En política no hay casualidades. Por tanto, no es casualidad que el que «lideró» la Marcha de los 4 Suyos y que es acusado de haber recibido sobornos de Odebrecht por $35 millones, sea detenido justamente cuando la combativa rebelión tambeña contra «Tía María» tiende a convertirse en un efecto contagio desarrollando movilizaciones en Moquegua, […]
En política no hay casualidades. Por tanto, no es casualidad que el que «lideró» la Marcha de los 4 Suyos y que es acusado de haber recibido sobornos de Odebrecht por $35 millones, sea detenido justamente cuando la combativa rebelión tambeña contra «Tía María» tiende a convertirse en un efecto contagio desarrollando movilizaciones en Moquegua, Puno, Tacna, etc. contra las políticas de saqueo irracional de las transnacionales mineras capitalistas (que el Ejecutivo urge en reactivar para superar el 0.02% de crecimiento de PBI de junio), y de deslegitimización del gobierno pro patronal de Vizcarra.
Como hemos señalado varias veces desde la revista La Abeja, el Plan de dominación/explotación del vizcarrismo pro Elite, incluye referéndum, prisiones preventivas, reforma política y la «falsa polarización» con el Legislativo (sin negar que hay contradicciones de forma), para distraer y descomprimir los movimientos sociales y en ese sentido asentuar su afán bonapartizante y superar la crisis del sistema de dominación político/legal. Y es que el ascenso de Vizcarra al poder marcó un nuevo escenario de recomposición de los poderes burgueses, donde el mandatario responde a los intereses de la embajada yanqui y el capital financiero internacional, en desmedro de los otros sectores, lo que a la vez explica la detención de Keiko y el suicidio de Alan García.
Es que, si en verdad el semibonapartismo judicial quisiera que haya una justicia real, pues, hubiera aplicado los Juicios Sumarios (replanteando la cuestión garantista) para todos los políticos embarrados con el affaire Odebrecht. Pero sucede todo lo contrario. Al ritmo de la consigna de «pan y circo hasta el año prelectoral 2020/2021», manipulan mediáticamente a la población con «prisiones preventivas de años» y «chalequean» a G y M y el Club de la Construcción, quienes ahora han pasado a ser «víctimas» /colaboradores eficaces.
En otras palabras, la detención de Toledo, opera como una táctica de «cerco mediático» y aislamiento de la lucha contra «Tía María» para aislarla, reprimirla y derrotarla o en su defecto para aplacar su victoria (y no habría que descartar que el gobierno plantee nuevas detenciones preventivas, un referéndum/consulta sobre la «licencia social» a la minera o un repliegue estratégico ya que la licencia de construcción estatal es lo que necesitaba la Southern Perú para evitar que caigan sus acciones en la bolsa de New York). Pero para esto último, la vanguardia tiene por delante la importante tarea de sacar las conclusiones políticas correctas del proceso de lucha de clases y redoblar fuerzas contra un régimen pro yanqui poderoso, pero a la vez vulnerable.
César Zelada. Director revista La Abeja (teoría, análisis y debate).
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