Los sindicatos integrados en la compañía nacional ferroviaria de Francia (SNCF) convocaron a una huelga general que iniciará el próximo martes 7 de marzo contra la reforma de la jubilación, y que podría ser renovada.
Ante la negativa del Gobierno de renunciar al proyecto de reforma, que pretende extender de 62 a 64 años la edad legal de jubilación, los ocho principales sindicatos de Francia agrupados en la Intersindical llaman a paralizar el país.
La CFDT, reveló además los resultados de una consulta con sus miembros, y aseguró que “más del 80 % está a favor de una huelga renovable”.
La Intersindical está constituida por ocho gremios franceses como la Unión Nacional de Sindicatos Autónomos (UNSA), la Confederación Francesa de Gestión-Confederación General de Ejecutivos (CFE-CGC), la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT) y la Confederación Francesa de Trabajadores Cristianos (CFTC).
A ellos se suman la Confederación General del Trabajo (CGT), la Sud Solidaires, Fuerza Obrera (FO) y la Federación Sindical Unitaria (FSU).
En el mes de enero, la Intersindical movilizó a millones de personas en las calles, así como el 11 y el 16 de febrero, y alertó que, si el Gobierno francés insiste en llevar adelante la reforma, paralizará el país.
-Richard, el motivo de mi llamado es porque desde hace bastante tiempo venimos recibiendo información en Argentina respecto del rechazo del pueblo francés a la reforma previsional que quiere imponer el gobierno de Macron. ¿Qué nos podés comentar al respecto?
-Cuando nos vimos en diciembre te hablé de la contrarreforma que estaba preparada y entonces estamos en pleno movimiento, el movimiento de rechazo y el primer día de movilización fue el 19 de enero. En el 5º día de movilización, el pasado 14 de febrero, tuvimos manifestaciones en 250 ciudades en todo el país con entre 2 y 3 millones de trabajadores y ciudadanos en las calles. Es un movimiento muy importante y hay un rechazo muy fuerte en la población. Más del 70% de la población rechaza esta contrarreforma del sistema de pensiones.
-Estamos en comunicación con Richard Neuville desde París, dialogando respecto del intento del gobierno de Macron de imponer una reforma previsional. Richard, ¿cuál es la característica de la política que intenta imponer Macron y por qué?
-Bueno, Macron desarrolla una política neoliberal. En 2017 cuando se presentó a la elección presidencial decía que no era ni de Izquierda ni de Derecha. Durante el primer mandato de cinco años hemos visto que es muy de Derecha, entonces en 2019 y 2020 intentó hacer una reforma del sistema de pensiones, pero por el Covid, aunque fue votado por el Parlamento, fue cancelado.
En esa época hubo una participación, hubo un movimiento bastante fuerte. La diferencia este año es que hay una unidad de las ocho organizaciones sindicales de profesionales, que hay una unidad muy fuerte de todas las centrales sindicales, con la participación del sector público y el sector privado.
Esa es una de las diferencias de los movimientos fuertes que tuvimos en Francia en estos 30 últimos años porque siempre cuando se toca la seguridad social hay movilización en Francia. Eso pasó en 1995 cuando hubo un movimiento, una huelga general durante tres semanas, en 2003 hubo una movilización muy fuerte, en 2010 también y este año. Los franceses a veces no hacen huelgas, pero cuando se ataca al sistema de protección social, de seguridad social siempre hay movimientos sociales muy fuertes y una vez más podemos verlo con una intensidad muy fuerte.
-Richard, yo he observado que no solo se ha producido este movimiento al que nos estamos refiriendo respecto de las jubilaciones y pensiones, sino que también hubo un importante paro de los médicos.
-Hay un movimiento de médicos, pero son los médicos del sector privado que piden un aumento muy importante de sus sueldos; ese es un movimiento un poco liberal. Ellos reclaman, pero no se solidarizan con los trabajadores que se movilizan por el sistema de pensión y además no están a favor de un sistema público de la salud, quieren que el sector privado recupere algunas prestaciones. Es un movimiento muy distinto de las pensiones.
-Richard, se está viviendo en Europa un proceso de lucha muy importante, tal vez la vanguardia sean los trabajadores británicos. Independientemente de este movimiento contra la reforma previsional ¿qué otras expresiones de lucha sindical y política se viven en Francia?
-De momento yo diría que toda la energía está concentrada contra del proyecto de Macron sobre la jubilación. El 16 de febrero tuvimos otro día de movilización, pero a partir del 7 de marzo está previsto bloquear todo el país con una huelga general renovable, entonces yo diría que ahora se habla solamente de eso.
Antes de ese movimiento y cuando nos vimos en diciembre te hablé de eso, hubo luchas como en Gran Bretaña sobre el aumento de salarios porque tenemos en Europa, y en Francia también, una tasa de inflación importante. Entonces hubo movimientos obreros para reclamar el aumento de los sueldos, pero ahora mismo el centro dentro del sector social y sindical de los partidos de Izquierda es contra la contrarreforma de Macron de las pensiones.
Hay un rechazo muy fuerte y además nos dicen que estamos rodeados, que rechazamos toda evolución, lo que pasa es que el sistema de protección social en Francia se creó después de la Segunda Guerra Mundial, fue decidido durante la resistencia al nazismo y hay una resistencia al desmantelamiento de la protección social. Y siempre sobre ese tema se puede movilizar.
Además, los gobiernos franceses consideran que somos una excepción en Europa y que ya no tiene que ser. Entonces hay que reformar y aplicar una política neoliberal de reducción de la protección social.
-¿Cómo ha impactado la guerra de Ucrania en la economía y en la sociedad francesa?
-El impacto principal en Francia y en toda Europa es lo de la energía, el gas, sobre todo Alemania que importaba mucho gas de Rusia, entonces los precios de energía suben mucho y eso impacta la situación financiera de la población que tiene una repercusión muy importante, aunque es distinta según los países. Ese es el principal impacto.
Después al principio de la guerra hubo una solidaridad muy fuerte con Ucrania, se acogió a muchos ciudadanos ucranianos en Francia, algunos se han vuelto, pero yo diría que el principal impacto es que no se habla demasiado de la guerra, se habla sobre las consecuencias a nivel energético.
-¿Querés agregar algo más, Richard?
-Vivimos un movimiento muy fuerte, mayor que en el 95, 2003 o 2010. Y recordar que a partir del día 7 de marzo los sindicatos han previsto bloquear el país. Porque no se puede soportar más la política de Macron y hay que dar la batalla ahora en el Parlamento, pero necesitamos una victoria de la calle, de la movilización social. Eso es importante. Estamos en un movimiento muy fuerte. Lo repito, la unidad está muy fuerte, la unidad sindical está muy fuerte y hay una participación de los sectores privados y públicos. Esperamos que ganemos.
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