El ascenso de Vizcarra al poder en marzo del 2018 se dio gracias a una crisis del régimen político y a la conspiración golpista entre el actual mandatario, Keiko, Alan García, las FF.AA. y la embajada yanqui. Por su lado, la juramentación de Guaidó como «presidente encargado», se da en medio de una conspiración, digitada […]
El ascenso de Vizcarra al poder en marzo del 2018 se dio gracias a una crisis del régimen político y a la conspiración golpista entre el actual mandatario, Keiko, Alan García, las FF.AA. y la embajada yanqui. Por su lado, la juramentación de Guaidó como «presidente encargado», se da en medio de una conspiración, digitada desde Washington, Lima y Bogotá, en conspiración golpista contra Maduro.
Vizcarra es ingeniero civil de profesión, mientras que Guaidó es ingeniero de industrias.
Vizcarra salió a la palestra política cuando la rebelión popular del Moqueguazo (que exigía mayor canon de la transnacional minera Southern Perú), de la cual fue su intermediario principal con el Estado y la empresa; mientras que Guaidó se hizo conocido cuando las protestas contra la cancelación de la licencia a RCTV y la reforma constitucional del 2007.
Vizcarra, no tiene partido político y por eso, tiene como estrategia de alianzas a los gobernadores, alcaldes y bancadas congresales afines, pero en verdad, su poder radica en el apoyo político que recibe de la embajada yanqui y las FF.AA, mientras que Guaidó, tiene un partido llamado Voluntad Popular, que se reclama de centro izquierda (afiliada a la Internacional Socialista), integró a la juventud universitaria 2007 que impulsó la campaña de La Salida (cuyo líder fue su fundador Leopoldo López), que planteaba el derrocamiento de Maduro, conquistó 14 curules en las últimas elecciones (de 112 de la oposición), pero su poder también reside en el reconcomiendo internacional exigido por EE.UU., su aliado principal.
Vizcarra tiene como Ministro de Economía a un economista neoliberal llamado Víctor Oliva, que es el líder de las contrarreformas neoliberales que tienen como fin profundizar la flexibilización laboral, y la privatización del agua, la salud, la Amazonía, etc. Mientras que Guaidó y Voluntad Popular, tienen al economista Roberto Casanova y al petrolero Gustavo Vaquero, que tienen como Plan económico la privatización de PDVSA y el resto de los derechos sociales constitucionales conquistados como la educación, salud, vivienda, etc.
Vizcarra aplicó un referéndum de características semibonapartistas que le dio popularidad y administra una economía de pago serial de la deuda externa y que tiene elementos de estancamiento, que piensa reflotar con el segundo paquetazo neoliberal señalado líneas arriba, pero que le ha abierto un nuevo frente interno (el otro es el de la oposición aprofujimorista), expresado en la jornada de lucha del 15E y el paro textil del 22, con decenas de miles en todo el país, y con una lucha anticorrupción que está sacando a la superficie las contradicciones que lo llevaron al poder, mientras que Guaidó está esperanzado en el «apoyo humanitario» de $20 millones y el bloqueo a los activos del Estado bolivariano por parte de EE.UU., para encandilar a las masas y salgan a marchar el 02F para arrinconar a Maduro, pero existe un gran sector del pueblo que era chavista, que se abstiene de votar en las elecciones y una vanguardia que está llamando a un referéndum para que el pueblo decida la salida a la crisis política.
César Zelada. Director de la revista La Abeja (teoría, análisis y debate).
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