Un grupo de mujeres mayas enfundadas en sus trajes tradicionales recorrieron los pasillos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Ginebra, Suiza, trayendo en sus manos el Informe alternativo a los informes periódicos 14 y 15 del Estado de Guatemala sobre la aplicación de la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las […]
Un grupo de mujeres mayas enfundadas en sus trajes tradicionales recorrieron los pasillos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Ginebra, Suiza, trayendo en sus manos el Informe alternativo a los informes periódicos 14 y 15 del Estado de Guatemala sobre la aplicación de la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación Racial.
De rostros dulces pero voces y posturas firmes, estas mujeres se hicieron escuchar en la sede de este organismo internacional en Europa. Su mensaje fue contundente: «El Estado a través de los partidos políticos [i], el empresariado y los militares siempre han excluido a los pueblos indígenas y el racismo ha sido la causa del conflicto armado en nuestro país», afirmó Rosalina Tuyuc.
En la actualidad, así como en el pasado hubo tantos muertos por la defensa de nuestra tierra y la lucha por la igualdad de derechos, también hay persecución por exigir justicia frente al desplazamiento forzado, la tortura, las violaciones sexuales contra niñas, adolescentes, señoritas y también madres embarazadas.
«Por defender los derechos, hoy en día, hay muchos defensores de pueblos indígenas que están siendo perseguidos, amenazados y muchos tienen procesos judiciales en su contra así como también hay muchas detenciones en las comunidades» agregó Tuyuc.
Con respecto a este tema, el Informe Alternativo señaló que: «en los dos últimos gobiernos se han incrementado sistemáticamente ataques, amenazas, intimidaciones, persecuciones, criminalización, asesinatos, y violaciones al debido proceso contra las y los defensores de derechos humanos» [ii].
Uno de los ejemplos citados en el informe fue el caso de los defensores Rubén Herrera, Pascual de Pascual Pedro y Esteban Bernabé quienes, en el departamento de Huehuetenango, fueron aprehendidos y señalados de plagio secuestro, detenciones ilegales, coacción, incendio agravado y terrorismo por lo que estuvieron privados de la libertad.
«Por eso vinimos a entregar este informe porque necesitamos que también estas instancias puedan volver su mirada hacia Guatemala ya que en este periodo se va a examinar como el gobierno de Guatemala ha actuado con la situación del racismo», insistió Rosalina.
«Hay una enorme necesidad de que se visualice que los pueblos indígenas seguimos en defensa de la tierra, el territorio, de la vida y de la madre naturaleza», agregó.
Con respecto a la tierra, el Relator Especial de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos unidos indígenas, James Anaya aseguró: «existe una alarmante desprotección jurídica de los pueblos indígenas sobre sus tierras y territorios tradicionales» [iii].
Si bien esto fue dicho en el año 2010, las soluciones a este y otros problemas no han llegado ni en este ni en otros asuntos como la incitación al odio, que persiste debido a que el Estado de Guatemala no tiene una política que prohíba y sancione la incitación al odio [iv].
María Rosenda Camey, otra de las lideresas maya presente en la ONU, aseguró que presentar el informe alternativo al Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de la ONU fue una experiencia interesante para saber cómo trabajan como comité.
«Nosotras como miembros de nuestras comunidades tenemos conocimiento de la realidad y eso nos hace tener cierta experiencia y cierto empoderamiento, si así puede decirse (…) por eso estamos hablando con pertinencia de estos temas», explicó Rosenda Camey Huz.
«Ayer cuando escuchamos la experiencia de nuestro gobierno, nos sentimos atemorizadas porque sabemos que es un gobierno militarista, represivo y al momento de repente nos entró eso», dijo Rosenda.
Sin embargo, superado ese sentir momentáneo las lideresas cumplieron su misión visibilizando el racismo estructural que persiste en Guatemala y del cual los medios de comunicación también son responsables.
«En Guatemala el odio racial se materializa mediante prejuicios y estereotipos que se reproducen en programas de los medios de comunicación, en discursos oficiales racistas, en opiniones de personas individuales en redes sociales y otros medios», concluye el informe.
El reporte adjunta ejemplos en que los «comunicadores, periodistas y columnistas» [v] como en el caso de Martín Banús, del diario La Hora, «difundió impunemente un artículo denominado «Indígena Feo» donde con saña responsabiliza de forma exclusiva a los indígenas por la falta de prosperidad en el país [vi]«.
Finalmente, el informe cita casos en cada uno de los temas tratados para ejemplificar el racismo sistémico que discrimina a los indígenas en todos los aspectos de su vida cotidiana: salud, educación, acceso a la justicia, y derechos al agua y al territorio, entre otros.
Notas
[i] Los partidos políticos manifiestan históricamente rechazo y exclusión hacia la participación de los pueblos indígenas en las elecciones populares. El racismo en los partidos se evidencia en la utilización de mujeres, niñez, y juventud para la promoción de los partidos políticos, pero esta participación se queda únicamente en discursos, presencia y utilización manipuladora de los elementos de la cultura (sobre todo maya), sin cuajar en acciones reales que favorezcan pueblos indígenas. Informe alternativo a los informes periódicos 14 y 15 del Estado de Guatemala sobre la aplicación de la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial. Página 20.
[ii] Íbidem. Página 45.
[iii] Ïbidem. Página 29.
[iv] Íbidem. Página 18.
[v] Las comillas son de la autora del texto
[vi] Informe alternativo a los informes periódicos 14 y 15 del Estado de Guatemala sobre la aplicación de la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial. Página 16.
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