Éramos pocos y parió Catana, o parió la abuela. No es un refrán de los que inspiran ideas elevadas, pero resulta bien elocuente para muchos casos. Y uno de ellos puede ser la actitud asumida por Javier Solanas reducido a papel de eco de Condolezza Rice en Vilnius, la capital de Lituania, cuando le dijo […]
Éramos pocos y parió Catana, o parió la abuela. No es un refrán de los que inspiran ideas elevadas, pero resulta bien elocuente para muchos casos. Y uno de ellos puede ser la actitud asumida por Javier Solanas reducido a papel de eco de Condolezza Rice en Vilnius, la capital de Lituania, cuando le dijo a unos personajillos bielorusos de escaso techo que se apresuren a derrocar al gobierno legalmente constituido.
La señorita de acero hasta les dio la fórmula: la tergiversación taimada de las elecciones, a semejanza de los sucedido en Georgia y Ucrania.
Casi sin percatarse, o importándole poco que se sepa, admitió que aquellos fueron lances preparados y favorecidos desde fuera. La secretaria de estado hizo gala de un cinismo que rompe unos cuantos medidores de impudor.
A poca distancia, o quizás superándola, estaba el indecible Javier Solanas, a cargo de las relaciones exteriores de la Unión Europea, pero muy en su medio como ex secretario de la OTAN que respaldó los bombardeos a Yugoslavia, tenerlo presente, pues la cita era de la Alianza Atlántica, aunque el contexto sirviera para estimular conspiraciones injerencistas y otro escenario para ejercer la subordinación de la UE a EE.UU.
Así tenemos que en la misma semana la Unión Europea se sometía dos veces a los veredictos norteamericanos. Primero apoyando a Estados Unidos para impedir que se examinen sus excesos e ilegalidades en Guantánamo y después convocando a los bielorusos a conspirar contra su gobierno.
Según el diario español ABC, conocidamente derechista, esa llamada disidencia virtualmente no existe. Con fecha 22-4-2005 se puede leer en sus páginas que «La oposición es un grupo mal conocido y heterogéneo de dirigentes sociales a los que Rice y Solana han aconsejado que empiecen por buscarse un líder, además de dotarse de medios de comunicación para dar a conocer el movimiento nacional por el cambio que deben esforzarse por construir»
Es decir, no tienen jefe, ni están articulados, ni cuentan con seguidores a pesar de que la Organización para la seguridad y cooperación europea (OSCE) hace tiempo viene dándoles dinero y asesoría en abundancia.
Y como todo lo que comienza a rodar cuesta abajo cobra velocidad no será extraño que en cualquier momento los gobiernos europeos, sigan, como Catana, pariendo excesivos y vergonzantes monstruos.
Al Parlamento Europeo, por ejemplo, ¿qué explicación darle? Se la han puesto difícil a quienes allí tienen decoro. Bruselas afirma que ese órgano tiene más potestades que nunca antes y como es el único elegido directamente por la población de cada país miembro, (aunque un poco a ciegas, por cabeza de lista) era de esperarse que acabara por convertirse en un medio que representara más-menos, intereses y valores ciudadanos.
Y ese Parlamento pidió hace rato un examen del problema Guantánamo donde se mantienen más de 500 personas en eso que llaman limbo legal para darle nombre elegante a una violación irrefutable de convenios y derechos reconocidos por la comunidad internacional.
Es evidente, duro decirlo, que la ética es material escaso en esto medios y en este tiempo de felonías y miserias morales que pueden repetir o abrirle la puerta a gravísimos errores que hace 60 años se creyeron sepultados para siempre.