez sostiene que hay una decena de empresarios interesados en abrir emprendimientos ligados al trabajo sexual en Paso de los Toros y en Pueblo Centenario. Dice que se trata de gente que ya tiene locales en otros departamentos y ciudades.
Por eso las trabajadoras se enteran de los planes. También porque empiezan a circular entre ellas ofertas para ir a trabajar a la zona.

Para Núñez el foco de los equipos de trabajo del Gobierno debería ser «prevenir la trata de personas y la explotación infantil». Según dice, no será sencillo porque ese tipo de problemas ya están instalados en el eje de la ruta 5. De hecho, sostiene que el año pasado hicieron un taller en Paso de los Toros sobre el tema y apunta que existen ahí empresarios con denuncias.

En segundo lugar, pide que las autoridades controlen que no se lucre con las trabajadoras poniéndoles costos exagerados por el arrendamiento de las habitaciones, que no se las multe económicamente por no ir a trabajar y que no sean violentadas. Todas esas, apunta, son prácticas comunes del rubro.

Umpiérrez quiere empezar bien su incursión en el rubro y en el recorrido muestra cómo se esmeró por cumplir con todos los requisitos que pide la regulación. «Con la cantidad de gente que va a venir, una whiskería así es algo necesario. La prostitución clandestina es un problema», dice, acompañado de su hijo que termina este año la escuela.

 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.