(Traducido para Rebelión por Gorka Larrabeiti)
El Secretario Nacional de Refundación Comunista dirigió ayer, en nombre de la Federación de la Izquierda (PRC, PDCI, Socialismo 2000, Asociación Trabajo-Solidaridad, independientes e intelectuales de izquierda) esta carta alarmante a todos los líderes de las fuerzas políticas de oposición: Pierluigi Bersani (Pd), Antonio Di Pietro (Idv), Pierferdinando Casini (Udc), Francesco Rutelli (Alleanza per l’Italia), Angelo Bonelli (Verdi), Claudio Fava e Nichi Vendola (Sinistra e Libertà), Mario Staderini (Radicali), Riccardo Nencini (Psi), Salvatore Cannavò (Sinistra critica) y Marco Ferrando (Pcdl).
Las recientes declaraciones del Presidente del Consejo, que amenazan con destrozar el equilibrio entre los poderes constitucionales de la República, perfilan una gran crisis institucional. Tiene razón el Presidente Napolitano: nos hallamos ante un «violento ataque contra instituciones fundamentales de garantía recogidas en la Constitución italiana». Después de atacar la soberanía del Parlamento reduciendo su funcionalidad; después de cercenar todas las autonomías, Berlusconi anuncia de hecho la suspensión de los derechos constitucionales. Es este, en realidad, el verdadero significado del asalto brutal a las instituciones de garantía. Este ataque va acompañado de una sistemática acción de agresión a las organizaciones sindicales y sociales que ejercen su papel con autonomía e independencia.
El Presidente del Consejo considera que el voto popular invalida el sistema de garantías y controles de legitimidad porque desconoce el concepto de legalidad constitucional. No creo que estos elementos puedan subestimarse ni puedan afrontarse como cuestiones de administración ordinaria. Estamos ante una auténtica emergencia democrática. No ver la gravedad del caso sería de irresponsables, por sus posibles consecuencias nefastas. Creo que es indispensable que todas las fuerzas de oposición, aun manteniendo la pluralidad de sus respectivas posiciones, encuentren una sede para discutir este problema para activar una iniciativa política eficaz que pueda implicar al conjunto de las asociaciones democráticas y de la población italiana con el fin de combatir y derrotar el diseño subversivo de Berlusconi.
Propongo, por tanto, que nos veamos enseguida para establecer una posible acción común.
Paolo Ferrero es Secretario Nacional del Refundación Comunista (PRC-SE).