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17 de noviembre del 1973, la revolución de la Politécnica de Atenas

Fuentes: www.fotoartmagazine.gr

Cada noviembre, nuestra mente y nuestro corazón están allí, en la Universidad Politécnica, en la revolución de los estudiantes, de la juventud y de todo el pueblo contra la tiranía dictatorial, acaecida en el noviembre del 1973. La Politécnica fue el punto álgido de una manifestación antidictatorial que había durado siete años, y también uno de los momentos cruciales en el contexto de luchas que había estado secundando el pueblo y la juventud.


Yo tenía ocho años y medio en el noviembre del 73, y recuerdo las voces que se escuchaban por la radio como si hablaran ahora. «Aquí la Politécnica…. Aquí la Politécnica». Me acuerdo de la gente bajando de los autobuses, como si lo hicieran ahora, con los ojos hinchados, restregándose limón por los ojos para evitar los efectos de los gases lacrimógenos. Creciendo y viendo cada noviembre las manifestaciones y concentraciones que se hacían los primeros años y, más tarde, participando yo también en los festivales de la Politécnica, empecé a ordenar mis recuerdos.

Desde 1973, se puso de manifiesto la indignación popular hacia la dictadura pro-americana con diferentes formas de lucha, como la ocupación de la Facultad de Derecho, el febrero del 73, la manifestación del 4 de noviembre del 73, motivada por el funeral de G. Papandreu, en la cual hubieron detenciones; y una manifestación de 3.000 estudiantes en solidaridad con los detenidos. Las manifestaciones se continuaron realizando dentro de las facultades.

El miércoles 4 de noviembre por la mañana, cientos de estudiantes se concentran en el patio delantero de la Institución. Se empiezan a organizar asambleas para decidir cómo afrontar el nuevo plan de ley que la dictadura decretaría con el objetivo de sofocar las movilizaciones.

La concentración se realiza también en la Facultad de Derecho. De allí se decide trasladarla a la Politécnica. A las 14 horas, unos 5.000 estudiantes se han concentrado en la Politécnica, aunque se empieza a reunir aún más gente. Los eslóganes en contra de la dictadura hacen vibrar la Facultad de Patísia. Los antidisturbios se acercan y piden a los manifestantes que se alejen del lugar.

La concentración se realiza también en la Facultad de Derecho. De allí se decide trasladarla a la Politécnica.
A las 14 horas, unos 5.000 estudiantes se han concentrado en la Politécnica, aunque se empieza a reunir aún más gente. Los eslóganes en contra de la dictadura hacen vibrar la Facultad de Patísia.
Los antidisturbios se acercan y piden a los manifestantes que se alejen del lugar.
Los estudiantes concentrados constituyen una comisión de ocupación. Cierran las puertas, y a las 20 horas de la noche se celebra la primera reunión de la comisión recientemente constituida. Acto seguido, las primeras proclamaciones se esparcen por la calle de Patísia, que había quedado cerrada por la gente concentrada. Se oyen los primeros eslóganes: «Pan, educación y libertad», «El 20% para la educación», y «Abajo la dictadura».
El jueves 15 de noviembre del 1973, la ocupación atrae a todo el pueblo de Atenas, que ya empieza a fluir en la Politécnica. Al punto de las 21.30, la ocupación se ha acrecentado enormemente, y mientras tanto en las calles colindantes a la Politécnica, la gente pronuncia eslóganes antiamericanos y antidictatoriales.

El jueves 15 de noviembre del 1973, la ocupación atrae a todo el pueblo de Atenas, que ya empieza a fluir en la Politécnica. Al punto de las 21.30, la ocupación se ha acrecentado enormemente, y mientras tanto en las calles colindantes a la Politécnica, la gente pronuncia eslóganes antiamericanos y antidictatoriales.

El viernes 16 de noviembre del 1973, empiezan a oírse los boletines informativos por las 1050 ondas radiofónicas que transportan el mensaje de lucha a toda la ciudad de Atenas detallando todos los hechos que van ocurriendo.

A las nueve de la mañana se empiezan a levantar las primeras barricadas y se dibujan dos grandes manifestaciones en la calle Universidad i Stadios

Al mediodía, el comité de campesinos de Mégara, que se había levantado contra las expropiaciones de sus tierras, visita la Coordinadora de Delegados i la emisora empieza a retransmitir: «El pueblo de Mégara apoya nuestra causa y se compromete a luchar con los estudiantes y la clase trabajadora… La lucha es común. Ya no es sólo para la ciudad de Mégara o de la Facultad de Ingeniería, sino que es para toda Grecia. Es para su gente, la que quiere determinar su vida. Que inicie su marcha sobre el camino de la prosperidad. Su principal compromiso es el derribo de la dictadura y su sustitución por la democracia».

Los que están concentrados fuera de la Facultad de Ingeniería cantan aquella canción «Cuándo se despejará el cielo».

Por la tarde, los manifestantes de aquel lugar ya se cuentan a millares con la participación de los trabajadores. Así, a las 6 de la tarde hay los primeros enfrentamientos entre los manifestantes y la policía con muchos heridos.

A las 7 de la tarde, una gran manifestación se dirige hacia la Universidad Politécnica y la policía golpea a los concentrados. Aparecen ya los coches blindados de la policía y empiezan a haber los primeros balazos. Hay peleas cuerpo a cuerpo en las calles de Solón, de Cáningos, de Alexandra y en la Plaza de América.

A las 9.30 la policía prohíbe la circulación en el centro de Atenas hasta nuevo aviso.

A las 11 de la noche, la emisora de radio y los megáfonos llaman a la gente que no abandone el lugar. Los gases lacrimógenos han rodeado la Facultad Politécnica y la gente empieza a ahogarse.

Todos los que se quedan dentro encienden hogueras para paliar los efectos de los gases lacrimógenos y levantan barricadas.

Un poco después de medianoche, (el sábado 17 de noviembre) aparecen los primeros tanques, mientras en el hospital que se improvisó en la Facultad de Ingeniería, son trasladados cada vez más fallecidos y heridos.

A la una de la noche, los tanques han rodeado la Universidad. Los megáfonos y la radio van retransmitiendo: «no temáis a los tanques» «Abajo el fascismo» «Soldados, somos vuestros hermanos, no os convirtáis en asesinos».

A la 1.30, los tanques se mueven con los proyectiles encendidos. Los estudiantes colocan un Mercedes detrás de la puerta principal para impedir la entrada a los tanques. Los estudiantes se cuelgan de las rejas y cantan el himno nacional y gritan a los soldados: «¡somos hermanos!».

Los encerrados tienen un plazo de veinte minutos para salir. Un tanque se coloca delante de la entrada. La Coordinadora de Delegados intenta negociar una salida segura para la gente encerrada.

A las 2.50 horas, a la madrugada del sábado 17 de noviembre, el jefe oficial, con la indicación de su brazo, ordena que los tanques arranquen. La puerta cede y uno de los tanques continua su marcha llegando hasta las escaleras del edificio. Al tanque le siguen antidisturbios y hombres del ejército. Empiezan a disparar. Hay soldados que ayudan a los estudiantes a escapar, pero los antidisturbios los esperan a la salida y los persiguen y detienen. Los habitantes de los alrededores les proporcionan su protección.

A las 3.20 ya no queda nadie dentro de la Facultad habiéndose vaciado totalmente.

Muchos estudiantes, temiendo su detención, se niegan a ser trasladados al hospital aunque presentan heridas graves.

Al día siguiente los periódicos decían:

ΤΟ ΒΗΜΑ/TO VIMA

El periódico salió a la venta con el titular: «Muertos y heridos en el centro de Atenas». Menciona también las ocupaciones y las manifestaciones acaecidas en Tesalónica y en Patras, y las continuas asambleas de los estudiantes. En las páginas interiores se recogen las declaraciones del «gobierno» y de personalidades políticas como P. Kanelopulos, G. Mavros, I Zigdi y de A. Papandréu. Es de gran interés la «Moraleja» del periódico que aparece en portada, que dice, entre otras cosas: «De la situación vivida hasta ahora por los habitantes de Grecia, y del transcurso de los últimos seis años y medio hasta los hechos acaecidos estos últimos días, el gobierno actual ya se tendría que haber convencido de que la única solución posible es la consecución de la democracia total. En estos momentos tan críticos, se demuestra lo poco llevadero que es este sistema basado en la autarquía. El pueblo griego en su totalidad, y también sus aliados en Europa, desean llegar a la calma política en nuestro país. Pero no con un estancamiento forzado que diariamente provoca peligrosos enfrentamientos marcados por los desacuerdos, sino una día a día democrático que pondría fin a una situación manifiestamente inviable.»

En las páginas interiores, el periódico da una crónica de los hechos, de los fallecidos, de los heridos y continúa con un extenso reportaje sobre Tesalónica y Patras.

ΤΑ ΝΕΑ

El periódico salió con el titular: «La facultad Politécnica se ha vaciado. Entraron tanques de guerra». Según algunas informaciones que daba el diario, «Parece muy probable una vuelta súbita de Karamanlís», el cual parecía estar presionado por políticos próximos a él para tomar la decisión mencionada.

La crónica de los hechos es exhaustiva, como también lo es la de los días anteriores narrados en el mismo periódico. Se mencionan los nombres de los fallecidos y el número de heridos y de detenidos. Abajo a la izquierda también se recoge el comentario del «Bíma» que mencionábamos antes. Además, en primera plana también hay las «declaraciones de los políticos y del Gobierno.»

En las páginas interiores hay un reportaje muy bueno sobre lo que pasó en el interior de la Universidad. Habla de las asambleas nocturnas de los estudiantes, expone su comunicado, las dramáticas reuniones llevadas a cabo y del momento del asalto del ejército.

«Ta Nea» expone también en sus páginas anteriores el primer mensaje que envió Andréas Papandréu a Grecia des de la ciudad canadiense de Toronto.

ΑΠΟΓΕΥΜΑΤΙΝΗ/APOYEVMATIKÍ

Este periódico salió el 17 de noviembre con el siguiente titular: «A las 3 de la madrugada los tanques apaciguaron la revolución».

En su crónica dice: «La revolución estudiantil de tres días, que empezó el mediodía del pasado martes con su sede en la Universidad Politécnica, ha sido sofocada a la madrugada de hoy por los tanques, que entraron en centro de Atenas a las 2 de la madrugada, después de enfrentamientos armados entre la policía y los estudiantes en una gran extensión del centro de Atenas, con el resultado de cuatro fallecidos y decenas de heridos según las noticias de esta mañana.»

En su artículo «Qué declaran la oposición y el gobierno de estos hechos», dice: «la oposición, con las declaraciones de sus representantes P. Kanelopulos y G. Mavros, se posicionó claramente a favor del movimiento estudiantil y se puso al lado de los estudiantes que conforman la vanguardia de la nación en el camino hacia la democracia.»

En las páginas interiores, hay un reportaje que detalla la cronología de los hechos y de la incursión de los tanques y también presenta los hechos ocurridos en Tesalónica y en Patras.

Η ΒΡΑΔΥΝΗ/I VRADINÍ

«I Vradiní» salió con el titular: «Tanques de guerra rodearon a Atenas.» «Se derramó sangre. Muertos y heridos a causa de los encuentros entre manifestantes y policía».

La crónica del diario dice: «A las 3.30 de la mañana, vaciaron la Universidad Politécnica. Los tanques aparecieron también otra vez a partir de media noche en la capital dando una imagen totalmente dramática a las manifestaciones estudiantiles, las cuales se hicieron notar hasta el último metro cuadrado de Atenas, con un final bañado con sangre.

Pocas horas antes, la sangre se derramó en barrios céntricos de Atenas, después de sucesivas manifestaciones y encuentros, que continuaron después de la incursión forzosa de los tanques de la policía.

Se calcula que hubo hasta cuatro fallecidos y en centenares de heridos en los enfrentamientos mortales de ayer.

En otro artículo, el periódico presenta la «imagen de la catástrofe» que se pudo ver en el centro de Atenas la tarde anterior. En él también se recogen las declaraciones de los políticos y del «gobierno».

En las páginas interiores el simpatizante de las luchas tiene la oportunidad de leer el reportaje del periódico sobre lo acaecido en la Facultad de Ingeniería de Tesalónica y de Patras.

La dictadura comunica que hay 34 muertos y 840 detenidos. La oposición señala que hay por lo menos otros 21 heridos con resultado de muerte y 2400 detenciones.

Des entonces y hasta hoy, hay muchos medios de comunicación y canales que están totalmente relacionados con la revolución de la Facultad de Ingeniería y su conmemoración.

Aún hay muchos hechos relacionados con las conmemoraciones de la Politécnica, e incluso casos de muerte durante los enfrentamientos entre la policía. Y, a pesar de que no hubiera dictadura militar durante el año 80, se asesinaron a Stamatina Kanelopulou, Iakovos Kumís, y en el 85, a Mikhalis Kaltezás.

Muchos otros acontecimientos marcaron los aniversarios de la Politécnica, como la inconcebible concesión de una medalla de honor, por parte del ministerio de Defensa Nacional en el año 2001, al partidario de la dictadura Nikoláos Dertilís, que cumple con el trigésimo año de prisión por su condena en la última delación.

Como se desprende en la entrevista de A. Skevofílax en el diario «To Vima»: en el 2003 pasaron treinta años hasta romperse el silencio de A Skevofilax, el general responsable del tanque que penetró en la Politécnica y que ocultó todo lo que allí pasó la noche negra que marcó la historia griega moderna y que mancó para siempre su vida.

«Me avergüenzo de aquello que fui, de aquello que hice» según su más sincera confesión.

«ME AVERGÜENZO DE AQUELLO QUE FUI, DE AQUELLO QUE HICE. Entonces creía que hacía lo correcto, algo grande.»

Se había convertido en el héroe de los del «gorro negro» en el Gudí. Yo creía que era aquél que se deshacía de los enemigos de la patria, de los estudiantes revolucionados. Me creía todo lo que me decían. ¿Qué más se puede esperar? Hasta ese momento no había leído ni un solo periódico. Incluso yo me había convertido en un fascista. Hasta que no entré dentro de la Facultad, creía en lo que estaba haciendo. Pero después todo esto se convirtió en la pesadilla de mi vida.»

Después de ser expulsado del ejército, a A. Skevofílax le costó mucho esfuerzo volver a la vida normal. «En cuanto a mis ingresos, mi vida dio un giro de 180 grados. A mí, que me habían enseñado a odiar a los comunistas, voté el KKE (Partido Comunista de Grecia) dos veces.» A los 30 años, se casará, tendrá hijos. Viviendo en un barrio de las afueras, en el Sur, todos estos años ha evitado hablar de los hechos que se vivieron aquella noche. A cualquiera que le preguntara qué tenía que ver con los tanques que franquearon las puertas de la Universidad, respondía que su única relación con esos hechos era «un primo lejano suyo que se mató en un accidente de tráfico.» Después de unos años, se sinceró con su mujer. Pero aún no había decidido a contárselo a sus tres hijos. «Soy un hombre que nunca tuvo 20 años. ¡El general A. Skevofílax se murió en un accidente de tráfico!».

Han pasado 34 años y las imágenes de la revolución de la Politécnica han pasado por muchos medios, y viendo la situación, para muchos se han debilitado, han perdido su valor original, se ha olvidado el mensaje de la Politécnica. Pero ahora, con lo que ha pasado estos días, es más actual que nunca.

El mismo Estado se ha tomado este día como una fiesta señalada y como una festividad escolar intentando, quizá, ahuyentar su valor y significado históricos.

El ideal de libertad, de independencia, de paz, de amor a la vida y al ser humano permanece vivo y seguirá siendo vigente e inalterado, por mucho tiempo que transcurra después de aquella revolución. Siempre vigente, especialmente en los años siguientes, cuando personalidades que no estaban en ella, se pusieron una medalla para alcanzar cargos políticos o para impedir de las luchas del pueblo desviando su curso alegando motivos terroristas.

La Politécnica fue y será siempre una llamada viva a la democracia, a la libertad; estará vivo dentro de cada mente libre.

Esta pequeña dedicación es «Para que se acuerden los mayores y para que aprendan los jóvenes», y como escribió Milan Kundera, «La lucha del ser humano en contra del poder es la lucha de la memoria en contra del olvido.»

Fuente: Η εξέγερση του Πολυτεχνείου – 17 Νοέμβρη 1973

Artículo original publicado en noviembre de 2005.

Sobre el autor

Eva Monzón es miembra de Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y la fuente.

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